Mamá psicóloga
Capítulo 116

Capítulo 116:

POV Beatriz

Es un beso pequeño, pero tentador, me hace acercarme aún más a su cuerpo, hundo mi rostro contra su camisa de pijama, acaricio distraídamente su espalda mientras él besa delicadamente la coronilla de mi cabello y soy feliz puede que este hombre no me pertenezca y puede que estas cosas terminen cuando nuestro acuerdo termine, pero lo quiero disfrutar.

Quiero al menos poder mantener esto en mis recuerdos cuando me marche, nos quedamos en silencio en medio de la cocina.

Lucas bebe completamente su té antes de llevarme con él hasta la sala de estar.

Me abrazo a Lucas sentados en el sofá con cuidado, me dejo llevar por la cálida sensación que produce estar cerca de él y ni siquiera me doy cuenta cuando el sueño se apodera de mí.

POV Lucas

Me despierto en la mañana.

Salgo de la cama mientras la chica aun dormida a mi lado sigue ahí y sonrío incluso si no debería hacerlo.

El móvil en mi mesilla de noche vibra.

Tomo dicho aparato en mis manos maldiciendo internamente cuando veo el número de la clínica.

Paso una mano por mi rostro mientras salgo al balcón de la habitación.

“¿Qué quieres Jeremías?”

“¿No soy más papá?”, se burla ligeramente.

“Creí que habíamos dejado esto en el paso hijo”

“Por favor, dije que me dejaras en paz”, respondo.

“¿No es muy temprano para llamarme también?”.

“Hijo quiero que hablemos, somos una familia y yo quiero…”

“No, no intentes chantajearme emocionalmente o decir cualquier tontería de esas, fui claro en casa y con mamá, no estoy interesado en saber nada”

Miro hacia mi habitación.

“Absolutamente nada sobre lo que vayan a hacer”.

“Lucas, quiero que sepas que tú eres lo más importante, tú y tu hermana son toda para tu madre. No quiero que nos enfademos”, dice.

“Tu madre está triste, yo solo quiero saber que estáis bien”.

“Estamos bien, lo hemos estado estos últimos años y si no hubiesen dicho una sola palabra del desgraciado que acabó con nuestro padre, tu hermano las cosas seguirán igual”, niego.

“Incluso conseguí una chica, no es porque tendrían que amargarnos la existencia con esa noticia”.

“Porque no queremos esconderles nada, porque las mentiras son mucho más difíciles de perdonar que una verdad que no te gusta y solo queríamos eso”.

“Pues hubiese preferido no saberlo”, respondo.

“Ya tengo bastante con lo que lidiar”.

Corto la llamada sin decir nada más.

Entro una vez más al cuarto y esta vez Beatriz sí que está despierta.

Sus ojos están algo hinchados por el suelo. Su rostro se sonroja ligeramente mientras se envuelve con mis sábanas y le doy un suave beso en sus mejillas antes de meterme una vez más bajo las sábanas.

“¿Tienes algo importante hoy?”, cuestiona ella.

“¿Quién te llamó tan temprano en la mañana?”

“Era mi padre, solo quería hablar otra vez de mi tío”

Me encojo de hombros antes de abrazarla.

“No entiendo porque no se dan cuenta de que lo último que necesito es saber de ese desgraciado y eso me hace sentir aún más mal”, admito.

“Se está muriendo y lo único que puedo sentir es que lo merece pero eso solo me hace sentirme fatal conmigo mismo por ser tan cruel y es…”

La mujer en mis brazos toma mi rostro entre sus manos.

Ella peina delicadamente mi cabello mientras me besa tiernamente en la mejilla haciéndome sentir mucho mejor con solo eso.

“Creo que deberías hablarlo Lucas”, dice.

“Quizás tu madre tenga razón y no puedas lidiar con esto mucho más por tu cuenta, quizás no es tan mala idea que veas a…”

“No y no te metas en algo que no sabes o que no es tu asunto”.

Me parto de ella de un salto incluso cuando veo sus ojos con tristeza, maldigo para mi mismo mientras me recuerdo que esta es la razón por la que no puedo sincerarme con nadie.

He tenido años de Psicólogos, de psiquiatras y estoy harto de esa m!erda.

Me recuperé, lo hice por años y aprendí a lidiar con todo esto justamente para no tener que volver a pisar el maldito consultorio de un psicólogo o lo que sea.

“No quería enfadarte yo no…”

“Estoy bien”, respondo.

“Tengo mucho que hacer hoy así que no me esperes para cenar o venir a casa”

Tomo algo de ropa de mi armario.

“Y por favor no vuelvas a sugerir algo como un psicólogo, no estoy loco”.

Salgo de la habitación molesto y para ser sinceros un poco decepcionado.

Me digo que quizás Beatriz no es diferente al resto de las personas o que quizás muy en el fondo sé que el que no tiene la razón soy yo.

Me visto en silencio antes de regresar a mi cuarto y me doy cuenta de que ella no está ahí.

Bajo las escaleras estoy listo para irme, pero cuando veo una bandeja en medio de la mesa de estar camino hasta ella.

La nota junto a la taza de café y las tostadas me hace sentir un poco mal, pero no puedo dejar que ella crea que tiene la opción de decirme algo como eso.

Nadie tiene la opción de hacerlo.

Es mi vida y esta es mi decisión.

Guardo la nota en mi abrigo antes de beberme de un sorbo el café salgo de casa un poco disgustado con no poder ver a Beatriz después de que anoche durmiéramos tan tranquilamente después de que al parecer cuando estoy con ella no necesito medicinas para dormir.

Salgo de casa y llego al hospital una media hora después, dudo si debería o no llamarla, pero decido que solo le enviaré un mensaje de texto.

Saco la nota de mi bolsillo y la leo una vez más.

[Lo siento por meterme en lo que no me concierne, ten un lindo día y recuerda que puedes contar conmigo, disculpas sinceras]

Tomo mi móvil con prisas y tecleo rápidamente mis pensamientos esperando que sea suficiente para que ella pueda perdonar mi actitud en la mañana.

[No tienes que pedir disculpas, quizás tienes razón , perdona mi actitud y ten un buen día, tu también puedes contar conmigo]

POV Beatriz

Me digo a mí misma que debo dejar de meterme en lo que no son mis asuntos mientras conduzco de regreso al trabajo.

Sé que Lucas tiene sus propios problemas, problemas en los que simplemente no debería meterme porque, como me dijo, yo no tengo nada que ver con eso.

Soy una aparecida, alguien que simplemente apareció por accidente y aunque él ha sido encantador conmigo.

Aunque de algún modo terminamos besándonos y bueno…  haciendo ese tipo de cosas sigo sin ser nada más que su amiga.

Bajo del auto sintiéndome mal ante ese hecho, nunca antes dormí con nadie que no fuera alguien para mí.

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