Presa entre tus brazos
Capítulo 104

Capítulo 104:

“Mi asistente estará al pendiente de su trabajo con mi empresa, espero pronto puedan enviarme el proyecto terminado”.

“Sera muy pronto, ya solo ajustaremos algunos detalles”.

“Bueno, me retiro, que estén bien, les deseo felicidad en sus vidas”

“Gracias”. contestó Bruno.

Al salir Amadeus, Nicole se le quedó viendo a Bruno.

“¿Y eso que fue?”

“¿Qué cosa?”

“Lo de hace un momento, la escenita de celos”

Estaba molesta.

Pasará lo que pasará, Bruno parecía no cambiar.

“Lo siento, no me gusta verte cerca de otros hombres, mucho menos que te toquen”.

“Bruno, Bruno, bien dicen, genio y figura”.

Él se acercó a besarla.

La amaba demasiado.

Tanto que no soportaría perderla.

No de nuevo.

Ese día Sara llevó a Santi a la guardería.

Nicole bajo para verlo.

“Hola mi pequeño hermoso”.

“Hola mami, vino a verme la señorita Alizza, no me gusta, quiere ser mi mamá”.

A Nicole le extraño lo que el niño decía.

Pensó que quizá se había confundido.

Más tarde regresaron a casa.

Los guardaespaldas le informaron a Bruno que alguien los había seguido.

Preocupado ordenó aumentar la vigilancia de su mujer y su hijo, Sergio y Deborah tenían decidido acabar con Nicole y con Rina.

Nadie les iba a quitar su fortuna, no estaban dispuestos a renunciar a nada..

En la mansión de Bruno se preparaban para cenar, el timbre comenzó a sonar con insistencia.

La chica del servicio abrió la puerta.

Deborah la apartó de mala manera.

Luego entró en la mansión.

Bruno al escuchar la discusión, se apresuró para ver qué era lo que estaba sucediendo, y se encontró con su madre.

“Señora ¿Qué es lo que quiere? Aquí usted no es bienvenida”.

“Soy tu madre, vengo a conocer a mi nieto, tengo derecho a hacerlo”.

“Todavía después de todo lo que están haciendo tiene el descaro de presentarse en mi casa, a mi hijo usted jamás se le va a acercar, se va de aquí o la saco, usted decide”.

Deborah estaba furiosa, pero era muy buena actuando, por lo que pudo fingir muy bien que estaba triste.

Nicole se acercó en ese momento.

Había pedido a Sara que subiera con él niño.

“¿Qué es lo que pasa?”

“Nada. Está mujer ya se va”.

“Nicole, por favor hazlo entender, solo quiero su perdón, estoy arrepentida por todo lo que sucedió, amo a mi hijo y deseo conocer a mi nieto”.

“Es a Bruno a quien debe convencer de escucharla, yo no puedo meterme, usted le hizo demasiado daño”.

Bruno se acercó y pasó su brazo por la cintura de Nicole, mientras Deborah los observaba mientras maldecía por dentro.

Deborah había pensado que Nicole intervendría a favor de ella, al darse cuenta de que no lo haría, su odio hacia ella creció.

Salió de ahí intentando contener su furia.

Bruno tomó la mano de Nicole para volver al comedor.

Sara al ver que Deborah se había ido, bajó a Santi para que estuviera con sus padres, después subieron a acostar al pequeño, como todas las noches Bruno le contó un cuento.

Esa faceta como padre le gustaba, siempre había sentido que le faltaba sentido a su vida, ahora lo había encontrado.

Nicole estaba acostada.

Él puso crema en sus manos y empezó a masajear sus pies.

Cada vez la sorprendía más.

Ese no era el Bruno que conocía, tal vez se lo habían cambiado.

Al poco rato, colocó su cabeza sobre el abdomen de Nicole.

“Serás junto a tu hermano, el bebé más amado del mundo, te protegeré toda mi vida, te lo prometo mi pequeño amor”.

Se quedó dormido mientras ella acariciaba su cabeza con ternura.

Bruno quizás exageraba un poco respecto al embarazo, pero si algo tenía claro es que esperaba a ese bebé con ilusión.

Le cocinaba cada vez que podía, ya había cumplido cuatro meses de embarazo, por ser el segundo, ya se le notaba un poco.

Ella insistía en acudir al corporativo.

Tenían que entregar los proyectos de Amadeus.

El ruso regresaría en un mes y tenían que entregar ya todo terminado.

Bruno de pronto se perdía algunas horas, eso le pareció extraño.

Sergio parecía haberles dado una tregua, pues no había intentado hacer algún movimiento en su contra.

Ese día a la hora de la comida, al salir de la oficina, Bruno coloco una venda alrededor de sus ojos, la ayudó a subir al auto, Nicole no tenía ni idea de que se trataba aquello.

“¿A dónde me llevas?”

Sentía mucha curiosidad por saberlo.

“Es una sorpresa, no te vayas a quitar la venda”.

Viajaron por algunos minutos, y el auto se detuvo.

Nicole escucho una reja abrirse, el auto avanzó por algunos minutos más.

Cuando apagó el motor se dio cuenta de que habían llegado.

La ayudo a bajar, escucho que abrió una puerta y la ayudó a entrar, en ese momento retiró la venda.

Nicole vio que estaba dentro de una enorme casa.

“Bienvenida a la que será tu nueva casa, podrás decorarla a tu manera”

Se sentía ilusionado, quería que ella eligiera todo, que estuviera decorada a su manera.

“Bruno, pero en la que estamos es perfecta”.

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