No te pertenece
Capítulo 48

Capítulo 48: 

Punto de vista de Charles:

«Charles, hemos recibido algunas fotos de Scarlett. Un paparazzi nos ha dado estas fotos y nos ha pedido que las publiquemos en la portada del periódico de hoy», llamó uno de mis contactos de uno de los medios de comunicación con la noticia. Estaba comiendo con mis amigos cuando recibí la llamada.

Ya les había dicho que todo lo relacionado con Scarlett debía contar con mi aprobación antes de ser publicado.

«¿De qué cadena de televisión es el paparazzi? Retengan las fotos por el momento», ordené. No pude evitar fruncir el ceño al recibir la noticia. Esto ya había ocurrido antes.

«No es un paparazzi de ninguna cadena de televisión. Las fotos deben haber sido tomadas en privado. Esto ocurre siempre, pero es raro que los paparazzi se dirijan a una presentadora de noticias como ésta, sobre todo cuando aún no es tan famosa. Por cierto, ¿Debo enviarte las fotos ahora?»

«De acuerdo. Envía las fotos al Restaurante Abby ahora». Colgué el teléfono y volví a la mesa. De repente, Spencer se inclinó y me sonrió burlonamente.

«¿Por qué pareces tan preocupado? ¿Tu querida Rita no se encuentra bien otra vez? ¿Te ha pedido que vayas a verla ahora?», se burló.

David, que estaba cortando el filete, también levantó la cabeza

«Tú también deberías preocuparte por Scarlett cuando tengas tiempo. Ha sido nuestra amiga desde que éramos pequeños», dijo con una pizca de duda en su voz. Rara vez se metía en los asuntos de los demás. Hoy era una excepción.

«Tú, en lugar de preocuparte por Scarlett, deberías divorciarte de ella lo antes posible. Déjala libre. Es joven y hermosa. Seguro que encontrará un hombre excelente para ella», me aconsejó Spencer mientras me miraba con un rostro inexplicable

Me masajeé la frente con el pulgar y el índice con fastidio.

«¿Desde cuándo te has vuelto tan entrometido? Me ocuparé de esto por mi cuenta lo antes posible».

David me dio una mirada de desconcierto. «Tú, Charles, nunca retrasas nada. No es tu estilo».

«David, dime, ¿Por qué tienes tanta prisa en que me divorcie? No me digas que también te gusta Scarlett», refunfuñé.

Sabía que sólo consideraba a Scarlett como una hermana. Sólo que me disgustaba que se pusiera de su lado.

David no respondió a mi pregunta y se limitó a poner los ojos en blanco.

El hombre con el que había contactado desde los medios de comunicación hace un rato llegó pronto. Sin más preámbulos, sacó las fotos de su bolso y las puso sobre la mesa.

En las fotos, Scarlett estaba desayunando con Abner. Estas fotos no me hacían nada, pero afectarían a su reputación, sobre todo si algo así ocurría repetidamente.

Tomé las fotos y las di vuelta con cuidado. «¿Recuerdas a la persona que las envió?» Alguien debe haber tomado estas fotos con el único objetivo de arruinar la reputación de Scarlett. Ni siquiera le sacaron una foto clara del rostro por miedo a ser descubiertos.

«Dijeron que el hombre que dio estas fotos llevaba un traje negro y gafas de sol.

Dijo que alguien le había pedido que publicara las fotos de forma anónima. Creo que este hombre sabe que cualquier cosa relacionada con Scarlett debe contar con su aprobación, así que no quiere arriesgarse a delatarse», dijo el hombre de los medios de comunicación, pensativo.

Asentí y le hice un gesto para que se fuera.

Una vez que el hombre se fue, David señaló las fotos y dedujo: «Scarlett no es tan famosa. Dudo que ningún paparazzi seguiría un chisme que no gana tanta atención. Scarlett debe haber ofendido a alguien».

«Apuesto a que es Rita», dije despreocupadamente mientras removía mi café.

«¿Por qué lo crees?» preguntaron David y Spencer casi al mismo tiempo.

«Rita y Scarlett estaban enemistadas antes». Sabía que Rita podía ordenar a su guardaespaldas que la ayudara. Después de todo, tenían una aventura. Pero, por alguna razón, no me sentí ni celoso ni triste cuando me enteré de ellos.

De repente, Spencer se levantó y golpeó la mesa. «¿Qué quiere hacerle Rita a Scarlett? Cuando coqueteó con esos viejos, te advertí que no era una buena mujer. ¿No vas a hacer algo esta vez? Si vuelves a encubrirla, iré a ver a esa p%ta y ajustaré cuentas con ella yo mismo».

