No te pertenece
Capítulo 868

Capítulo 868:

Punto de vista de Helen:

Cece me explico que estaba en la primera fase de su negocio.

Últimamente estaba muy ocupada y apenas tenía tiempo para sí misma. Además, los suburbios estaban lejos de la empresa, por lo que tenía que pasar mucho tiempo de viaje.

Por eso, la mayor parte del tiempo dormía en su despacho.

Me quedé pensando un rato. Aunque su sugerencia era atractiva, no estuve de acuerdo.

“No tienes por qué hacer eso. Es más fuerte y estable de lo que crees. Además, puedo verla a través de la cámara de vigilancia, así que puedo controlarla de vez en cuando”.

Una vez terminada la llamada, reservé el hotel donde me alojé la última vez.

También llamé a George y hablé con él unos minutos.

Luego, colgué la llamada con la excusa de que tenía que asistir a una reunión.

Estuve dando vueltas en la cama toda la noche.

A la mañana siguiente, cuando supuse que la gente de Yeadon Real Estate ya estaba trabajando, fui a buscar a Mason Browns, su representante encargado del proyecto en Princeton.

Ya había venido antes, así que la recepcionista me reconoció.

“Helen, el Señor Browns ha dimitido”

Me susurró.

“¿Ha dimitido? ¿No era el segundo mayor accionista de Yeadon Real Estate? ¿Por qué haría eso?”

Pregunté incrédula.

Me moría de ganas de saber la verdad sobre el asunto, pero tenía un mal presentimiento.

Pero como eran horas de trabajo, la recepcionista se negó a entrar en detalles por miedo a que la oyeran los demás.

Pero yo fui persistente.

Me senté en la silla y esperé a que el resto de empleados hubiera fichado.

“¿Por qué dimitió Mason? ¿Y cuándo se fue?”

Pregunté con ansiedad.

La recepcionista miró a su alrededor.

Una vez que se aseguró de que no había nadie, explicó en voz baja:

“Se aprovechó de su posición y transfirió los proyectos de Yeadon Real Estate a otras personas. Después, huyó con el dinero al verse descubierto”.

Se me encogió el corazón y se me debilitaron las rodillas.

Sentí frío en todo el cuerpo al salir de Yeadon Real Estate.

Sólo cuando me senté en el coche durante un buen rato recobré el sentido.

No me atreví a demorarlo más.

Sin más dilación, me dirigí a la oficina en donde había ocurrido todo para comprobar la propiedad del terreno por el que había pagado Leeson Holdings.

Cuando llegué, busqué al guardia de seguridad que me había llevado arriba aquel día, pero no estaba por ninguna parte.

En cambio, había otro guardia de seguridad no muy lejos.

Me acerqué a él y le pregunté sin rodeos:

“Hola, ¿No ha venido hoy el otro guardia de seguridad? ¿Dónde puedo encontrarle?”.

Me miró confuso.

“Eh, lo siento, pero soy el único guardia de seguridad aquí”.

Recordé al hombre que había conocido el otro día y describí su aspecto.

“Es alto y ligeramente gordo. También tiene un lunar cerca de la oreja. Por favor, piénselo bien. Tengo que preguntarle algo muy importante”.

El guardia de seguridad se lo pensó un momento y luego sacudió la cabeza.

“Debe de haberse equivocado de persona. Llevo mucho tiempo trabajando aquí, pero no conozco a nadie que se ajuste a la descripción. ¿Quizá habló con el personal de mantenimiento?”.

¿Cómo podía el personal de mantenimiento llevar el uniforme de los guardias de seguridad?

Estaba seguro de recordar correctamente.

No tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero intenté mantener la calma y la compostura.

“¿Está abierta al público la ventanilla comercial provisional de la segunda planta? ¿Puede llevarme allí?”

“Los escaparates están todos en la primera planta. En la segunda planta están las oficinas administrativas. Nadie puede subir sin cita previa”

Respondió el guardia de seguridad.

Parecía bastante seguro de que lo que yo decía no existía.

Un escalofrío me recorrió la espalda.

Debía de ser la madre de George quien había tendido todas las trampas.

El proyecto, el guardia de seguridad y la propiedad del terreno eran falsos.

Todo esto se hizo sólo para hacerme caer en el abismo.

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