No te pertenece
Capítulo 691

Capítulo 691:

George seguía diciendo:

«Me quedé inmóvil durante toda la noche, contemplándote. Más tarde, estaba tan cansado que también me quedé dormido. Era casi de madrugada. Cuando me desperté, ya te habías ido. Te había llamado durante tres días consecutivos, pero no respondías. Luego, cuando por fin lo hiciste…»

Me puse bajo la farola y escuché en silencio.

Cuanto más escuchaba, más sentía que probablemente esto no iba a salir bien.

«Por fin contestaste al teléfono al tercer día. Me alegré tanto que quise expresarte mi amor, pero me arremetiste de forma tan bulliciosa. Tal vez estabas realmente molesta conmigo».

George sonrió con autocrítica y dio un aspecto muy triste.

El George que yo conocía siempre había sido orgulloso e implacable.

Rara vez mostraba una expresión tan desolada, lo que dijo me hizo recordar nuestra graduación de la escuela.

De hecho, no recordaba ninguna llamada de George.

En ese momento, acababa de enterarme de la aventura de mi padre.

La aparición de Libby y Jane me había sumido en un pozo oscuro. Todo mi mundo estaba envuelto en la desesperación y la oscuridad.

En ese momento, solo había tristeza e indignación en mi corazón.

La amargura y el odio surgían en mi corazón.

Por eso, cuando la llamada de George me llegó, debí reaccionar con un arrebato de ira.

No importaba quién llamara, mi reacción sería la misma.

Le miré con sentimientos encontrados y le expliqué con un suspiro:

«Lo siento, no quería ser tan grosero. A mi familia le había ocurrido algo terrible durante ese tiempo. Por eso no respondí llamadas».

De hecho, por lo que recordaba, George y yo no nos conocíamos mucho cuando estábamos en la escuela.

Si no fuera por la reunión organizada por Kendal y Cece, probablemente habría olvidado que ese hombre existía.

Después de todo, casi no hubo interacción entre nosotros.

Quizá George y yo nunca estuvimos destinados a estar juntos.

No pudimos estar juntos en la escuela, aunque nos volvimos a encontrar cuando crecimos al final no pudimos escapar del destino de estar separados

«No importa ahora. Todo ha terminado. Lo único que lamento es no haber tenido la oportunidad de expresarte mi amor antes. Cuando volví del extranjero, quería volver a encontrarme contigo. Quería perseguirte paso a paso de la forma más romántica que pudiera. Pero cuando por fin nos vimos, acabamos teniendo una aventura de una noche y tú dijiste que solo querías que fuéramos amigos con derecho a roce. Eso arruinó todos mis planes. No pude encontrar la oportunidad de explicarte después, porque dijera lo que dijera, probablemente pensarías que era una excusa para mantener una relación se%ual contigo»

Me quedé boquiabierta con lo que dijo.

Muchas cosas empezaron a tener sentido ahora,

¿Por qué George se ofreció a llevarme al hotel esa noche?

¿Por qué se enfadó cuando le dije que solo teníamos una relación se%ual casual?

¿Por qué era tan considerado que, por muy ocupado que estuviera, cocinaba para mí?

¿Y por qué conocía mis platos favoritos?

Resultó que todo era porque le gustaba.

George se adelantó y sus profundos ojos se clavaron en mi alma.

Me miró con seriedad y me dijo:

«No sé si será diferente decírtelo ahora, pero me gustabas desde nuestros días de escuela y me sigues gustando hasta el día de hoy. También sé que tiendo a ser arrogante y que no hice un esfuerzo concertado para conocer a la verdadera tú. Por lo tanto, nuestra relación está en una encrucijada. Helen, ¿Puedes por favor darme una oportunidad más para hacer todo bien a partir de ahora?»

Mis ojos se abrieron de par en par, no podía creer lo que acababa de oír.

¿Realmente quería decir que estaba enamorado de mí desde la escuela?

George dijo:

«¿Todavía te acuerdas de la canción que tocaste en la fiesta de bienvenida a los estudiantes de primer año? desde ese momento, tu rostro ha quedado profundamente grabado en mi corazón. Nunca podré olvidarlo»

Era la primera vez que George me confiaba tanto.

Siempre había sido frío y diferente, excepto durante el se%o.

Ahora incluso me miraba con unos ojos tan cariñosos y gentiles.

Mi rostro se sonrojo al ver que ahora todo encajaba, la luz de la lampara le daba a George justo en la cabeza.

Tal vez nadie en el mundo podría rechazar su confesión, pero para mí… todo esto ya era demasiado tarde.

Si me hubiera dicho estas palabras antes, aunque fuera una semana antes, tal vez me hubiera conmovido más y le hubiera dado otra oportunidad.

Pero ahora ya había pasado demasiado tiempo.

Todo carecía de sentido.

Había pasado demasiado en trabajo.

Di un paso atrás y me mantuve a distancia de él.

«Gracias; ha sido un hermoso discurso Tengo que admitir que me siento halagada y agradecida porque me has amado durante mucho tiempo, pero eso no cambia nada. Tu declaración ahora solo me hace sentir mal. Creo que tú y Jane son perfectamente compatibles el uno con el otro. ¿Sabes? Se conocen desde hace muchos años, y también son socios de negocios. Están hechos el uno para el otro. Quizás te gusta Jane, pero aún no te has dado cuenta.  ¿Recuerdas cuando me agarraste la muñeca y dejaste que Jane me golpeara? Eso fue muy varonil de tu parte».

No era tan indulgente como pensaba.

Ahora aproveché la oportunidad para ridiculizarlo.

Después de decir lo que tenía que decir, me di la vuelta y seguí caminando.

En cuanto di dos pasos hacia delante, George me atrapó de repente la muñeca.

«Helen, Jane y yo solo somos amigos. No sabía que te abofetearía ese día».

Me detuve, le devolví la mirada y sonreí con alivio.

«Ya no importa».

Lo hiciera a propósito o no, a partir de ese momento, George y sus historias dejaron de ser importantes para mí.

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