Ignoré a Spencer y en su lugar les hice a él y a David una pregunta intrigante. «Si tu prometida se acostara con otro, ¿Te casarías igualmente con ella?»

Rita me salvó la vida. Al menos debería cumplir su último deseo, ¿No?

Los dos guardaron silencio. Fue David el primero en recuperar la compostura. «Permíteme pedirte algo. ¿Qué pasa si Scarlett ha tenido se%o con otro hombre en el extranjero? ¿La seguirás queriendo?»

Scarlett me había dicho antes que todavía era v$rgen. Yo la conocía. Ella no era promiscua. Incluso cuando la besé, tembló como una hoja, como si nunca hubiera sido besada por un hombre.

«Tú conoces a Scarlett. Ella es diferente». Desvié la mirada mientras hablaba. No podía atreverme a pensar que Scarlett se había acostado con otro hombre.

¿Qué iba a hacer de todos modos? Bueno, francamente hablando, podría matar a ese hombre.

Punto de vista de Scarlett:

Salir del trabajo es sin duda el momento más relajante del día. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto.

En cuanto salí por la puerta de la cadena de televisión, vi a Charles de pie junto a su coche. Llevaba un traje negro y un cigarrillo en la boca. Su alta figura me hacía sombra.

Giró la cabeza y me vio de pie a unos metros de él. Se acercó a mí y me acarició el cabello.

«¿A qué esperas? Sube al coche. Vamos al hospital a visitar a la abuela». Charles abrió la puerta y me metió dentro sin esperar mi respuesta.

El corazón me dio un vuelco. Cuando estaba en la escuela, Charles me acariciaba a menudo el cabello y me pedía que me fuera a casa con él, como acababa de hacer.

Era una pena que ya no pudiéramos volver a ser como antes. Charles amaba a otra persona y nos íbamos a divorciar pronto.

Al pensar en esto, entré en razón y lo rechacé. «Puedo tomar un taxi».

«Scarlett, he venido a recogerte. Deja de ser tan terca». Charles parecía haber visto a través de todo lo que insistió en meterme en el coche. Una vez que estuvimos dentro, Charles me entregó una bolsa de papel. «Mira lo que hay dentro».

Abrí la bolsa de papel mientras lo miraba con desconfianza. Tenía fotos de Abner y de mí desayunando juntos esta mañana. Incluso había una foto de él saliendo de mi apartamento.

¿Qué significaba esto? ¿Charles ordenó a alguien que tomara estas fotos para criticarme? ¿Cómo se atreve? Estaba molesta y decepcionada con él.

«Si te preguntas quién tomó esas fotos, no fui yo.

No tengo tiempo para pedir a los paparazzi que te sigan y te hagan fotos. Alguien debe querer arruinar tu reputación. No te preocupes. Me he asegurado de que esas fotos no salgan a la luz” -explicó Charles al ver el resentimiento en mi rostro.

Bajé la mirada en señal de culpabilidad. «Ya veo. Gracias».

Charles nunca se preocupó por mí. Pero, ¿Cómo se enteró de que alguien me vigilaba y me sacaba fotos en secreto? De todos modos, el hecho de que estuviera pensando en esto… debo estar fuera de mi mente.

«No acepto los agradecimientos. No tienen sentido. ¿Por qué no me preparas el desayuno durante una semana?» Charles me dio una mirada expectante mientras conducía.

«Me parece bien, siempre que no te importe que cocine mal». Acepté su petición sin pensarlo dos veces. Después de todo, no quería deberle nada.

Llegamos al hospital unos instantes después.

Como si fuéramos pareja, Charles me tomó de la mano y me llevó al ascensor. Pero cuando estuvimos dentro, me fui a la esquina y me quedé lo más lejos posible de él. Lo que había hecho la última vez debilitó mi determinación. No debía dejar que eso se repitiera.

«No te preocupes. Ya no seré grosero contigo», me tranquilizó Charles. Debió de ver a través de mí de un vistazo.

No dije nada y me limité a asentir como respuesta.

La puerta del ascensor se abrió unos instantes después. Para mi sorpresa, Rita estaba en la puerta de la sala. En cuanto nos vio, se acercó a nosotros y se aferró al brazo de Charles con una dulce sonrisa.

No pude evitar bajar la cabeza con resentimiento. Me sentí como un juguete que había sido abandonado una vez más.

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