Mamá correcta, papá equivocado -
Capítulo 32
Capítulo 32:
Xavier veía el vídeo moviendo la cabeza de un lado a otro.
“Ya tienes tu noticia Katmar… no me molestes ahora, seguramente esto me traerá problemas con la mujer que me gusta”. Señaló un poco preocupado.
“¿Acaso no te conoce? ¿No confía en ti?”. Le preguntó la chica saliendo de la habitación debidamente vestida y maquillada.
“Realmente no hemos tenido mucho contacto, no me conoce lo suficiente. Además ¿Tú confiarías en un hombre a quien hubieses visto después de ese reportaje? Carajo Kat, hasta yo mismo me odio con todo lo que dijeron de mí, qué hombre más sinvergüenza soy…. bueno, es que los hombres son unos perros con todo y cola, por eso no me gustan”. Expresó en tono burlón.
“¡Payaso! ¿Tú si crees que eso funcione? No quiero que mi padre me case con ese hombre, espero que al ver esto, ese tipo se decepcione. Sabes que a mí quien me gusta es tu hermano Evans”. Dijo con un suspiro.
“Pero tú no le gustas a él y allí no se puede hacer nada”.
“¿Y a ti tampoco te gusto?”. Interrogó la chica haciendo un puchero.
Xavier la tomó por las mejillas y le dio un beso en la frente.
“No, estás muy chiquita para mí. Además, eres como una hermanita”.
“¡Lo sé! Pero igual te pasas, si hasta soy mayor a la chica que te gusta. Ella tiene veintitrés y ya yo voy a cumplir veinticuatro”. Protestó.
“Ah, pero Tamara es muy seria, madura y…”. Antes continuar, ella lo interrumpió.
“¿Y es la mujer que amas?”. Preguntó la chica mirándolo con atención.
“Quizás sí, no estoy seguro. Solo sé que no dejo de pensar en ella, solo quiero que se terminen de cumplir los dos meses para ir a buscarla”.
“Me alegra que te hayas vuelto a enamorar… aunque yo era muy joven, supe todo lo que te hizo Laurent y lo mal que la pasaste en esa oportunidad. No es más que una p$rra oportunista”. Dijo la chica con desprecio.
“No te mortifiques con eso, ya quedó en el pasado y todas las experiencias que vivimos en la vida nos sirven para madurar. Yo creí que ella era el amor de mi vida, pero cuando me enteré las razones por la que estaba conmigo y como se llenaba la boca comentando el control que tenía sobre mí, me sentí tan decepcionado por haber permitido todo eso… lastimosamente cuando intenté poner distancia, no funcionó”.
“Y por venganza te acusó de todas esas cosas, y luego pasó…”. Xavier no la dejó continuar hablando.
“Hablé contigo sobre eso, te dije que fue un accidente y…”. Esta vez fue la joven quien lo interrumpió.
“Todos piensas que intentaste…”.
“Todos lo creen, incluso mis padres, pero no fue así. Dejemos ese tema que realmente no me gusta hablar de eso, fue hace más de una década y ya casi ni recuerdo nada. Además, en ese entonces veía la vida desde otra perspectiva”.
Xavier se levantó de la silla y se acercó a la ventana, mirando hacia afuera con una expresión pensativa en el rostro. La chica lo observaba en silencio, sabiendo que había tocado un tema delicado.
Después de unos minutos de silencio, Xavier se giró hacia ella y le dijo.
“Pero ahora es diferente, con Tamara es distinto. No puedo explicar cómo lo sé, pero es así. Además, presiento que esta vez todo va a salir bien”.
La chica sonrió feliz por su amigo y lo abrazó. Kat era la única persona con la que Xavier hablaba sin limitaciones… quizás era porque unos años atrás ella se había escapado de su casa sufriendo un mal de amor, creyendo que el mundo se le caería encima.
Él la había encontrado y para ganarse su confianza le contó varias cosas de su vida, de allí empezaron a hablarse habiéndose buenos amigos… a pesar de la diferencia de edad entre ellos.
“Eso es maravilloso, Xavier. ¿Cuándo la vas a buscar?”.
“Dentro de cinco semanas”. Respondió Xavier: “Ya tengo todo planeado. Voy a llevarla a la isla de la Familia en Gr$cia, es un lugar especial y allí le propondré formalmente que tengamos una relación”.
“No se dice relación, tonto. Debes `pedirle que sea tu novia”.
“Kat, a estas alturas yo no tengo novia, si no mujer”.
“Entonces pídele que sea tu mujer, aunque hay que ver cómo se lo tome, yo no sé si aceptaría a un hombre de buenas a primera que se perdió por un par de meses y aparezca pidiéndome que sea su mujer”. Dijo la chica riéndose: “Está la posibilidad de que te diga que no”.
Xavier se encogió de hombros con una sonrisa en el rostro.
“Eso no va a suceder, siento que le gustó mucho a Tamara. Además, creo que hay una conexión especial entre nosotros”.
Kat asintió feliz por su amigo y emocionada por la aventura que se avecinaba.
“Bueno, entonces prepárate para ser el mejor marinovio del mundo, quizás puedas tener el hijo que tanto quieres. Por cierto ¿No le has preguntado al doctor cómo salió la inseminación con la mujer que contrataste? ¿Cómo es que se llama?”.
“No sé, de eso se encargó el doctor con mi secretaria, él recomendó el menor contacto mientras resultaba la inseminación”. Expresó con tranquilidad.
“¿Y si queda embarazada cómo harás? ¿Te la llevarás a tu casa? ¿Cómo crees que reaccione Tamara si se entera de ese contrato? ¿Le vas a contar?”.
“¡Por Dios Kat! Toma una pausa, si esa mujer queda embarazada e inicio una relación con Tamara, tendré que explicarle. Además, no es como que esa otra chica tenga una relación conmigo distinta a una contractual, así que no creo que haya nada de qué preocuparse”.
“Bueno, eso espero, aunque realmente quisiera que esa mujer que contrataste no haya quedado embarazada para que tú te des la oportunidad de concebir normalmente con tu chica. No te olvides que yo seré la madrina y pones a Evans de padrino, para que así se dé cuenta de que existo”. Dijo resoplando.
“Ese sabe que existes, pero el día que lo ignores se dará cuenta de que puede perderte, eso no falla. Nosotros los hombres mientras más nos huyen se nos hace interesante”. Le dijo Xavier riéndose.
“Aplicaré tu plan… vámonos, seguro que la prensa debe estar pendiente para seguir chismeando. Tómame de la cintura y mírame como si fuera lo más importante para ti y luego yo le aclaro todo a Tamara”.
Xavier rio y le dio un fuerte abrazo a su amiga.
“Ay Kat. Aunque eres la mejor amiga que alguien puede tener, eres la mujer más loca del mundo. Aunque así te quiero. ¡Salgamos!”.
Y así lo hicieron mientras los reporteros no dejaban de fotografiarlos. Cuando se subieron al auto, recibió una llamada del doctor.
“Señor Sebastini, lo llamo para darle noticias sobre la inseminación”. Dijo el hombre y Xavier esperó ansioso, porque, aunque unas semanas antes había estado deseoso de tener un hijo a través de ese medio, ahora no estaba tan seguro de que eso era lo que quería.
“Dígame doctor ¿Cuál es el resultado?”.
“Lamento no ser portador de buenas noticias, pero el tratamiento no dio resultado. La mujer no quedó embarazada, por lo cual hay que repetirte la inseminación”.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar