Madrastra de cinco grandes villanos
Capítulo 108 - Grito

Capítulo 108: Grito

Shao Xi se quedó atónito después de leerlo. Miró a Mu Jingzhe. «Mami, esto…»

«¿Sabes lo que significa? Aunque es algo que sólo se aprende en la escuela media, creo que puedes entenderlo».

Mu Jingzhe pensó por un momento y señaló a Shao Dong. «Por si acaso, Pequeño Dong, ¿Por qué no explicas lo que significa?».

Shao Dong asintió obedientemente. «Significa que cuando Dios quiere imponer una gran responsabilidad a una determinada persona, primero debe perturbar su mente, cansar sus músculos y huesos, hacerla pasar hambre, obligarla a la pobreza y hacer que cada una de sus acciones sea insatisfactoria. De esta manera, Él puede motivar su voluntad, hacer que su temperamento sea firme, y aumentar las habilidades que no posee».

Mu Jingzhe le dio a Shao Dong un pulgar hacia arriba. «Muy bien». Entonces, miró a Shao Xi. «¿Lo entiendes ahora?»

Si Shao Xi todavía no entendía lo que Mu Jingzhe quería decir, sería un tonto. «Lo entiendo».

«Bien.» Mu Jingzhe le dio una palmadita y le hizo un gesto para que los niños se acercaran. «Vengan, hoy les ayudaré a deshacerse de sus supersticiones. Todo eso de implicar a los demás si tienes un carácter duro de nacimiento o naces con mala suerte es un error.

«Todo el mundo encontrará muchos problemas y contratiempos en su camino de crecimiento. Sólo que algunas personas se encuentran con más y otras con menos. Si creen que, en comparación con los demás, se encuentran con más contratiempos, hay una razón para ello».

Mu Jingzhe dijo solemnemente: «Eso es porque todos son pequeños genios, y están destinados a convertirse en grandes figuras en el futuro, así que tendrán que pasar más pruebas.

Si una persona quiere tener éxito, tiene que superar varias situaciones, así que esto es una prueba del cielo. No hay que pensar demasiado. Sólo hay que recordar que después de cada tormenta viene un arco iris.

Cuando hagan algo por sí mismos en el futuro, recuerden que deben contribuir a la sociedad y no dejar que sus cerebros se desperdicien».

Los ojos de los niños se iluminaron, especialmente los de Shao Xi. «¿De verdad? ¿Es eso cierto?»

«Por supuesto, ¿Por qué iba a mentirles?».

En cualquier caso, la Pequeña Bei estaba convencida. «Así que mamá, si nos encontramos con muchos contratiempos en el futuro, será porque seremos gente poderosa. Será una prueba de nuestra excelencia. Sólo superando esas situaciones podremos triunfar, ¿verdad?».

«Así es. Pequeña Bei, eres realmente inteligente». Mu Jingzhe no fue tacaña con sus elogios y dijo solemnemente: «Así que si te encuentras con algún contratiempo en el futuro, no dejes que tus pensamientos se vuelvan locos. Si te resulta demasiado difícil, entonces recuerda memorizar este texto».

«De acuerdo, todos lo memorizaremos». Shao Dong ya lo había memorizado. «Haré que lo memoricen».

Mu Jingzhe asintió y miró a Shao Xi. «El Pequeño Xi no sólo necesita memorizarlo, sino que creo que también necesita fortalecer su memoria».

Después de pensarlo un poco, Mu Jingzhe dijo: «Pequeño Xi, copia este poema diez veces esta noche. No te duermas antes de terminarlo. Mañana por la mañana voy a comprobar lo bien que lo has memorizado».

Era la primera vez que Mu Jingzhe les hacía copiar algo como castigo. Shao Xi miró fijamente a Mu Jingzhe y asintió obedientemente. «Mm, haré lo que pueda».

No sólo tenía que memorizar este texto, sino que también tenía que grabarlo en su mente.

Mu Jingzhe asintió satisfecho. «Ve».

Después de que Shao Xi terminara de copiarlo y Mu Jingzhe lo revisara, quedó satisfecha. Shao Xi incluso había memorizado mientras lo copiaba. Esa noche, los niños lo memorizaron en silencio.

Mu Jingzhe lo había memorizado antes, pero ya lo había olvidado. Tenía miedo de ser la única que no lo había memorizado, así que también lo memorizó en secreto.

Al día siguiente, cuando Mu Jingzhe se despertó, los niños se apresuraron a recitar el texto delante de ella. Cada uno de ellos era más hábil que el otro, Shao Xi incluido. Su rostro ya no parecía desanimado. Sólo entonces Mu Jingzhe se sintió satisfecha.

Como era de esperar, no había ningún problema que los deberes y la memorización de libros no pudieran resolver. La mejor manera de tratar a un niño demasiado pensativo era hacerle memorizar textos.

