Presa entre tus brazos
Capítulo 112

Capítulo 112:

Nicole traía puesto un vestido color vino, era ajustado hasta la cintura y con vuelo en la falda, con un discreto escote al frente, ese color hacia ver su piel más blanca, traía el cabello suelto en ondas, se le figuro una muñeca de porcelana.

Santi y Bruno salieron de ahí tomados de la mano.

Quien los veía sabía perfectamente que eran padre e hijo, aunque no los conocieran, eran como gemelos, aunque con diferente estatura.

“No te pongas triste hija, estoy de acuerdo en que Bruno necesita una lección, te ama, pero es un completo cabeza dura”.

Nicole sonrió ante la ocurrencia de su padre.

Noah sabía que Bruno era un bien muchacho, pero de conquista y mujeres de eso sí que no sabía.

Sergio se enteraba en ese momento de lo que ocurría.

Uno de los invitados era su amigo, en cuanto escucho la noticia salió al jardín para llamarle, enseguida se puso a pensar sobre el poder que tendría si conseguía que Nicole le cediera toda esa fortuna.

La única manera de hacerlo era mediante su hijo.

Ese niño era el medio para conseguirlo.

“¿Qué piensas cariño?”

Le preguntó Deborah en cuanto corto la llamada.

“La madre de tu nieto ha heredado una gran fortuna, es más grande que la nuestra y la de tu hijo juntos”.

“Vaya, algunas p$rras tienen suerte”, dijo molesta.

“Sí quitáramos de en medio a tu hijo y a esa chica, tu nieto heredarías una fortuna incalculable.

“¿Y?”

“Qué podrías reclamar tu derecho sobre ese niño, otra manera sería secuestrarlo y pedir a sus padres que nos cedan esa fortuna, claro que no les regresaríamos al desgraciado, sería nuestro boleto para estar tranquilos, lo mantendríamos con vida a cambio de que no nos molestaran”.

“Tus dos planes me gustan, pero me voy más por el segundo, qué tal si el juez les da la custodia del desgraciado a los otros abuelos, sabes que pueden decir muchas cosas sobre mí que me afectarían”.

“Tienes razón, así iríamos a la segura, jajaja”.

En esa ocasión Leandro no estaba ahí para escuchar sus planes.

El par de villanos reían y abrieron una botella para celebrar todo lo que harían, definitivamente su corazón estaba podrido.

Al terminar la fiesta, Nicole despedía a su hermano y a sus amigos.

Dante no había podido acudir, ya que estaba fuera del país.

Sophie se acercó a su amiga, su embarazo ya se notaba, su v!entre había crecido enormemente.

“Peque, siento lo que ocurrió, no había podido decírtelo, Dante y yo queremos que seas madrina de nuestra nena, espero aceptes, solo que el padrino será Bruno”.

“Gracias amiga, sabes que jamás me negaría, será un gran honor ser madrina de tu nena, la querré como a una hija, tenlo por seguro”.

Las dos amigas se abrazaron.

Nicole no pudo evitar las lágrimas.

Esta vez eran de alegría.

Para ella significaba mucho que la tomarán en cuenta para ser la madrina.

En casa de Bruno, después de jugar video juegos, llevó a su hijo a dormir.

Había empezado a llover fuertemente, así que había tormenta eléctrica y se escuchaban los truenos.

“¿Papá, podrías dormir contigo? Las tormentas me dan miedo, mamá también ha de tener, siempre dormíamos juntos en noches como está”.

“Sí hijo, claro que puedes dormir conmigo”.

Nicole en casa de sus padres se sentía aterrada por la tormenta.

Sara que ya la conocía se dirigió hacia su recámara, estando en la puerta se fue la luz,

Nicole grito completamente aterrada, al iluminarse la ventana por un rayo, pudo ver a un hombre parado fuera de su ventana.

Sara se apresuró a entrar y Nicole temblaba terriblemente.

La luz volvió en ese momento, revisaron el balcón, pero no había nadie, además la casa se encontraba muy vigilada.

Gío y Rina al escuchar el grito llegaron corriendo, su habitación estaba hasta el otro lado, por eso tardaron, también revisaron sin encontrar nada.

Gio pidió a los guardias que estuvieran atentos.

Nicole se sentía avergonzada.

No podía evitar tener miedo durante las tormentas.

Los nervios la traicionaban y veía cosas que solo estaban en su imaginación.

¿O tal vez no estaban en su imaginación?

Esa duda la dejo perturbada.

El domingo por la noche, Bruno llevó a Santi.

El niño ya se había acostumbrados a estar con sus padres reunidos, así que los tres sufrían al despedirse, pero Nicole pensaba que sería bueno que Bruno tuviera tiempo de reflexionar sobre sus acciones.

Bruno salió de ahí muy triste.

Necesitaba a su familia a su lado, pero entendía que se había equivocado una vez más al culparla.

Cuatro meses después, Nicole había tomado el cargo de ambas empresas.

La fusión se había llevado acabado y ahora eran el Corporativo Rossano Williams.

Decidió no cambiar los nombres para conservar la identidad de las empresas.

Bruno ya no había visto a Nicole, ya que ella lo evitaba.

Sara se encargaba de recibir y entregar al niño.

Ese día por la noche, Santi se quedó con René y con Mara.

Bruno tenía que acudir a una gala.

Allí se harían reconocimientos a diversos empresarios por sus logros, no deseaba ir solo, así que invitó a la hija de una amiga de su madre.

Mara no estaba de acuerdo, si su intención era regresar con Nicole, esto podría mal interpretarse.

Al llegar a la gala, varios fotógrafos apostados en la entrada, tomaron fotos de él y la bella chica que iba de su brazo.

Sabían que estarían ahí los hombres más importantes, alguna buena noticia tenía que salir.

Antes de entrar, un fuerte murmullo lo hizo voltear.

Una hermosa mujer llamaba la atención de todos, llevaba puesto un se%y vestido rojo, era largo, ajustado al cuerpo, de cuello alto, bordado de finos cristales, el escote en la espalda terminaba justo en la cadera, lo que permitía apreciar lo estrecha que era su cintura, llevaba un peinado alto, unos stilettos daban porte a su figura.

Amadeus iba a su lado, al acercarse pudo ver que esa mujer era Nicole.

La furia se apoderó de él, hizo un esfuerzo por contenerse, sabía que no era el momento ni el lugar para hacer un escándalo.

Amadeus lo saludo al llegar junto a él.

Nicole observó a la chica que sostenía el brazo de Bruno, así que instintivamente se acercó más a Amadeus.

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