Monica
Capítulo 66

Capítulo 66:

POV: Alonzo.

Creo que a Mónica eso no le va a gustar ella primero quería encontrar pruebas que demostrarán que él era el autor intelectual del fraude a la empresa.

Sí su papá y el mío comienzan a revisar los informes sólo encontrarán que Ester es la responsable, aunque tal vez eso la haga hablar.

“¿Qué haces?”, la dulce voz somnolienta de Mónica me hace hacer el teléfono a un lado y enfocarme en ella.

“Revisando el teléfono, nuestra familia ya sabe lo que pasó, estaban muy preocupados ayer y a Antonio no le quedó de otra que decirles”, ella suspiro resignada.

“Dicen que ellos se encargarán de Rodrigo”.

“No encontrarán nada en su contra”.

“No, pero tal vez así Ester hable”, me mira con los ojos entrecerrados.

“Sabes mucho”.

“Me preocupo por ti cariño, no necesito más que observarte y saber que algo te preocupa y si algo te preocupa yo me preocupo”.

“¿Por qué no me dijiste que sabias?”.

“Por que querías ocuparte sola del asunto”.

“Cierto, me preocupa que me conozcas tan bien”, sonreí por su comentario.

“Bueno cariño, tenemos un largo camino juntos y todavía nos falta mucho por recorrer, además también te aseguro que tú sabes cosas de mi que no te he contado cierto. ¿Ves?, no necesitamos decirnos todo, nos conocemos lo suficiente para saber todo el uno del otro”.

Después de nuestra pequeña charla, bajamos a desayunar, Mónica habló con su papá quien la regaño por no decirle lo que sucedía con Rodrigo y lo que sabía del fraude y todo lo de Ester, pero de ahí en más fue un día tranquilo.

POV: Mónica.

Cuando Alonzo me saco del lugar del evento no me quería separar de él, no voy a decir que no me asuste que Rodrigo hiciera no sé qué conmigo, con Alonzo me sentía segura, me acurruque en su regazo y el me abrazo, su calor y su presencia son mi lugar seguro.

Al llegar a casa el me cargo me deposito en la cama y fue a preparar el baño, cuando volvió por mí me ayudo a desvestirme y nos metimos juntos en la bañera ahí note que sus manos estaban lastimadas por la golpiza que le dio a Rodrigo.

Cuando nos pusimos a hablar me di cuenta que el sabia de la investigación que estoy haciendo a Rodrigo, me siento tan tonta como no vi que clase de persona es, me puse en riesgo como una tonta, no puedo evitar ponerme a llorar, Alonzo solo me ha consolado toda la noche y me hace sentir segura.

Estoy agotada, esta noche ha sido un desastre me pongo una camisa de Alonzo y me meto a la cama, me apoyo en su pecho y el me abraza.

Hablamos sobre los hijos y realmente si quiero tener hijos con el pero no creo que a nuestros papás les agrade que tengamos hijos sin casarnos aunque eso la verdad es lo de menos, me lo ha pedido muchas veces pero me gusta molestarlo.

Hoy a su lado me siento segura con nadie había sentido la seguridad que siempre he sentido a su lado por eso creo que él es la persona indicada para pasar el resto de mi vida a su lado.

A la mañana siguiente lo siento moverse pero me siento tan cansada que no quiero abrir los ojos.

Cuando por fin los abro lo veo con el celular en la mano y el ceño fruncido, me cuenta que nuestros papás ya saben todo lo que sucedió con Rodrigo, suspiro y sé que por más que busquen no encontraran nada contra él, que se vaya de la empresa solo por intentar propagarse conmigo no me parece suficiente, eso realmente solo me dieron más ganas de destruirlo.

Ese día nos quedamos todo el día en casa, era fin de semana y tengo el rostro hinchado de estar llorando, no me apetece salir.

Alonzo está conmigo a mi lado, pero en un momento recibe una llamada y se va al despacho a revisar unos documentos, después de un par de horas me siento aburrida, entro al despacho, el al verme me sonríe, pero se ve atareado.

“¿Sucede algo cariño?”.

“Nada”, le digo mientras me acerco a la silla detrás del escritorio donde está sentado.

Me mira con curiosidad, me siento en sus piernas y escondo mi rostro en su cuello

“Solo no quiero estar sola, puedes seguir trabajando, no te molestare”, sus brazos me rodearon y deposito un beso en mi cabeza.

“Trataré de terminar rápido”.

Siguió revisando los documentos conmigo en sus piernas, recibió llamadas hizo todo sin echarme de ahí, si aroma y su presencia me hacen sentir cómoda, cuando por fin terminó habían pasado un par de horas.

“Tienes hambre”, le pregunto.

“Si”, le respondo.

“¿Qué quieres comer?”.

“Mmm sushi”, respondo.

“Está bien”.

Pidió la comida y comimos, después nos sentamos en la sala a ver películas hasta que tocaron a la puerta, él fue a abrir y era Antonio.

“Jefa, ¿Cómo te encuentras?”, pregunta.

“Bien”.

“Solo vengo a informarte que tu papá sacó a Rodrigo de la empresa”.

“Me lo imagine, pero no lo quiero solamente afuera, quiero que pague por el fraude”.

“Ya descubrió que fue Ester la que firmó los documentos, llamó a Magali para que le hiciera un reporte de todo”.

“Seguramente nos reunirá el lunes”.

“Es lo más seguro, por cierto Rodrigo quiere denunciar a Alonzo por agresión”.

“Que lo intente”, dijo Alonzo en tono serio.

Después de que Antonio se fue Alonzo hizo un par de llamadas, me acerque a él y lo abrace por la espalda.

“Lo siento”.

“¿Por qué?”, pregunto al tiempo que se daba la vuelta para verme a los ojos.

“Por mi culpa estas metido en ese enredo con Rodrigo”.

“No te preocupes cariño, no es nada, mi abogado ya está avisado, ya tenemos las cámaras de seguridad, él es quien quedará mal parado”, me dio un pequeño beso y yo sonreí, no puedo creer que este hombre aparte de guapo, sea tan inteligente.

“Te amo”, él sonrió.

“También te amo preciosa”.

Lo volví a besar y poco a poco el beso se fue haciendo más y más apasionado, me cargó y yo enrolle mis piernas alrededor de él.

Sin esperar simplemente hizo mi ropa interior y entró en mi haciéndome gemir mientras el gruñía, me llevó contra la pared.

Entraba y salía de mi haciéndome perder la razón hasta que los dos llegamos juntos al orgasmo, junto su frente con la mía mientras recuperábamos el aliento.

“Amor, ¿Te casas conmigo?”, dijo de la nada haciéndome reír, le di un beso.

“Esa propuesta no es válida, tienes que esforzarte más

“Mmm bueno lo intenté”, me volvió a besar, y aun cargada nos llevó a la habitación.

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