Los niños no fueron a la escuela de arte ese día y se quedaron en casa para estudiar. Después de la cena, tuvieron una sesión de intercambio de aprendizaje.

Los niños aprendieron las lenguas extranjeras con rapidez y eficacia. Ya eran capaces de entablar conversaciones cotidianas. Cada noche, Mu Jingzhe organizaba una conversación de media hora.

Ella participaba todo lo que podía, pero cuando empezaban a hablar en ruso, estaba completamente perdida.

Como la Pequeña Bei no aprendía mucho, no sabía mucho. Al final, utilizó el lenguaje de señas para participar y aprovechó esta oportunidad para practicar su habilidad con el lenguaje de señas.

A continuación, llegó el momento de los conocimientos jurídicos. Mu Jingzhe había apoyado a Shao Nan en el estudio de esta materia antes, y ahora que Shao Nan la había estudiado bien, podía incluso enseñar a sus hermanos menores.

Por eso Mu Jingzhe fue a la ciudad a comprar más libros prácticos para Shao Nan para facilitar sus estudios.

Después de adquirir conocimientos legales, sabrían en sus corazones lo que era legal y lo que no. Así, Shao Nan probablemente no inventaría ese veneno incoloro e inoloro que tenía en el libro.

Al día siguiente, un grito perturbó la paz en la Familia Shao.

Mu Jingzhe se despertó temprano y se levantó tranquilamente para lavarse la cara como de costumbre. Sin embargo, en el momento en que abrió la puerta, se asustó por las serpientes que vio junto a la puerta y gritó.

Como mucha gente, Mu Jingzhe tenía miedo de las serpientes. Sólo verlas le daba escalofríos.

Sin embargo, a primera hora de la mañana, dos serpientes aparecieron de repente en su puerta.

Mu Jingzhe cerró la puerta instintivamente, pero antes de que pudiera suspirar de alivio, vio que otra serpiente se metía por la ventana entreabierta.

El cerebro de Mu Jingzhe explotó.

La Pequeña Bei seguía dormida, pero se despertó al oír la voz de Mu Jingzhe. «Mami, ¿Qué pasa?»

Los agudos ojos de la Pequeña Bei se fijaron rápidamente en la serpiente. Era diferente de las serpientes del tamaño de un dedo meñique que solía ver. Esta serpiente era mucho más gruesa.

Estaría bien si fuera sólo una pequeña, pero la Pequeña Bei tenía miedo tanto de las pequeñas como de las grandes. Sin embargo, al ver a Mu Jingzhe tan aterrorizada, a la Pequeña Bei no podía importarle menos.

«Mami, no tengas miedo». La pequeña Bei se bajó de la cama, cogió sus zapatos y los lanzó contra la serpiente, queriendo ahuyentarla.

Su puntería no era mala, y le dio en la cabeza a la serpiente. Sin embargo, como la golpeó, la serpiente empezó a arrastrarse hacia la Pequeña Bei.

La Pequeña Bei y Mu Jingzhe gritaron al unísono. La Pequeña Bei agarró algo y lo lanzó. Mu Jingzhe también reaccionó cogiendo una roca para aplastarla.

La roca estaba escondida con fines de autodefensa. Mu Jingzhe podía ser fuerte, pero su precisión era escasa.

La roca no golpeó a la serpiente. En cambio, rompió el cristal de la ventana e hizo que la serpiente se volviera aún más agresiva.

Al final, la Pequeña Bei recuperó el mortero de la cabecera de la cama y Mu Jingzhe consiguió golpear a la serpiente con él.

Finalmente, la serpiente murió. Como resultado de los implacables ataques de Mu Jingzhe, la cabeza de la serpiente quedó hecha pedazos. Sin embargo, la puerta de madera de la habitación también quedó completamente destrozada.

Mu Jingzhe había destruido una segunda puerta en la Residencia Shao, pero esta era la menor de sus preocupaciones en un momento como este.

Con la puerta destrozada y rota, ahora tendrían que enfrentarse inevitablemente a las serpientes de la puerta.

Toda esta conmoción, así como el hecho de que las dos serpientes de la puerta habían sido golpeadas por el marco de la puerta caído, desencadenó la naturaleza agresiva de las serpientes.

Atraídos por el grito de Mu Jingzhe, los cuatro chicos vinieron corriendo uno tras otro con Shao Dong corriendo delante.

Lo más peligroso era que había más de dos serpientes en la casa. Habían aparecido de la nada, aparentemente en un instante.

Los agudos ojos de Mu Jingzhe reconocieron a las serpientes venenosas que había visto en fotos antes. En ese momento, todas se reunieron alrededor. Algunas serpientes se acercaban a ella, mientras que otras se dirigían hacia Shao Dong y los demás.

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Este capítulo se tradujo lo más antes posible gracias a RafaVentu95!

Quien uso sus beneficios para traducir los capítulos lo más antes posible!

El capítulo 108

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