Presa entre tus brazos
Capítulo 102

Capítulo 102:

Al llegar Alizza corrió hacia Bruno y lo saludo efusivamente.

“Señor Bruno, que bien que ha regresado”

Le dijo mientras lo abrazaba.

La chica no lo pensó, solo lo hizo instintivamente.

Bruno se puso rígido al momento cuando reaccionó y empujó a la chica.

“Lo siento señor, fue inapropiado mi comportamiento”

De pronto sintió la mirada de los demás sobre ella.

Bruno no dijo nada.

Solo siguió su camino para saludar a Bertha.

Nicole saludo a Alizza.

“Hola, ¿Qué tal todo por aquí?”

“Buen día Señora Nicole, todo ha estado muy tranquilo”

Le contestó fríamente.

Nicole se dirigió a su oficina después de saludar a Bertha.

Se sorprendió al encontrar un bolso y algunas otras cosas sobre su escritorio.

Enseguida llamo a Bertha.

“Bertha ¿Quién ha usado mi oficina?”

Alizza entró tras de ella y se apresuró a recoger las cosas.

“Lo siento Nicole, esta niña por más que le pedí que no entrará aquí, pero insistió en hacerlo”.

“Una disculpa señora, como la oficina está a vacía, pensé que podría ocuparla”.

“Aquí tengo documentos muy importantes para la empresa, ¿Como lo has abierto?”

“Encontré la puerta, no tenía llave”.

“No lo creo, siempre tengo cuidado de cerrar la puerta, te pido de favor que no vuelvas a hacerlo”

Nicole se encontraba muy molesta.

“Lo siento señora, no volverá a ocurrir”.

Se disculpó fingiendo estar apenada.

“Señora permítame felicitarla, el Señor Dante me ha dado la noticia, felicidades por su embarazo”

Bertha lo dijo en ese momento con toda intención, haber si así esa chica entendía las cosas de una buena vez.

“Gracias Bertha.”

Nicole imaginó que Bruno le había contado a Dante.

Alizza se quedó en Shock.

Pensaba que como se habían divorciado y que ya no seguirían juntos.

“Maldita sea, veremos cuanto tarda tu felicidad, me desharé de ti y de ese desgraciado”, dijo para si misma entre murmullos.

“¿Has dicho algo Alizza?”

“No, nada, por cierto, la felicito señora”

Alizza la felicitó hipócritamente.

En realidad deseaba que ese bebé no naciera.

Alizza se dirigió hacia el baño.

Luego tomó el teléfono e hizo una llamada.

“Aló”.

“Señor, la señora Nicole y el Señor Bruno siguen juntos”.

“Eso ya lo sé”.

“Ella está embarazada”.

“Vaya, interesante, eso sí es nuevo, mantenme informado de todo lo que pase”.

“Si señor”.

Alizza guardo el teléfono después de que aquel hombre corto la llamada.

Odiaba a ese hombre porque la obligaba a ser su espía, pero sabía que estaba dispuesto a desaparecer a Nicole y eso le agradaba.

Dos días después se reunían en casa de Rina.

Ese día ella salía del hospital y habían organizado una reunión de bienvenida.

Poco después llego en compañía de Gío, aún estaba en silla de ruedas, lo estaría por algún tiempo, ya que se había fracturado un pie.

“Bienvenida a casa mamá”, exclamó Nicole y se acercó a abrazarla, mientras le entregaba un hermoso ramo de rosas.

Leandro hizo lo mismo.

Bruno y Nicole aprovecharon que estaban todos reunidos para darles la noticia de su embarazo, todos los felicitaron, los padres de Nicole no cabían de gusto por la noticia.

“Esta vez será una niña, estoy seguro”, exclamó feliz Bruno.

Sophie se emocionó.

Podría compartir con su amiga la experiencia de su embarazo.

“Dante ¿No se lo habías contado?”, preguntó Nicole.

“No, imaginé qué tu querrías decírselo cuñada”.

“Qué malo, me lo hubieras dicho”

Le dijo mientras le daba un pequeño golpe con el puño en su brazo.

“Auch eso dolió”, dijo mientras se tallaba.

“Llorón”

Le respondió Sophie fingiendo estar enojada.

Esto hizo reír a los demás.

Pasaron una tarde agradable, pero más tarde los hombres entraron en la casa, las mujeres se quedaron en el jardín.

“¿Qué has investigado Leandro?”, preguntó Bruno.

“Entré en la computadora personal de mi padre, copie algunos archivos donde consta que tiene negocios sucios, pero siento que no son suficientes”.

“Rina ha pensado en poner una denuncia por todo lo que le hizo en el pasado, pero sin pruebas contundentes se reirá de nosotros, sería alertarlo”.

“Mi padre es una persona peligrosa, soy consciente de ello”.

Estuvieron hablando un par de horas, después todos se despidieron para dejar que Rina descansara, ya que su cerebro todavía se encontraba inflamado.

Más tarde, Nicole acomodaba algunas cajas, pero Bruno corrió a quitárselas.

“¿Qué estás haciendo? No vuelvas a hacerlo”, exclamó alarmado.

“Oye, no pesan nada”

Nicole sentía que Bruno estaba exagerando.

“No importa, no debes hacer ninguna clase de esfuerzo”.

Nicole rodó los ojos.

Ya no le estaba agradando que Bruno exagerara.

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