No te pertenece
Capítulo 328

Capítulo 328: 

Punto de vista de Charles:

Desgraciadamente, no pude conseguir que Scarlett hablara conmigo.

Decepcionado, salí de la sala y me encontré con Spencer, David y Icey, que vinieron a conocer a Scarlett.

Icey entró en la sala para hacer compañía a Scarlett mientras los demás nos quedábamos afuera hablando.

«Charles, mira a Scarlett. ¿Acaso la cuidas? ¿Por qué está cada vez más débil?» se quejó Spencer.

David asintió con la cabeza.

«Creo que Spencer tiene razón. Tú tienes que convencer a Scarlett de que te perdone esta vez. Si no lo consigues, tu relación estará definitivamente condenada para siempre».

«¿De verdad creen que no lo estoy intentando? Lo he intentado todo. He dejado que me pegue para desahogar su ira, también he intentado tentarla con los niños, pero ella no quiere ceder. Con tal de que esté dispuesta a perdonarme, incluso me arrodillaré ante ella y le rogué, pero solo quiere agarrar a los niños e irse. ¿Qué se supone que debo hacer?».

Me agarré la cabeza con desánimo, el sentimiento de impotencia me envolvía el corazón.

¿Por qué las cosas se volvieron tan miserables?

Tal vez, Tracy había tenido razón, si no hubiera dejado que William se llevara a Scarlett en aquel entonces, tal vez las cosas no habrían llegado a un estado tan complicado.

Por el bien de los niños, quizá no se hubiera centrado en odiarme. Tal vez, habría habido una oportunidad de cambiar las cosas.

Pero, por desgracia, la perdí.

«Charles, tengo que recordarte una cosa. Si Scarlett sigue tan estresada, solo le traerá más daño que bien».

Mi corazón estaba hecho un desastre así que no podía encontrar una solución.

«Por cierto, ¿Qué te pasó ese día? He oído que usaste un cuchillo». Me preguntó Spencer con voz fría.

Al recordar ese día, sentí un dolor agudo en mi corazón.

Me di cuenta de lo loco que debía de estar aquel día.

Si hubiera estado cuerdo, no le habría hecho algo tan horrible.

Le había pedido que se s$icidara y le había dicho que nunca la había amado.

No era de extrañar que no me perdonara por mucho que lo intentara ahora. Solo podía culparme a mí mismo.

Cerré los ojos con una sonrisa amarga para tapar la desesperación que estaba a punto de brotar de mi corazón.

«¡Realmente no entiendo por qué una pareja que está enamorada se odia tanto! ¿Qué está pasando entre ustedes dos?» dijo Spencer.

No sabía cómo responder a su pregunta, pero había un pensamiento en mi mente.

«Solo sé que no voy a dejar que me abandone de nuevo».

«Recuerda no presionarla demasiado. Solo cuida de ella, ¿De acuerdo?»

«Lo haré».

Spencer se burló: «Recuerda lo que dijiste hoy. Si Scarlett vuelve a salir herida, haré lo posible por alejarla de ti».

Le agarré del cuello de la camisa y siseé: «¡Cómo te atreves!».

«Ya lo veremos».

Spencer y yo luchamos como bestias, sin querer ceder.

Nunca se le había dado bien pelear desde que era un niño, por no mencionar que ahora yo era su oponente.

Disfruté de la abrumadora superioridad, y pronto lo golpeé hasta hacerlo pedazos.

«¡Charles, no la presiones!» Spencer se cubrió el rostro y dijo: «¡Y tú, David! ¿Por qué no me ayudas? ¿Acaso eres mi amigo?».

David se apoyó en la pared, se encogió de hombros y dijo con impotencia,

«Spencer, acepta la realidad. Incluso con mi ayuda, no puedes vencer a Charles».

«¡Maldición!»

Me alisé la ropa arrugada y los fulminé con la mirada.

«¡Si alguien se atreve a amenazarme con quitarme a Scarlett, entonces mataré a esa persona!»

Con eso, me di la vuelta y me fui. El rugido furioso de Spencer resonó detrás de mí.

«¡Pero tú no la quieres en absoluto!»

«No tienes derecho a juzgar eso».

Cualquiera que se atreviera a ofenderme debía atenerse a las consecuencias. No dejaría que nadie me arrebatara a Scarlett.

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