Presa entre tus brazos
Capítulo 117

Capítulo 117:

“Eres la única mujer que amo y lo seguirás siendo por siempre, quiero que pase lo que pase nunca lo dudes, eres y serás el amor de mi vida”.

Ella solo sonrió y volvió a besarlo.

En ese momento solo importaban ellos dos.

Bruno no toleraba tocar la piel de otra mujer, era increíble las sensaciones que despertaba en él, terminaron rendidas.

Nicole lo abrazo y así se quedaron dormidos.

Al otro día, Sondra llegó muy temprano a casa de Sergio.

Se había quedado sin dinero y sus padres le habían dado la espalda.

Necesitaba ayuda, el hombre con el que había estado viviendo, la echo a la calle, la mujer solo se dedicaba a gastar y en la casa no hacía nada.

Al paso que iba, lo dejaría en la ruina muy pronto.

“¿Qué es lo que quieres Sondra?”, preguntó de mala gana.

“Necesito tu ayuda Sergio, estoy en la ruina, mis padres me dieron la espalda, no tengo donde vivir”

“Te pedí que hicieras algo muy simple, que te acercaras a tu hermana, que fingieras estar arrepentida y lo arruinaste”.

“Puedo hacer cualquier cosa que me pidas, menos eso, no la soporto, sé que cuando logre quitarla de en medio, Bruno caerá rendido a mis pies”.

“Eso espero, te daré una última oportunidad, puedes quedarte aquí unos días, debes acercarte a tus padres y decirle que estas arrepentida, ellos si te creerán”.

“Esta bien, buscaré el momento oportuno de acercarme a ellos”.

“Necesito a alguien que me informe cuáles son sus planes, así estaré preparado para enfrentarlos”.

Bruno salió muy temprano hacia su oficina, Nicole trabajaría desde casa, tal como él se lo había pedido, no deseaba llevarle la contraria y sabía que tenía razón.

Al llegar, Deborah estaba ahí, se puso furioso.

¿Qué carajos estaban pensando los de seguridad al dejarla entrar?

“¿Qué es lo que quiere aquí señora?”

“Sergio ha intentado hacerles daño, yo no estoy de acuerdo con él, quiero que me des una sola oportunidad de demostrar lo arrepentida que estoy, los mantendré al tanto de sus planes, si es que ustedes me aceptan”.

“¿Como sé que no está mintiendo?”

“¿Y que ganaría con ello? Deseo estar cerca de mi nieto, verlo crecer”.

“Está bien, pero si está mintiendo, la haremos pagar”

“Gracias hijo”.

“Solo le pido un favor, no me llame así, llámeme Bruno, yo no soy su hijo, mi madre se llama Mara Vitelli, ya se lo había dicho”.

Deborah disimulo su molestia por lo que le dijo, ahora creía que por fin había logrado engañar a Bruno, solo era cosa de ganarse su confianza.

Bruno por su parte pensaba hacerle creer que le daría una oportunidad, haber sí era capaz de traicionar a Sergio, sabía que era una mujer ambiciosa, y que era capaz de hacer todo por dinero.

Sergio se encontraba nervioso.

Esperaba que Deborah logrará engañar a su hijo, ahora tocaba el turno de que Sondra jugará su última carta y se acercara a sus padres.

La pelirroja salió para dirigirse a casa de sus padres, no podría perdonarles que le hubieran cedido la empresa a Nicole.

Eso no era justo.

Los haría pagar por eso, así que les pegaría donde mas les doliera, y lo que más les dolía era Nicole y su hijo.

Al llegar a la casa, fue recibida fríamente por sus padres.

“¿Qué quieres aquí Sondra? No te basta con lo que has hecho”.

“Estoy arrepentida, quiero que me perdonen, e intentado acercarme a Nicole, pero ella me rechaza”.

Fingió sentirse triste.

“No mientas, sabemos bien todo lo que le has dicho a tu hermana, ya no creemos en ti”.

“Por favor mamá, yo soy tu hija, no es posible que la quieras mas a ella que a mí que llevo tu sangre”.

“¿Lo ves? No cambias, no puedes evitar decir lo que en realidad sientes”.

“Es que no es justo, yo estoy completamente en la calle y a ella le entregaron el corporativo”.

“Tu padre inició esa empresa con el dinero que le dio la madre de Nicole, le pertenece por derecho, es de ella no de nosotros”.

“No, no y no, parte de esa empresa me pertenece, no se la dejaré a ella, haré lo que sea para obtenerla”.

“Sal de aquí Sondra, ojala algún día te arrepientas de todo lo que has hecho, y puedas acercarte a nosotros, pero con un corazón limpio, lleno de amor”.

“¿Amor? ¿El mismo amor que ustedes me dan? Jajaja”.

“Vete”, dijo Noah desesperado.

“Fingiste quererme como a una hija todos estos años y ahora me corres de esta manera, me echas a la calle sin importarte que pueda pasar conmigo”.

Para Emma y Noah era muy difícil mantenerse fuertes, pero Sondra necesitaba un escarmiento, tenía mucho resentimiento, la consideraban una amenaza para Nicole y su hijo.

Leandro se acercó a su padre, quería hablar con él para saber cómo estaban las cosas.

“Hola papá”

“¿Sucede algo hijo?”

“¿Qué es lo que ha pasado con Nicole y mi madre?”.

“Vaya, ahora la llamas madre”

“Bueno, aunque no me guste lo es, que lo acepte no quiere decir que la quiera, nunca estuvo a mi lado”.

“¿Entonces porque estuviste al pendiente de ella en el hospital?”

“Pará ganarme la confianza de todos ellos, así será mucho más fácil tenerte informado de sus planes”.

“Eso está muy bien hijo, tenemos que evitar que nos quiten nuestra fortuna, porque no tan solo yo quedaré arruinado, tú también lo estarás”

Sergio quería envolverlo de esa manera, pero Leandro había formado su propio imperio sin necesidad de su ayuda.

Deborah llegó en ese momento, en su rostro se podía apreciar que estaba satisfecha con los resultados de su visita a Bruno.

Pidió a Sergio hablar solo con él, no se fiaba de Leandro.

“Logre convencerlo, tenemos que celebrar que el plan va tal como lo queremos, pronto estaré dentro de su casa cerca de su hijo”.

“Claro que vamos a celebrarlo”.

Le dijo sacando una botella y dos copas, después de servirle entregó una a ella.

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