Capítulo 63:

Xavier se pasó la mano por el cabello mientras escuchaba las noticias de Emiro. Las construcciones de los hoteles era un aspecto crucial de su imperio empresarial, cualquier retraso o problema en la obra podía afectar gravemente su reputación y finanzas. Además, el accidente en Los Áng$les era especialmente preocupante, ya que podría haber herido a los trabajadores y sería una mancha en su historial.

Tamara lo miró con preocupación, sabía lo importante que eran esos proyectos para él. Y aunque le había prometido que no se alejaría de ella, consideraba que lo que estaba sucediendo era comprensible que lo hiciera.

“Lo siento Tamy, sé que te había prometido no apartarme de tu lado, pero tengo…”. Antes de que él pudiera decirle algo, ella puso la mano en su boca y lo interrumpió.

“No te preocupes, entiendo que debas solucionar tus asuntos, ve tranquilo y yo me quedaré esperando tu llegada”. Declaró ella, tomándolo de la mano.

Xavier la miró a los ojos, agradecido por ese apoyo que le estaba dando, en ese momento la amó más que nunca.

“Gracias mi amor, te juro que no quisiera apartarme de ustedes”. Le dijo acariciando con una mano su rostro y con la otra su vientre.

“Lo sé”.

Xavier la abrazó y se quedó un tiempo con ella en brazos.

“¿Por qué no vienes conmigo?”. Interrogó Xavier.

“Porque seguro que estarás ocupado y no quiero estorbarte”.

El la abrazó de nuevo impregnándose de su olor, luego la besó y se marchó. No se llevó equipaje, porque siempre en el auto cargaba una maleta con ropa.

Se fue sin poder dejar de pensar en Tamara, solo esperaba que pronto estuviera de regreso para estar con ella. Cuando ya estuvo en el auto, empezó a pedirle información a su asistente.

“Emiro, explícame a detalle ¿Qué carajos estás ocurriendo?”.

“El retraso en la obra en Mil%n comenzó por unos permisos que no habían sido aprobados, y eso hizo que los proyectistas enfrentaran dificultades para avanzar”.

Xavier frunció el ceño al escuchar las palabras de Emiro. La noticia no era algo que esperaba escuchar, especialmente considerando la importancia de ese proyecto.

“¿Cómo es posible? Hemos seguido todos los procedimientos, yo mismo me encargué de los permisos, algo no está bien. Hemos invertido tanto tiempo y recursos en esta obra, no podemos permitir que se detenga ahora”.

“Lo sé, señor. Esto es realmente frustrante. Pero no se preocupe, estoy seguro de que podemos resolverlo. Solo necesitamos un poco más de tiempo y paciencia”.

El jet salió con rumbo a Mil%n, apenas llegó, se reunió con los proyectistas y otros involucrados en la obra. La sala de conferencias estaba llena de tensión cuando Xavier entró, lo estaban esperando.

“Buenos días a todos”. Saludó con firmeza, mientras tomaba asiento: “Estoy aquí para discutir la situación actual de la obra. Sé que ha habido algunos obstáculos, sin embargo, los permisos si están y hay una fecha tope para que el hotel esté listo. Estamos comprometidos con este proyecto y no podemos permitir que se detenga”.

Los proyectistas intercambiaron miradas incómodas, conscientes de la presencia decidida de Xavier.

Uno de los proyectistas levantó la mano y Xavier le dio la palabra.

“Entendemos las dificultades, pero también debemos considerar nuestros intereses. Necesitamos un aumento en nuestra participación para continuar”.

Xavier se levantó de su asiento, mirando fijamente a los proyectistas.

“Escúchenme atentamente. No cederé ante chantajes. Hemos invertido mucho en esta obra y no toleraré ninguna acción que amenace su continuidad. Si ustedes no están dispuestos a seguir adelante, buscaré otros profesionales que sí lo estén, ustedes no son los únicos. Además, si deciden abandonar el proyecto, los demandaré… la decisión está en sus manos”.

El silencio llenó la sala mientras los proyectistas procesaban las palabras de Xavier. Lentamente, uno a uno de ellos asintió, reconociendo su determinación y la seriedad de su postura.

“No es necesario Señor Sebastini”. Comenzó a decir otro de los proyectistas: “Comprendemos su posición. Estaremos dispuestos a resolver los obstáculos y continuar con la obra”.

“Eso espero, porque de lo contrario prescindiré de sus servicios, todos somos parte de este proyecto y debemos trabajar juntos para superar los desafíos que se nos presenten”.

La reunión continuó con un tono más positivo y constructivo. Xavier lideró la discusión, planteando soluciones y estrategias para superar los obstáculos que habían surgido.

Los proyectistas comenzaron a mostrar más compromiso y colaboración, reconociendo la determinación y el enfoque de Xavier. Estaban pensando que quizás, habían cometido un error al dejarse manipular.

Después de horas de negociaciones y debates, se llegó a un acuerdo sobre las medidas a tomar para garantizar la continuidad de la obra en Mil%n. Xavier se aseguró de que se establecieran plazos claros y se asignaran los recursos necesarios para cumplir con el cronograma.

Al regresar a su hotel, Xavier sintió una mezcla de alivio y satisfacción. Sabía que aún había un largo camino por recorrer, pero había logrado asegurar el progreso del proyecto y mantener su integridad frente a las demandas injustas.

Esa noche Xavier decidió llamar a Tamara para contarle las buenas noticias.

“Tamara, mi amor ¡Lo hemos logrado! Las negociaciones fueron desafiantes, pero hemos llegado a un acuerdo con los proyectistas. La obra en Mil%n continuará según lo planeado”.

“¡Eso es maravilloso, Xavier! Sabía que podrías hacerlo, estoy tan orgullosa de ti”.

