Mamá psicóloga -
Capítulo 124
Capítulo 124:
POV Beatriz
“Creo que hay muchas personas aquí”, respondo.
“¿Qué tal si vamos a un lugar más íntimo?”
Ella asiente, le pido regresar a su auto antes de regresar al mostrador para pedirle a uno de los chicos poner lo que pidió para llevar.
Después de unos cinco minutos salgo a la sala, la acera, subo al auto de la hermana de Lucas, le ofrezco el café que pedí para ella y después de indicarle conducir a unas cuadras del lugar llegan frente a una pequeña iglesia.
“¿Qué hacemos aquí?”
“No hay muchas personas a esta hora, así que podremos hablar tranquilamente”.
Caminamos en silencio hacia la iglesia.
Entramos rápidamente en ella y una vez nos sentamos en el último banco ala izquierda.
Lucía me mira con extrañeza. Acaricio ligeramente mis manos antes de hablar con sinceridad en ella.
“Lucas me pidió algo”, dudo.
“Pero no sé si sea algo bueno y no sabía con quién hablar así que…”
“Oh, puedes contarme”, responde ella.
“De verdad”.
“Pues me pidió que me casara con él”
La mujer frente a mí abre su boca incrédula.
“No sé si deba aceptarlo porque no creo que ayudarnos mutuamente sea una buena opción para casarnos”
“¿Mi hermano te propuso matrimonio?”, ella sonríe.
“¿De verdad?”
“Mmm, si dijo que quería casarse conmigo y cuidar de mi embarazo, e incluso de mí, pero no sé si debería…”
“Claro que deberás”, responde.
“Mira, me agradas y no sé si pueda darte una buena respuesta, pero Luc te pidió matrimonio, si lo hizo es porque realmente le interesas”
Toma una de mis manos.
“Además, sé que eres encantadora así que si te sientes bien puedes hacerlo”.
“¿Debería?”
Me encoge de hombros paso una mano por mi cabello sin realmente saber que decir a esto, pienso en lo que dijo Lucía, pienso en lo bueno que sería tener un padre como Lucas para mis hijos y me digo que quizás deba valorar esta oportunidad.
“Luc te contó sobre nuestros padres”; dice su hermana mirando hacia el altar de la iglesia.
“No creo que esté jugando con esta situación, así que deberías aceptar, le estás haciendo muy bien a mi hermano”, me sonríe.
“Incluso si él aún no se da cuenta sí que acepta solo puedo decirte eso”.
Comprendo lo que dice, pero no soy capaz de hablar, así que decido charlar un poco más con ella antes de marcharme de regreso a la tienda.
Lucía se despide de mí diciéndome que estará muy feliz de ver a su hermano casado.
Le digo que lo tomaré en serio antes de enfocarme una vez más en mi trabajo diciéndome que debería aceptarle a Lucas su propuesta. Sonrío algo nerviosa con esa idea y trato de calmar mis emociones mientras termino mi trabajo para después preocuparme de como decirle a Lucas que sí quiero ser su esposa.
POV Lucas
Después de lo que son unas extenuantes horas de trabajo, decido regresar a casa, conduzco en silencio pasando por una tienda para comprar algunas cosas para la casa.
He pensado todo el día en lo que hablé con mi tío y definitivamente lo único que necesito es olvidarme de todo lo que tenga que ver con él.
Llego a casa antes de lo que esperaba, me doy cuenta de que Beatriz aún no está en casa porque el silencio rodante en mi departamento es completamente extraño, ahora que me he acostumbrado a encontrar a Beatriz o tenerla alrededor de las dos.
Dejo mis bolsas en la cocina mientras mi gato maúlla a mi alrededor, desato los botones de las mangas de mi camisa para arremangarla y coloco un poco de comida para gatos en el plato de Rick.
Guardo las cosas que compré dentro de la nevera. Trato de llamar a Beatriz, pero no contesta el móvil, así que, aunque realmente estoy preocupado, me encargo de comenzar a preparar la cena diciéndome que probablemente tuvo que quedarse en el trabajo por algún motivo.
Después de cocinar un poco de pasta y servirme una copa de vino me siento en el sofá, aparto un poco las cortinas para mirar la tarde que cae más allá del edificio.
Prendo la televisión sin realmente mirar las noticias hasta que escucho las llaves en la entrada del departamento. Me pongo en pie con la sonrisa inevitable en mis labios, pero cuando la mujer hermosa que espero encontrar en la entrada en realidad no viene sola.
Frunzo el ceño cuando la veo maniobrar con algunas bolsas bastante extrañas, camino hasta ella para ayudarlo.
Beatriz me da un rápido beso en la mejilla antes de que pueda ver la inequívoca ropa de mi hermana, que también está tratando de arrastrar algunas bolsas dentro de mi casa.
“¿Lucía?”
Mi hermana se da la vuelta ante mi voz, la veo limpiar ligeramente sus manos antes de darme una sonrisa que solo me deja más congelado y cuando Beatriz trata de ayudarla con sus bolsas parpadeo antes de ir a tomar esas también.
Tomo las cosas, aunque estoy completamente congelada con el hecho de que mi hermana está en mi casa, con Beatriz, como si nada.
“¿Qué haces aquí Lulu?”, cuestiono.
“¿Cómo es que estás aquí Lulu?”
“Oh, tu novia me llamó”, dice ella.
“Vine a hablar con ella, e incluso estaba lista para irme, pero me llamó un proveedor y me dijeron que debía ir a buscar las cosas, así que llamé otra vez a Beatriz”, sonríe.
“Pero ella me convenció de que me quedara aquí y me fuera mañana después de ver todo lo que tuve que comprar”.
“Excelente”, respondo sin decir realmente nada más.
“Es muy común que te quedes aquí, muy común”
Mi hermana pone los ojos en blanco acomodo las cosas a un lado en la sala de estar antes de acercarme al sofá donde Lucía se ha acomodado junto a Beatriz y señalo la habitación de invitados antes de hablar.
“Puedes quedarte en la habitación de invitados”, le informo.
“Hice pasta que te encanta, coincidentemente así que espero que estés cómoda”.
“¡Oh hiciste la cena!”
Beatriz me mira.
“No me di cuenta de la hora así que…”
“No es un problema”, respondo.
“También compré algunos postres, así que no tenemos que preocuparnos”
“¡Entonces iré a preparar la mesa!”, sonríe.
“Les avisaré cuando esté lista”.
“Estupendo”.
Respondo, mi hermana me mira con esa sonrisita sarcástica que tanto me molesta y le pido esperar unos minutos.
Camino hacia la cocina para tomar la botella de vino de la nevera. Beatriz me mira durante un minuto, sé que tiene algo extraño en su expresión, pero supongo que podemos hablarlo más tarde.
Me acerco a ella con la botella de vino en mis labios. Le doy un pequeño beso antes de acariciar su mejilla.
“¿Cómo conseguiste que Lucí se quedará aquí?”
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