No te pertenece
Capítulo 1080

Capítulo 1080:

Punto de vista de Helen:

Salí del trabajo, ansiosa por ir corriendo a la guardería y recoger a mis preciosos gemelos.

Una vez que los senté a salvo en el coche, pensé en llevarlos al hospital a visitar a Platt. Pero, de alguna manera, me di cuenta de que estaban de muy mal humor.

Tenía los ojos enrojecidos, como si hubieran estado llorando.

Mi instinto maternal se activó de inmediato.

“¿Qué paso? ¿Se han peleado con ustedes los otros niños de la guardería?”.

Polly rompió a llorar y me preguntó con el corazón encogido:

“Mamá, ¿Nuestro padre está realmente en el cielo? ¿Es verdad que nunca volverá a vernos?”.

Sus palabras parecieron golpear mi cerebro.

Apreté con fuerza el volante al darme cuenta de que los otros niños debían de haberse reído de ellos en la guardería.

De hecho, antes se habían encontrado con burlas similares, pero como eran más pequeños, siempre conseguía disimularlas con más mentiras piadosas.

Pero ahora eran mucho mayores y eran muy listos.

Sabía que no podía ocultarles la verdad para siempre.

Tarde o temprano descubrirían la verdad que había estado ocultando.

No sabía cómo explicarles ahora toda esta situación.

Intenté consolarles. Pero al final, no les ofrecí ninguna explicación.

Polly tenía el rostro llena de lágrimas.

“Hoy les he dicho a mis amigos que mi padre se había convertido en un ángel y se había ido al cielo para protegernos. Dijeron que, si se había ido al cielo, significaba que estaba muerto y que nunca volvería. Mamá, ¿Nuestro padre está muerto de verdad?”.

Sentí náuseas por la culpa, la rabia y el dolor.

No podía creer que los niños de la guardería pudieran decir cosas tan crueles e hirientes.

Lo sentía mucho por mis hijos.

Si no me hubiera divorciado de George, ellos no habrían sufrido tanto.

Era culpa mía haberles robado una infancia feliz.

Aunque Luis tenía los ojos enrojecidos, seguía consolando a su hermana con cariño.

“No pasa nada. Todavía tenemos al Tío Platt. Él será nuestro padre”.

Por fin, Polly se sintió reconfortada y dejó de llorar.

Preguntó:

“Mamá, ¿De verdad podemos llamar papá al Tío Platt?”.

Mientras miraba los ojos expectantes de los niños por el retrovisor, no lo negué. Solo quería que dejaran de llorar.

Cuando llegamos al hospital, les recordé:

“El Tío Platt tiene la pierna herida. Por favor, no se suban a él como solían hacer, ¿Vale?”.

Polly preguntó con curiosidad:

“Mamá, ¿Está enfermo el Tío Platt? ¿Se quedará mucho tiempo en el hospital?”.

Le contesté con una sonrisa:

“Se hizo daño accidentalmente cuando atrapó al malo. Saldrá pronto”.

“¿Puede atrapar a los malos? ¡Guau! Es increíble”.

Los ojos de Luis y Polly estaban llenos de admiración. Era su héroe.

Dijeron que querían ser tan poderosos como Platt cuando fueran mayores.

Yo sonreí y no dije nada.

También admiraba la tenacidad y el entusiasmo de Platt.

Hizo todo lo posible por encontrar a los asesinos de su amigo.

Pero como madre, sólo quería que mis hijos estuvieran sanos y salvos. No quería que participaran en encuentros peligrosos.

Platt se alegró mucho cuando vio a los niños.

Se sentó en la cama y abrió los brazos.

“Vengan a mí, no sean tímidos”.

Los dos niños se acercaron a la cabecera y dijeron en un susurro:

“No. Mamá dice que tienes la pierna herida. No debemos dejar que nos abraces cuando estás herido”.

“Los dos son muy dulces. Para recompensarles, ¿Qué tal si hago un poco de magia?”.

Platt estiró la mano y les alborotó el cabello. Le conmovía la preocupación de los niños por él.

“¡Vale!”

Exclamaron los niños al unísono.

Platt sacó inmediatamente una baraja de cartas y empezó a enseñarles sus trucos.

Los niños estaban hipnotizados.

Pronto se olvidaron de su triste experiencia en la guardería. Platt siempre había conseguido hacer muy felices a mis hijos.

Mientras le miraba, recordé la pregunta que Polly me había hecho en el coche.

“¿De verdad podemos llamar papá al Tío Platt?”.

Platt era recto y responsable, tenía madera de marido y padre excelente.

Sus padres eran gente muy amable.

No veían con malos ojos el hecho de que yo fuera una mujer divorciada con dos hijos.

Según Lettie, unos padres tan abiertos eran una rareza.

Obviamente, no podía estar más de acuerdo con sus palabras.

¿Debería de casarme con Platt?

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Nota de Tac-K: Ánimos en sus actividades queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (>‿=)✌

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