Monica
Capítulo 39

Capítulo 39:

POV: Alonzo.

“Señor, usted no puede estar aquí”

“¿Qué relación tienes con Mónica”

“No tengo por qué responder a su pregunta”

“Está bien, solo te advierto que ella es mía, sea lo que sea que tienes con ella tenlo en cuenta, ya la perdí una vez, no pienso volverla a perder”

Me fui después de amenazar a ese tipo salí de la casa y fui a los viñedos, iba de muy buen humor hasta que Isabel apareció con sus reclamos.

“Se puede saber dónde estabas, los idiotas de los empleados de este lugar no me dejaron pasar de aquí, seguramente esa envidiosa de Mónica dio la orden, no puedo creer lo insegura que es esa niña, no puede aceptar que ahora estás conmigo”

“Isabel, que sea la primera y la última vez que insultas a Mónica en mi presencia, ella no tiene por qué estar envidiosa de ti, ella no es ese tipo de persona”

“¿La estas defendiendo? Estás poniendo a esa sobre la madre de tu hijo”, dijo con lágrimas en los ojos.

Me sentí mal por ella, pero sí, para mí, Mónica está por encima de ella, su drama me pone de mal humor, hace mucho sus berrinches no me sacaban de mis casillas, pero hoy no lo tolero.

“Isabel, deja el drama ¿Quieres?”

Me miró asombrada porque en mi tono se notaba el fastidio.

“Lo siento, sé que para ti nuestro hijo no significaba nada, dejaste en claro que no lo querías porque no era con Mónica que lo ibas a tener”

Se puso a llorar, maldición, la abracé y la consolé.

“Claro que nuestro hijo me importaba a mí también, me dolió cuando lo perdimos, sé que fue mi culpa y lo siento, vamos, es hora de comer”

La tomé de la mano y la llevé a la camioneta, fuimos a otro viñedo que tiene restaurante a comer.

Comimos en silencio, la verdad todo este rato he estado pensando en cómo hacer que ella me deje.

En este mismo viñedo rentamos una habitación para pasar la noche aquí, vamos a quedarnos unos días ya que el viaje hasta aquí es largo.

Lo que restó del día, ella intentó acercarse, tomarme de la mano, o incluso besarme y abrazarme, pero la evité.

La gente pensará que soy extraño ya que ella es mi prometida, pero siento que si hago todo eso le estoy siendo infiel a Mónica con quien realmente no tengo nada.

Durante la noche, Isabel se esforzó por tener intimidad conmigo, pero nunca me he atrevido a tocarla sobrio, de hecho, las veces que lo he hecho ni siquiera lo recuerdo.

Ahora que sé que Mónica regresó y la tuve así fuera por unos minutos en mis brazos mucho menos lo haré ahora.

Intentó tocarme, pero su tacto es molesto.

“Isabel no, no tengo ganas”

“Alonzo soy tu prometida, no estamos haciendo nada malo”

“Ya dije que no, si sigues así me iré a otra habitación”, dije molesto.

Me miró seria, pero no dijo nada me dio la espalda y se acostó.

“Te amo”, dijo, pero no le respondí.

Me levante muy temprano al día siguiente, Isabel seguía dormida.

Me metí a la ducha y al salir ella ya estaba despierta.

“Creo que hoy podemos ir a otro viñedo, ya que al parecer Mónica no quiere que nos casemos en su hacienda”, dijo mientras se levantaba.

“Tengo que ir a un lugar hoy, puedes ir a verlo tú si quieres y me avisas”

“¿A dónde vas?”

Me miró seria.

“Tengo que ir a visitar un socio”

No es mentira, mi familia y la de Mónica están asociadas, así que en teoría no estoy mintiendo.

“La vas a ir a ver ¿Verdad?”

“Isabel, no empieces ya te dije que iré a ver un socio”

“Sabes que mientras estés comprometido conmigo, ella no aceptará ser la otra ¿Verdad?”

“No pienso hacer de Mónica la otra”

“Y yo no pienso dejarte Alonzo, así que mejor vete haciendo la idea de olvidarte de Mónica, me lo debes, por tu culpa y la de ella perdí mi única oportunidad de ser madre”

La miré serio, de verdad se lo debo. Maldición, quisiera decirle que se largara que a quien amo y con quiero estar es con Mónica, pero no puedo, se lo debo a mi hijo.

“No me esperes”

Salí de la habitación, no pienso discutir más con ella.

Me dirigí a la hacienda de Mónica, llegué a la casa la empleada me recibió.

“Joven Spencer, que gusto volverlo a ver aquí después de tanto tiempo”

“Gracias, para mí también es un gusto verte de nuevo, ¿Está Mónica?”

“Sí, la señorita no ha bajado aun”

“Perfecto iré a su habitación”

Me disculpé con ella y subí a la habitación de Mónica.

Entré y venía saliendo del armario desordenada como siempre, sin terminar de cerrar su camisa aún.

Fue la mejor vista, sus hermosos y redondos pechos estaban a la vista, se sorprendió al verme e intentó cubrirse, pero fui más rápido que ella, me acerqué y deslice mis manos en su cintura expuesta y la pegue a mí.

Uní mis labios a los de ella y ella correspondió a mi beso, comencé a acariciar su piel hasta que una de mis manos llegó a su pecho, lo tomé y lo presione un poco, ella soltó un g$mido que me hizo sonreír.

A mitad del beso, besé su cuello, quiero estar con ella, volverla a hacer mía, pero al dejar sus labios libres le di oportunidad de reprocharme.

“Esto no está bien”

“¿Por qué?, te extrañé preciosa”

“Alonzo, por favor”

Mordí ligeramente su cuello y volvió a g$mir.

“Te gusta, tú también quieres hacer esto”

Me empujó un poco para separarnos, la miré a los ojos, estaban llenos de deseo al igual que los míos.

“¿Qué haces aquí?”

“Vine a verte, porque te extraño, porque quiero estar a tu lado, porque te quiero recuperar, fui un idiota lo sé, tú diste todo y yo no lo valoré”

“Eso ya está en el pasado, no importa, ambos seguimos nuestro camino”

“Pero yo aun te amo, te fui a buscar a Milán y vi que eras feliz, intenté olvidarte, pero en cada chica te buscaba a ti. Cuando vi que no podía dejar de pensar en ti y solo estaba lastimando a todas esas mujeres me resigne, me concentre en el trabajo esperando más bien rezando para que volvieras seguí todas tus noticias donde salías con algunos chicos esperando que ninguno logrará enamorarte y que al igual que yo me siguieras amando para volver a empezar, te espere porque sé que nuestro amor no fue un juego de adolescentes”

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