Presa entre tus brazos
Capítulo 139

Capítulo 139:

“Qué bien que estas aprendiendo a andar en bicicleta, así podremos salir a recorrer la orilla del río, hay un andador muy bonito”.

“Tu padre insistió en que debo de aprender, dice que antes de irme tengo que recorrer el paisaje en bicicleta”.

“Todos por aquí lo hacen, yo lo hacía en compañía de mi abuela cuando la visitaba, a ella no le gustaba la ciudad, mucho menos E$tados Un!dos, decía que ese país corrompe la mente de los que ahí emigran”.

“Interesante opinión”.

En E$tados Un!dos, Bruno se encontraba en su oficina.

Nicole no había querido verlo, Sophie, Dante y Sara habían hablado con ella.

No es que odiara a Bruno, sólo le pedía tiempo para asimilar todo aquello, cada vez que intentaba recordar, sólo conseguía un gran dolor de cabeza.

Enviar rosas rojas no era una opción, eso sólo conseguía que tuviera recuerdos sobre su vida al lado de Leandro.

Llamó por teléfono a Sophie para averiguar sí alguna otra flor le gustaba.

“Le encanta el aroma de los jazmines Trachelospermum, son nativos de Asia, Japón, Corea y Vietnam, ella siempre ha dicho que de todas las flores son las que mejor aroma tienen, decía que cuando tuviera su propia casa tendría un jardín lleno de ellos, los sembraría entre rosas rojas ya que no son muy bellos”, contestó la rubia.

“Muchas gracias”.

Esto dio una idea a Bruno.

Sería su forma de disculparse de todo lo pasado y aunque tendrían que ver las rosas rojas que le recordaban a Leandro, no le importaba, sabía que su sorpresa la haría feliz.

Convenció a Dante y Sophie de llevarse a Nicole de fin de semana

Ella aceptó encantada, Sara fingió no sentirse bien para quedarse, sería cómplice de Bruno en preparar la sorpresa.

Dante llevó a las chicas a la casa de sus padres en los Hamptons, Nicole pasó todo el fin de semana encantada con Danna.

Al verla jugar en la arena, vinieron a su mente flashazos de momentos similares que había pasado junto a Santi.

Sophie corrió hacia ella cuando la vio llorar desconsoladamente.

“¿Qué pasa peque?”

Dante cargo a Danna y la llevó adentro.

“He recordado a mi hijo, he recordado momentos junto a Santi, quiero a mi hijo conmigo”

Sophie no sabía de qué manera tranquilizarla, la llevo adentro y le dio a tomar uno de los medicamentos que había recetado el médico en caso de alguna crisis.

Nicole durmió toda la tarde.

Al otro día después del desayuno regresaron a la mansión, Bruno los esperaba en la entrada, ya Dante lo había puesto al tanto de lo sucedido.

Se acercó para abrir la puerta del auto y ayudarla a bajar, enseguida colocó una venda para cubrir sus ojos.

“Bruno no estoy de ánimo para esto de favor”.

“Shhhh te prometo que será un momento, tan solo déjate guiar”.

La tomo de la mano y la llevo hasta el jardín trasero.

Un delicioso aroma invadió sus fosas nasales.

“¿Qué es ese aroma? Me parece conocido, es exquisito”.

En ese momento Bruno quitó la venda.

Ella quedó maravillada, había cientos de rosas rojas sembradas.

Pudo notar las pequeñas flores blancas sembradas entre ellas, se acercó y se dio cuenta que de ellas salía ese magnífico aroma.

“Ahora lo recuerdo, son jazmines Trachelospermum, ¿Cómo te enteraste?”

Bruno volteó a ver a Sophie que sonreía.

Nicole le agradeció con un gesto.

Estaba feliz al ver todo aquello.

Bruno estaba satisfecho.

Dante se acercó al oído de Sophie para decirle.

“Cuando decidamos dónde establecernos definitivamente, haré para ti uno mucho más hermoso”.

Sophie sonrió antes de besarlo.

Dante se había vuelto todo un romántico.

Mientras tanto en otro lugar…

En Italia, Leandro recibía una llamada de Sergio.

Maldijo no tener en ese momento el equipo necesario para rastrear la llamada.

“Hijo, necesito que me ayudes”.

“Vaya, el temible Sergio De Santis pide ayuda”.

“Soy tu padre después de todo, necesito que me deposites una gran cantidad de dinero para poder sostenerme por un tiempo, me lo han quitado todo”.

“Es lo que te mereces, lo siento no puedo ayudarte, me mantienen vigilado, me metería en problemas si lo hiciera”.

Leandro mintió.

La verdad es que no quería ayudarle.

Ya era justo que pagará por todo lo que había hecho.

“Qué sorpresas nos da la vida, mi propio hijo se niega a ayudarme, todo lo que tienes me lo debes a mí”.

“No es verdad, lo tengo porque he trabajado, tu solo me diste un lugar en tu empresa para cuidar de tus intereses, me pagabas como a cualquier empleado, en parte te lo agradezco, gracias a eso he podido salir adelante”.

“Eres un mal hijo, ojala no te arrepientas de no ayudar a tu padre”, dijo antes de cortar la llamada.

Después de eso Sergio tiro el sencillo celular del que le había hablado.

No podía arriesgarse a que su hijo acudiera a las autoridades y fuera rastreado.

Ya se había dado cuenta perfectamente que su hijo no estaba de su lado.

Había elaborado una lista donde había enumerado a sus enemigos, lo hizo en el orden que deseaba desaparecerlos:

1.- Deborah Smith.

2.- Santi Leone.

3.- Nicole Williams.

4.- Bruno Leone.

5.- Gío Rossano.

6.- Noah Williams.

7.- Emma Williams.

8.- René Leone.

9.- Mara Leone.

10.-Rina Jones.

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