Presa entre tus brazos -
Capítulo 110
Capítulo 110:
Solo se alegraba cuando la visitaba Leandro, ya que él siempre estaba al pendiente de lo que necesitara.
Bruno se molestaba al llegar porque encontraba ramos de rosas rojas en la casa, él sabía perfectamente el significado de esas rosas.
Busco a Leandro para reclamarle y pedirle que dejara de enviarlas.
“¿Qué es lo que quieres Leone?”
Leandro sabía lo que pasaba y su frialdad hacia Nicole.
“Qué dejes de enviar esas rosas”
“No voy a hacerlo, sé que le gustan, intento alegrar un poco sus días, ya que tú te niegas a hacerlo, así que has lo que quieras, pero no dejaré de enviarlas2.
Bruno ya no dijo nada.
Solo se dio la vuelta para retirarse.
“Pensé que la amabas lo suficiente, pero al primer problema le das la espalda, te creí más inteligente, te arrepentirás cuando la pierdas, ella no estará disponible para ti por siempre”, dijo en un tono molesto.
Bruno apresuró el paso.
Sabía que podía perderla, pero no podía evitarlo
Se sentía molesto con ella.
Necesitaba beber, así que se dirigió a un bar para hacerlo.
allí se encontró con Amadeus que había llegado al país ese día.
Después de saludarlo tomaron algunas copas.
Bruno ya un poco tomado, así que decidió desahogarse.
Después de todo la opinión de Amadeus sería neutral.
“Vaya, no puedo creer lo que ha pasado, lo siento mucho”.
“Lo peor del caso es que no puedo quitarme del pecho esta sensación de que Nicole es culpable, le pedí que no trabajara, que se quedara en casa, cuando menos el tiempo que el médico indicó que había riesgo de perderlo”.
“Ella no podía saber lo que está chica haría”.
“Lo sé, pero si me hubiera hecho caso, el bebé estaría con vida”.
Amadeus ya no quiso decir nada, si lo hacía podría iniciar una discusión que no tendría caso, Bruno no escuchaba razones.
Por la madrugada salió del bar.
Al llegar a casa se acostó de inmediato.
Se sentía muy mareado.
Nicole que lo esperaba despierta, sólo se le quedó mirando.
No deseaba molestarlo.
Quería darle tiempo de superar a su manera lo que estaba pasando, en ese momento Bruno con los ojos cerrados empezó a hablar, diciendo lo que ella jamás pensó escuchar.
“Sí me hubieras hecho caso mi bebé estaría vivo, fue por tu necedad que ahora ya no está con nosotros…”, dijo arrastrando las palabras antes de quedarse profundamente dormido.
Ahora Nicole por fin sabía que es lo que estaba pasando.
Por eso se mostraba así de frío.
Ella se levantó y salió de la habitación.
No le importo Ja hora, se dirigió hasta el cuarto de Sara para hablar con ella.
“¿Estas segura mi niña? Sabes que yo te apoyo”.
“Si nana, es lo mejor”.
Al otro día, Bruno despertó con una terrible resaca.
No recordaba nada de la noche anterior después de que habló con Amadeus, ni siquiera como fue que regresó a casa.
El busco a Nicole y no la encontró.
Tampoco estaba Santi ni Sara.
Era domingo, así que quizá habían salido a pasear.
Le extraño porque Nicole estaba muy deprimida.
Se preparo unos chilaquiles para ver si así su estómago se lo agradecía y dejaba de martirizarlo.
Intento llamar a Nicole, pero su teléfono estaba apagado.
Luego llegó la noche y el seguía esperando.
Se preocupó y llamó a sus padres, con Noah y Emma no estaba, después llamó a Gío.
“¿Está Nicole con ustedes?”
“Me pidió que no te lo dijera, pero sí está en casa, no desea verte, no sé cómo carajos volviste a lastimarla de esa manera, ¿Como te atreves a culparla por la muerte de su hijo? Era ella quien lo llevaba en el v!entre, maldito egoísta, solo piensas en lo que tu sientes, si es para lastimarla de esa manera, no vuelvas a buscarla”
LE dijo Gío muy molesto antes de cortar la llamada.
Bruno se quedó atónito.
¿Qué demonios le había dicho esa madrugada?
Si al menos pudiera recordar, por la mañana iría a buscarla.
Pero entendió que debió hablar con ella desde el principio.
Ahora estaba metido en un buen lío.
Nicole era orgullosa, no sabía si podría perdonarla.
…
Bruno se dirigió a casa de Gío, quería de vuelta a su mujer y a su hijo, pero lo recibieron con tal frialdad que pensó que estaba ante unos bloques de hielo.
Rina y Gío lo observaban molestos.
“Si vas a tratar mal a nuestra hija, ¿Para que la buscas?”
“La amo”
Le dijo agachando la cabeza.
Se sentía avergonzado por su comportamiento.
“¿Estás seguro? Porque si no lo estás, será mejor que te vayas, tus inseguridades hacen sufrir a nuestra hija”.
“Necesito hablar con ella, pedirle que me perdone”.
“Será la última vez que cometas una tontería y te permitamos acercarte a ella, y que quede claro que lo hacemos por nuestro nieto, si no fuera por eso, en la madrugada nos la hubiéramos llevado fuera del país”.
Bruno palideció al escuchar esas palabras.
No quería perderla de nuevo.
No lo soportaría.
Rina y Gío subieron, minutos después bajó Nicole.
Su rostro era muy serio.
“¿Qué quieres aquí?”
Tenía los brazos cruzados sobre su pecho.
Se veía que estaba muy molesta.
“Qué vuelvas a mi lado junto con mi hijo, no está bien que a las primeras de cambio regreses con tus padres, ya somos adultos”.
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