Mamá psicóloga -
Capítulo 88
Capítulo 88:
POV Beatriz
“Mi madre es una mujer muy preocupada”, me explica.
“Y siempre ha querido lo mejor para mí, ella ha estado cuidando de mí por muchos años, así que siento que debo hacerla feliz”
Sus ojos se mueven hacia algún lugar de la habitación.
“Nunca he querido mentirle, pero no estoy listo para una relación o algo así”.
“¿No puedes explicarle eso?”
“Verás, he tenido momentos difíciles en el trabajo”, suspira.
“Momentos que de no ser por mi madre no habría podido superar y por eso quiero que deje de estar preocupada por mí”
Esta vez coloca sus ojos en mí.
“Te daré casa, té ayudaré hasta que estés lista para cuidarte por ti misma”
Él toma una de mis manos.
“Quiero ayudarte y sé que no tratarás de chantajearme en el futuro, puedo notar que eres una buena mujer, por eso quiero pedirte que lo pienses”.
“No lo sé, mentir es…”
“No quiero que te sientas mal, esto no es algo malo”, responde.
“Puedo ayudarte mientras me haces un favor, podemos hacer un contrato si decides aceptarlo”.
“Quiero pensarlo”, le digo.
“No sé qué responder ahora mismo”.
“Por supuesto no necesitas darme una respuesta ahora”
Lo veo colocar su mano dentro de la bata antes de extender una llave hasta mí.
“Hoy después de los exámenes serás dada de alta, así que puedes quedarte aquí”
Miro la llave dudando.
“Es la casa de mi hermana, no está en la ciudad por el momento así que puedes ir ahí”, asiente con la cabeza.
“Dejé la despensa llena así que no creas que estoy haciendo esto para convencerte, puedes quedarte incluso si rechazas mi oferta”
“No sé qué decir, esto es… Realmente nadie había hecho algo así por mí, yo no sé cómo…”
“No necesitas pensar”
Él envuelve mi mano con la suya.
“Te estoy ayudando porque quiero así que no te preocupes de nada”.
Después de darme la dirección se disculpa antes de marcharse.
Me quedo una vez más sola en la sala de habitación.
Siento que mi v!entre se siente más pesado ahora que he comido y pienso que he tenido suerte.
Salgo de la cama después de unos minutos.
Camino hasta el baño para tomar una ducha y termino de alistarme justo cuando una enfermera se acerca para llevarme a hacer los análisis.
Después de unos cuantos análisis y una revisión de mi v!entre, soy oficialmente liberada del hospital.
Pregunto por el doctor porque siento que debo agradecerle una vez más, pero resulta estar en una consulta, así que simplemente me marcho.
Una vez me encuentro en la puerta del hospital no sé qué hacer realmente.
Tomo mi bolsa para ir al motel donde he estado viviendo y me siento realmente sofocada con ese olor desagradable que sigue circulando.
Miro la llave que metí en mi pantalón antes de salir del hospital, muerdo mi labio inferior antes de abrir el papel que Drake también me entregó.
Pienso seriamente en que debía hacer y termino diciéndome a mí misma que al menos debería ir a mirar.
Meto lo poco que he sacado de mi maleta para salir del motel, no cancelo mi renta de la habitación, ya que quizás regrese más tarde.
Tomo dos autobuses para llegar a uno de los lados más exclusivos de la ciudad y cuando llego al edificio me siento realmente cohibida, sin embargo, me recuerdo que no tengo nada que perder.
Después de pasar por la cabina de seguridad y tomar el ascensor, llego al piso número cuatro, el pasillo elegante me hace sentir otra vez fuera de lugar, pero aparto rápidamente ese pensamiento antes de abrir la puerta de dicho apartamento.
Mi corazón se siente definitivamente conmovido ante la vista de este nuevo lugar.
Dejo la maleta a un lado disfrutando del olor a limpio que despide este lugar.
Me acerco a uno de los sillones disfrutando de su textura.
Camino hasta la puerta más allá de la pequeña sala de estar y me quedo impresionada ante la habitación.
Está perfectamente cuidada, limpia y con una cama que se ve definitivamente cómoda, dudo si debo o no quedarme en este lugar.
Me permito sentirme durante unos minutos en la sala de estar mirando la letra un tanto confusa del papel en mi mano.
¿Será esto lo que le pedí a cielos todas mis noches?
Desde que mis padres me lanzaran a la calle recé tanto para conseguir una oportunidad, pero jamás pensé que un ángel podría llegar de esta manera.
Camino hasta la cocina para curiosear en la nevera.
Al ver la nevera completamente surtida, mis piernas ceden.
Me dejo caer en medio de la cocina con mis lágrimas corriendo sin control hasta mi barbilla.
Me digo que he sido tan buena que quizás esta si es la oportunidad.
Toco mi v!entre que ha comenzado a crecer.
Pienso en todo lo que soy capaz de hacer por este bebé que después de todo es lo más importante para mi y le hago una promesa que esta vez prometo cumplir.
“Te prometo que esta vez sí voy a poder cuidarte bien, cariño”
POV Lucas
No sé si estoy haciendo lo correcto o si ella realmente aceptará esta absurda y loca idea que le he propuesto, pero no puedo dejar de pensar en ello.
Esa chica se ve lo suficientemente buena como para este trabajo y puede que esté cometiendo un error, pero estoy casi seguro de que la juzgué bien.
He sido bueno para juzgar a las personas durante años, pero siempre se puede fallar.
Dejo los resultados de los exámenes que he estado examinando sobre mi mesa.
Miro una vez más el teléfono dudando si debería o no llamar para ver cómo está la chica que se llama Beatriz.
Resoplo cansado antes de tomar el teléfono.
Marco la línea fija en casa de mi hermana y el teléfono tarda tres tonos en ser contestado.
Organizo distraídamente los exámenes en mi escritorio mientras escucho la dudosa voz del otro lado de la línea.
“¿Dígame?”
“Soy Lucas, llamaba para…”
Dudo por unos minutos.
“Saber si está todo bien en casa de mi hermana, envíe a alguien para limpiar, así que no sabía si…”
“Todo está muy bien doctor”, me dice.
“Yo estoy muy pero muy agradecida con todo esto, realmente…”
“Le dije que no necesita darme las gracias, estoy haciendo esto porque veo que eres una chica que lo merece y porque…”
Niego ligeramente.
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