No te pertenece
Capítulo 323

Capítulo 323: 

Punto de vista de Scarlett:

No podía creer lo que oía cuando escuché las palabras de Charles. Sabía que estaba resentido por haberlos dejado atrás a él y a James, pero nunca imaginé que me odiara tanto como para quererme muerta. Sentía que un cuchillo atravesaba mi corazón cada vez que me encontraba con su fría mirada…

«No puedo hacer eso. Piensa en otra cosa». Me acerqué a él con una mirada suplicante.

No podía morir.

¿Qué pasaría con mis hijos si me muriera?

«Nancy, sal tú primero». Charles dio una palmadita cariñosa en el hombro de Nancy. Su tono era muy gentil, completamente diferente a como sonaba cuando me hablaba.

Al verlos tan íntimos el uno con el otro, supuse que ya debían estar juntos.

«Charles, iré a verte más tarde». Nancy le soltó la mano y le guiñó un ojo antes de levantarse. «Scarlett, tómate tu tiempo con él. Yo ya me voy». Había una sonrisa en sus labios, estaba claro que estaba mostrando su intimidad con Charles.

Me pareció ridículo, pero no reaccioné.

Lo único que quería ahora era recuperar a mis hijos. Charles no me interesaba. Pero era evidente que Nancy me consideraba su rival en el amor.

«Scarlett, ¿Realmente quieres recuperar a los gemelos?» Cuando se fue, Charles se acercó a mí con una mirada fría.

«Sí. Por favor, devuélveme a mis hijos».

«Scarlett, dime, ¿Quién es más importante para ti, James o los gemelos?». Charles ignoró mis súplicas y me dio una mirada expectante, como si estuviera realmente ansioso por conocer mi respuesta.

«Todos son igual de importantes para mí», respondí con sinceridad. Al fin y al cabo, James junto a los gemelos eran todos mis hijos.

«Scarlett, tienes que elegir». Charles estaba claramente insatisfecho con mi respuesta. Se acercó a mí con una mirada seria. Di un paso atrás, sin querer seguir hablando del tema. Como madre, todos mis hijos eran igual de importantes para mí. Nunca podría elegir entre ellos.

«Charles, ¿Qué debo hacer para recuperar a mis hijos?» La irritación y el miedo se apoderaron de mi corazón. Era obvio que Charles me odiaba por haber abandonado a James, pero si los gemelos seguían bajo su custodia, no podía ni imaginar lo que podría pasarles. Sonrió sarcásticamente al ver que no me interesaba responder a su pregunta. Mirándole a los ojos, comprendí que pensaba que yo consideraba a los gemelos más importantes en mi corazón que James.

Aunque quería decirle que estaba equivocado, sabía que no iba a creerme, independientemente de lo que le dijera.

«Cuando William escondió a James, ¿Alguna vez se imaginó que él también podría experimentar el dolor de perder a sus hijos algún día?» Charles sonaba realmente feliz, como si viera a William en la miseria y el dolor. Sus palabras se sintieron como un cuchillo, desgarrando mi alma.

Reprimiendo el dolor de mi corazón, me acerqué a Charles.

«Charles, ya tienes a James. ¿Por qué me quitas a los gemelos? No seas tan codicioso». Me acerqué a él, le agarré de las mangas y le supliqué que soltara a mis hijos. Ya le había entregado a James, así que ¿Por qué seguía tras mis otros hijos?

«Scarlett, ¿Realmente te importan los sentimientos de James? Si realmente te importara, no lo habrías abandonado por un hombre». Al mencionar a James, Charles se puso furioso y me fulminó con la mirada. Cuando le di un vistazo a los ojos, de repente pensé en James. Supe que ahora debía odiarme de verdad y que no estaba capacitada para ser su madre.

«¡Quítame las manos de encima! Mujer asquerosa». Charles se deshizo de mis manos y me dio un vistazo con asco.

«¡Charles, tú eres el que me quitó a James! ¡Nunca lo abandoné!». Charles me empujó al suelo, pero aguanté el dolor mientras le daba un vistazo con lágrimas en los ojos. Él me había arrebatado a James en aquel entonces, me había advertido que no lo volviera a ver. James era mi hijo. ¿Cómo podría abandonarlo?

«Scarlett, te acostaste con otro hombre y diste a luz a sus hijos. ¿Aún puedes decir que amas a James? ¿Cómo crees que se sentirá James si se entera de que su madre lo abandonó por otro hombre y tuvo hijos con él?»

La furia subía en el corazón de Charles cada vez que mencionaba mi relación con William.

«¡Charles, no ha habido un solo día en el que no haya pensado en James!» Respondí, reprimiendo el dolor de mi corazón.

Solo los cielos sabían lo dolida que estaba cuando me enteré de que James había muerto.

«¡Oh! ¡Pues veo yo que estabas más interesaba en tener otro bebé cuando el nuestro había muerto!» Charles se levantó del sofá, me agarró la barbilla y me miró con resentimiento.

Sacudí la cabeza desesperadamente para negar sus acusaciones. Nadie podía sustituir a James. Los gemelos y James eran iguales para mí, pero los quería a todos por razones diferentes.

«Charles, ¿Qué debo hacer para que dejes ir a los niños?» Me arrodillé en el suelo y supliqué con lágrimas rodando por mis mejillas mientras la desesperación nublaba mi corazón.

«¡Hay muchas cosas que quiero que hagas, pero no voy a dejar que vuelvas a ver a esos cabrones!». Charles aflojó su agarre en mi mandíbula antes de empujarme sin piedad al suelo. Me dolía el corazón al oírle llamar bastardos a mis hijos. El dolor me abrumaba, apenas podía respirar. Sabía que me había quedado embarazada el día de la independencia… la última vez que me acosté con Charles. Estaba llamando bastardos a sus propios hijos.

Sin embargo, no me atrevía a decirle la verdad.

Sentía que, si él sabía que los niños eran suyos, definitivamente trataría de quitármelos, como había hecho antes con James.

Después de perder a James, no podía soportar la pérdida de otro hijo.

«Charles, ¿Qué debo hacer para que los dejes ir?» Secándome las lágrimas, le di un vistazo. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de que dejara ir a mis hijos.

«¡Quiero que te mueras!» rugió Charles con un odio inconfundible en sus ojos.

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