“¿Cómo has estado, y mis bebés?”. Interrogó con voz ronca imaginándola entre sus brazos y mientras la consentía.

“Bien, he pasado todo el día acostada, intenté hacer varias obras y me quedé dormida en la mesa. Freya vino a hacerme compañía porque tuve muchas náuseas, también conversé con mis padres; aunque no quise decirle que estábamos juntos y de que eran varios los bebés, quisiera decírselos en persona, aunque aún me siento mal por estar ocultándole las cosas”.

“No te preocupes, cuando regrese viajamos a Fl%rencia y hablamos con ellos ¿Te parece?”

“Perfecto ¿Ahora vas a Los Áng$les?”.

“Si, salgo en unas horas, al llegar te llamo, estoy ansioso por verte para celebrar juntos. Te he extrañado mucho y quiero estar contigo”.

“Yo también quiero que estemos juntos”.

Hablaron un poco más y luego se despidieron.

Horas después salió el vuelo de Xavier a Los Áng$les, y luego de más de quince horas de vuelo, llegó a su destino después de una escala.

Sabía que la situación en el sitio de construcción era delicada después del accidente que se había producido allí. Así que se dirigió directamente al lugar, donde se encontró con un panorama desalentador.

La zona de la construcción estaba llena de tensión y preocupación. Los encargados estaban nerviosos y preocupados por las posibles demandas millonarias que se cernían sobre ellos. Xavier se acercó al supervisor del sitio, quien lucía abrumado por la situación.

“Buenos días, ¿Cómo están las cosas aquí?”. Preguntó.

“Señor Sebastini, gracias por venir. La situación es complicada. Los abogados de las personas afectadas están amenazando con demandas millonarias, están alegando negligencia en la seguridad del sitio”.

“Entiendo la gravedad de la situación. Debemos abordar esto de manera cuidadosa y responsable. Necesitamos tomar medidas para asegurarnos de que se le brinde apoyo a las personas afectadas”.

“Estoy de acuerdo, pero no sabemos por dónde empezar. La compañía constructora está preocupada por el impacto económico y legal que esto podría tener”. Señaló el supervisor.

“Lo primero es enfocarnos en la seguridad de las personas. Necesitamos llevar a cabo una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente y demostrar que se tomaron todas las precauciones necesarias. Además, debemos ofrecer nuestro apoyo a los afectados”.

El equipo de seguridad del sitio comenzó a recopilar evidencia y testimonios de los trabajadores presentes en el momento del accidente. Xavier, junto con el supervisor, se reunió con los abogados de la compañía constructora para discutir la estrategia a seguir.

“Xavier, la situación es grave. Estamos enfrentando amenazas de demandas millonarias. Necesitamos presentar una defensa sólida y evitar cualquier responsabilidad injusta”.

Las siguientes semanas, fueron de intenso trabajo para Xavier, el equipo legal trabajó arduamente para recopilar pruebas necesarias. Él se aseguró de que se establecieran líneas de comunicación abiertas con los abogados de las personas afectadas, mostrando empatía y disposición para llegar a acuerdos justos.

A medida que avanzaba la investigación, se descubrieron deficiencias en los protocolos de seguridad del sitio de construcción. Xavier tomó medidas inmediatas para rectificar esas deficiencias y garantizar que se establecieran medidas más rigurosas para prevenir futuros accidentes.

Aunque había llamado a Tamara diariamente, habían hablado poco por las diferencias de horario, pero estaba ansioso por regresar. Al final, un viaje que pensó que sería de dos semanas, duro un mes. Pero tras días de negociaciones y resolución legal, se logró llegar a acuerdos justos con las personas afectadas.

Xavier se sintió aliviado de haber podido solucionar la situación de manera positiva, el penúltimo día antes de regresar, su amiga Kat le pidió verlo y se fueron a cenar. Pero como siempre la prensa terminó fotografiándolo, solo esperaba que Tamara no desconfiara de él.

Por su parte, Tamara estaba un poco triste. Pensaba que a Xavier se había le había pasado la novedad de su relación y ya no tenía el mismo interés en ella.

La única buena noticia que tenía es que ya tenía su acta de divorcio, y sabía que quizás Joel no la molestara más. Sin embargo, un día que salió de compras, se sorprendió cuando al llegar al apartamento lo encontró allí.

“¿Qué estás haciendo aquí? Ya no tenemos nada de qué hablar”. Declaró ella y el hombre la miró con una sonrisa.

“Vine a felicitarte por tu libertad…”. Luego se quedó un momento callado y agregó: “Y a venirte a abrir los ojos ¿Piensas que Xavier quiere algo serio contigo y que te va a pedir matrimonio?”.

Ella se quedó en silencio por un par de segundos mientras él se burlaba.

“Lo que haga con mi vida no es de tu incumbencia”. Respondió finalmente con firmeza.

“Lo sé, pero digamos que es por la consideración de haber sido mi esposa, ¿Quieres ver?”. Como ella se quedó en silencio, él siguió hablando: “El hecho de que te niegues a verlo no significa que no sea cierto o que vaya a desaparecer. Te las voy a mandar a tu número, sino quieres revisarlo ahorita, puedes hacerlo después que yo me vaya”.

Joel se dio la vuelta y se marchó al mismo tiempo que al celular de Tamara llegaban las notificaciones. Descargó las imágenes y sintió que el aire le faltaba cuando vio a Xavier comiendo con la misma rubia con quien salió en la prensa hace unos meses.

Se dejó caer al sofá, sintiendo un nudo en la garganta y una profunda tristeza en su pecho. Al mismo tiempo, su celular comenzó a repicar con una llamada entrada de Xavier, ella se debatía entre responderle o no.

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