Presa entre tus brazos
Capítulo 119

Capítulo 119:

POV René:

Mara vino a calmar mi mente, a llenarme de dulzura, Deborah era como una gran tormenta que arrasaba con todo, Mara es como un bello mar en calma, como la marea baja, llena de paz y tranquilidad.

Tiempo después conocí a Noah Williams.

Preferí enterrar el pasado y no hablar sobre Deborah, él se hizo socio de Sergio, pero la relación que tenían era solo de negocios.

Quien diría que Noah y yo teníamos una historia similar, ese hombre nos había arruinado la vida en su momento, Noah es un hombre sencillo, de un corazón enorme, ha entendido que Gío no es su enemigo.

Ahora llevan una buena relación, se puede decir que son buenos amigos, todos fuimos víctimas de las circunstancias, ahora estamos unidos para enfrentar a un enemigo en común, Sergio De Santis pagará todo lo que ha hecho, sabemos que se mueve en el bajo mundo, como se dice comúnmente, tiene una gran cola que le pisen y nosotros no la vamos a pisar, se la cortaremos.

POV Narrador:

Cada uno de ellos tenía una razón, un motivo para acabar con Sergio De Santis.

En cambio él se sentía seguro de sí mismo, tenía la seguridad de que pronto acabaría con sus enemigos.

Los mantenía vigilados, actuaría en el momento que considerará preciso.

Bruno llegó temprano de la oficina, Nicole había cocinado su platillo favorito, después de comer, Bruno habló con Nicole.

“Creo que es tiempo de que nos mudemos a la nueva casa, quiero que vayamos ahora mismo a escoger los muebles, nos cambiaremos en cuanto los lleven, ¿Te parece?”

“Está bien, vayamos a elegirlos”

Le hacía ilusión hacerlo.

“¿Puedo ir con ustedes?”, preguntó Santi emocionado.

“Claro que sí, tu elegirías los muebles de tu habitación”.

“Papá, ¿Y los muebles de mi habitación de aquí?”

“Aquí todo se quedará como está, cuando lo deseemos nos podremos quedar acá”

A Santi le agrado escuchar eso, la decoración de su habitación le encantaba.

Salieron para comprar los muebles.

Pasaron toda la tarde eligiéndolos, en la última tienda que visitaron, Nicole los dejo un momento para ir al baño, mientras Santi elegía sus muebles, Lidia pasaba por ahí, estaba de compras en la misma tienda, al verlos se acercó a Bruno, para saludarlo.

“Hola guapo, me da gusto encontrarte aquí, no me has llamado”

Hizo un puchero intentando llamar su atención.

“Hola Lidia, él es mi hijo, Santi”, dijo ignorando sus coqueteos,

“Hola, precioso eres idéntico a tu padre”

Le dijo mientras pellizcaba sus mejillas.

Santi puso un rostro de desagrado y se escondió detrás de Bruno.

“Lo siento, a veces suele ser tímido”

“Mis padres organizarán una recepción el sábado por la noche, me gustaría que asistieras, te enviare la invitación a tu oficina”.

“Gracias”.

La chica se acercó demasiado a Bruno, después le dio un beso de despedida, mientras le susurraba a oído.

“Te aseguro que no te arrepentirás de ir”.

Bruno se sintió incómodo.

Cando la chica se alejó de él, vio como Nicole los observaba, en su rostro se notaba que no lea gradaba lo que veía.

“Creo que ya conoces a mi esposa”

Estiró la mano llamándola.

Ella se acercó y tomó su mano.

Él paso su brazo por su cintura y la atrajo hacia él.

“Oh, no sabía, pensé que era pareja de Amadeus”, dijo intentando provocar un disgusto entre ellos.

“Amadeus es un gran amigo”

Le contestó Nicole intentando no perder los estribos.

“En verdad lo siento, en la invitación de Bruno para el evento de este sábado solo colocamos un lugar, que pena, espero puedas asistir Bruno, bueno me despido, con permiso”

Lidia se alejó caminando coquetamente.

“Lo siento mucho, sé que fue de mal gusto su comentario sobre la fiesta”

Bruno se sentía apenado por cómo la chica trató a Nicole.

“¿Piensas asistir?”, preguntó mientras alzaba una ceja.

“De ninguna manera, ya después veré como disculparme con su padre, tampoco estoy obligado a ir si no quiero”.

“Mami, esa mujer no me gusta, no quiero que me vuelva a tocar mi rostro”.

“¿Tocó a mi hijo?”, preguntó molesta.

“Fue su manera de saludarlo”.

Apretó fuerte mis mejillas.

Nicole vio que el niño tenía las mejillas rojizas.

“Oye, ¿Como permites que haga eso?”.

“Lo siento, me tomo desprevenido”.

Después de ese desafortunado evento con Lidia, siguieron eligiendo los muebles que le faltaban.

Sus guardaespaldas los vigilaban de cerca, pero sin ser demasiado obvios.

Aparte de ellos, otra persona los vigilaba de lejos, tenía días que lo hacía, se había convertido en su sombra.

Después, regresaron agotados a casa.

Santi se quedó dormido inmediatamente después de cenar.

Bruno lo subió a su habitación.

Nicole se metió a bañar, eso estaba haciendo cuando escuchó que abrieron la puerta del baño, en unos segundos Bruno estaba tras de ella acariciando su espalda, tomó una esponja y vertió jabón sobre ella.

Luego comenzó a tallar suavemente su cuerpo, la beso intensamente, ella hizo lo mismo, lavo su cuerpo con dulzura, y las caricias de Bruno se volvieron intensas.

“Aquí no, vayamos a la cama”.

Él sonrió.

Luego tomó una toalla y seco su cuerpo.

Lo hizo lento y muy suave.

Después él también se secó, la tomó en brazos y la llevó a la cama.

Puso una música suave, se acercó a ella y empezó a acariciarla de nuevo.

Bruno se detuvo un momento, creyó escuchar un ruido, pero después continuó.

Ambos hicieron el amor intensamente.

Sabían cómo disfrutar de sus cuerpos.

Ambos terminaron exhaustos, satisfechos uno con el otro.

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