Presa entre tus brazos
Capítulo 135

Capítulo 135:

Leandro seguía buscándolos sin encontrar alguna pista, Bruno desesperado por recuperar a su hijo e intentando que Nicole guardará completo reposo, no permitiría que volviera a perder a su bebé.

Ya dos meses habían pasado.

A ellos se les hacía el tiempo eterno, Noah se encontraba recuperado, tenía que seguir indicaciones y un tratamiento.

Sondra continuaba en casa de Leandro, Shelsy le pidió que buscará un trabajo, no podía seguirla manteniendo, pues debía de ahorrar para cuando naciera su hijo, no sabía cómo reaccionaría Leandro.

Tenía que estar prevenida por cualquier eventualidad.

Dante y Sophie habían aplazado el bautizo de la pequeña Danna, decidieron quedarse con Bruno y Nicole.

Ellos los necesitaban más que nunca, habían pasado por tanto.

La pequeña hacía los días de la pareja más llevaderos, Bruno no permitía que Nicole hiciera absolutamente nada, contrato nuevo personal para que la atendieran, ese día Leandro se comunicó con él.

“Aló”.

“Bruno, aún no he podido encontrar pista alguna que me lleve hacia tu madre y Santi”.

“Esa mujer no es mi madre, así que te pido de favor que no te refieras a ella de esa manera”

Bruno se exaltaba cada vez que alguien le recordaba que esa mujerera su madre.

“Lo siento, no volverá a ocurrir, he investigado, ni mi padre ni esa mujer han abandonado el país, tengo gente infiltrada vigilando en los aeropuertos cercanos, seguiré buscando aunque en verdad es como buscar una aguja en un pajar, saben cuidarse muy bien las espaldas para no ser descubiertos”.

“Lo sé, por más que pienso no tengo ni idea en donde puedan estar, esa mujer no se ha vuelto a comunicar y no tengo idea de cómo está mi hijo, eso me está matando, quisiera estar allá buscándolo, pero no quiero dejar sola a Nicole en su estado”.

“No tendría caso, estarías igual que yo sin pista alguna, seguiré buscando cualquier cosa te aviso enseguida”.

“No tenemos forma de agradecer todo lo que estás haciendo por nosotros Leandro no sé cómo podremos pagarte”.

“No tienen que agradecer nada, amo a Santi con toda mi alma”

Bruno ahora entendía que el amor que Leandro tenía por su hijo era tan grande quizá tanto como el que sentía el mismo.

Leandro se despidió, tenía que seguir su búsqueda.

Bruno se sentía cada vez más desesperado.

Nicole tenía ya cuatro meses de embarazo, esperaban con ansia a ese bebé, pero el dolor por la ausencia de Santi iba en aumento.

El padre de Shelsy se comunicó con ella, su madre se encontraba muy mal de salud, ella era hija única y su padre necesitaba que viajará a Pavía, al igual que Nicole, Shelsy había cumplido cuatro meses de embarazo.

“Sondra, viajaré a Pavía, mi madre está muy enferma y mi padre me ha llamado para que vaya, comprenderás que no puedes quedarte aquí por si Leandro regresa”.

“Sí aceptas mi compañía podría ir contigo, en algo podría ayudarte”.

“Gracias, partimos mañana mismo, solo que debo advertirte, la propiedad donde viven mis padres esta en el campo en las afueras del pueblo, en esa área hay tan solo unas cuantas casas situadas cerca del río Ticino”

“No conozco ese lugar, pero será interesante conocerlo”.

“Te encantará, los paisajes son maravillosos, los viñedos le darí vida a esas tierras”

Shelsy habló con ilusión sobre esas tierras, cuando su abuela vivía, siempre iba a pasar vacaciones con ella.

Sondra no era amante del campo, pero no tenía otra opción, no creía que Shelsy le permitiera quedarse ahí, había intentado comunicarse con Sergio sin obtener resultado.

No quería terminar siendo una simple asalariada, se resistía a buscar un empleo común.

Esa noche Nicole salía de darse una ducha, Bruno se encontraba acostado mientras leía.

Ella salió del baño, tenía una bata de seda puesta, era muy corta.

Él se le quedó mirando, la forma de su v!entre le parecía hermosa, apenas comenzaba a notarse, se acercó para darle un beso, coloco su mano sobre su v!entre.

“Muero por conocer a nuestro bebé”

Nicole sonrió.

Estaba tan ilusionado con ese bebé.

Le pidió que se sentará y comenzó a darle masaje en sus pies.

Así fue subiendo hacia sus piernas, la respiración de Nicole se hizo entrecortada, su pecho subía y bajaba agitada mente, él sonrió al notarlo.

“Acabó de leer en el libro, que es completamente seguro que tengamos intimidad siempre y cuando sea con cuidado, créeme tendré todo el cuidado del mundo, está abstinencia me está matando”.

Nicole sonrió al escuchar aquello.

Bruno podía ser muy lindo cuando se lo proponía.

No tenía idea de lo que sus caricias provocaban en ella, le hizo el amor.

Ella sentía que sólo él podía llevarla a lo más alto.

Más tarde se quedaron dormidos.

Exhaustos, por la mañana, Nicole se despertó temprano para darse un baño.

Después Bruno hizo lo mismo.

Bajaron a desayunar entre muestras de cariño, Sophie los observaba, le daba gusto ver que las cosas entre ellos iban bien.

Esperaba que pronto pudieran encontrar a su hijo para que su felicidad fuera completa.

Más tarde, cuando Bruno se encontraba en la oficina, pidió que enviaran varios ramos de rosas rojas a su casa.

Nicole se sorprendió cuando bajó y encontró las rosas en la sala.

“Nanny, ¿Quién las trajo?”, exclamó maravillada al encontrar tal cantidad de rosas.

“El Señor Bruno las ha enviado”.

“Son hermosas”.

Se acercó y tomó una.

Al acercarla a su nariz para aspirar el aroma, un recuerdo vino a ella, era una situación parecida, la habitación estaba llena de rosas rojas, un hombre se acercaba a ella y la besaba, se quedó aterrorizada.

Ese hombre no era Bruno, era su hermano Leandro.

“¿Qué sucede?”

Sara se acercó al ver que Nicole no se movía.

Por el rostro que tenía pudo ver que algo pasaba.

“Nana no entiendo, acabo de tener un recuerdo, había muchas rosas rojas y Leandro me besaba”.

Sara palideció.

No sabía que decir en ese momento.

“Quizá son imágenes de algún sueño”.

“Ya basta de decir eso, cada vez que logró recordar algo, alguien me dice que es un sueño, estoy segura que son recuerdos”.

Se alejó de ahí realmente molesta.

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