Por qué no me amas
Capítulo 31

Capítulo 31:

En un instante, los fragmentos de la noche anterior comenzaron a pasar por su mente, provocándole un dolor de cabeza. En respuesta, él entrecerró los ojos y se presionó el entrecejo con fuerza.

Incluso había confundido a Linda con Estela…

¡Qué ridículo!

Una profunda frustración lo invadió desde el fondo de su corazón. ¡De repente, algo le vino a la mente! Algo que le hizo abrir los ojos de inmediato para revisar nuevamente la nota.

La escritura de la mujer estaba torcida y solo podía describirse como ordenada; muy diferente a la hermosa letra de Estela.

Esteban se dejó caer en la cama, dejando que los recuerdos de la noche anterior se extendieran por todo su cuerpo poco a poco. En estos últimos años, Linda era la única mujer a la que realmente quería acercarse. Él era un hombre normal, que a veces tenía necesidades y encontraba a alguien que pudiera llenarlas. Sin embargo, nunca importaba cuán hermosa y encantadora fuera una mujer, él siempre sentía odio desde el fondo de su corazón.

Pero ahora, la sensación de anoche lo acechaba… incluso se había vuelto un poco codicio o con el sabor de esa mujer.

“Linda…”. Murmuro.

Para celebrar el éxito de haber ganado la licitación, Trophy organizó una fiesta.

Como líder del proyecto, Estela fue la figura más llamativa del banquete, por lo que muchos de sus compañeros se acercaron a brindar con ella. Sin embargo, la mujer se controló para no beber mucho y luego encontró una excusa para ir al balcón a respirar un poco de aire fresco para recuperar la sobriedad.

En silencio, contemplo la vista nocturna de Ciudad H. Esta ciudad era tan joven y enérgica como siempre; todo estaba lleno de oportunidades y riesgos.

Luego se sentó en el columpio del balcón mientras que el viento de la noche soplaba, dejando su cabello un poco desordenado. Con un movimiento casual pero encantador, ella se apartó el cabello del rostro.

Entonces, sin previo aviso, las escenas ardientes de la noche anterior comenzaron a aparecer en su mente. Inevitablemente, la temperatura en su cuerpo aumentó, pero sus ojos permanecieron indiferentes y fríos debido a su forma de ser tan racional.

Estela tomó un sorbo de vino, el cual le manchó los labios haciéndolos lucir más claros y se%ys.

“Esteban Gu…”. Pronuncio entrecerrando los ojos lentamente. Todavía podía escuchar el eco de su amarga confesión de anoche. La mayoría de la gente era extraña, y había quienes no podían tener a quien amaban, pero no apreciaban al que tenían.

Esto provocaba que, cada que estuvieron juntos, sospechaba el uno del otro y terminaran perdiendo la cabeza. No era sino hasta que ya resultaba demasiado tarde que se extrañaban mutuamente.

La vida entera parecía estar llena de remordimientos. Con una sonrisa sarcástica, la mujer continuó mirando el brillante cielo nocturno mientras bebía el resto del vino en su copa.

Esteban Gu, ¿Recuerdas lo mucho que me lastimaste ese año? Juré que te haría pagarlo el doble.

En el Grupo Gu.

«Hola, aquí tiene mi tarjeta de presentación. Necesito hablar con el señor Gu sobre el plan del proyecto». Vestida con un traje escotado en el pecho, digna, pero s%y. Estela se quedó con la espalda recta, esperando que la secretaria le diera acceso.

«Señorita Linda, por aquí por favor».

“Gracias”.

La chica levantó la mano para tocar suavemente la puerta de la oficina hasta que escuchó a un hombre diciendo: «Adelante».

Ella curvó sus labios en una sonrisa antes de abrir la puerta y entrar.

«Señor Gu». Dijo ella, de pie frente al hombre, con sus hermosos ojos brillando.

Desde aquella maravillosa noche, Esteban no podía evitar pensar en su cuerpo desnudo cada vez que la veía.

“¿Estás aquí?». Cuando el hombre habló de nuevo, su voz se había vuelto un poco ronca.

Estela abrió un sobre de papel con naturalidad, sacó los archivos y los colocó frente a él: «Señor Gu, este es el plan que nuestro equipo acaba de idear. Me gustaría compartirlo contigo para ver si tienes alguna sugerencia».

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