Capítulo 991:

Marcus se removió, dándose cuenta de que Melissa no estaba en la cama a su lado. En su lugar, encontró a Matthew acurrucado entre sus brazos.

El cuerpo de Matthew emanaba calidez, acurrucado cerca del corazón de Marcus, con una de sus manitas apoyada suavemente en el hombro de Marcus. Profundamente dormido, Matthew parecía tranquilo en su sueño.

Marcus miró a Matthew con nostalgia, con una mezcla de emociones agitándose en su interior.

Levantándose y preparándose para el día, Marcus se aventuró a salir, sólo para encontrarse con una presencia inesperada en el salón.

En la mesa, Shawn, el hijo de Julie, mantenía una animada conversación con Melissa sobre sus negocios.

Su entusiasmo vaciló al presenciar la aparición de Marcus en la habitación de Melissa, dejándole momentáneamente sin habla.

Pasaron unos instantes antes de que Shawn recuperara la compostura y se pusiera en pie de inmediato.

«Hola. Tú debes de ser el padre de Matthew. Soy Shawn. Melissa y yo somos como hermanos», se presentó.

Julie, que servía el desayuno, escuchó el intercambio.

Pellizcó discretamente a Shawn, lanzándole una mirada de advertencia, antes de dirigirse a Marcus con una sonrisa.

«Suele hablar fuera de tono. Por favor, no le hagas caso».

Marcus albergaba reservas.

No le gustaba que otros hombres se familiarizaran demasiado con Melissa, sobre todo si carecían de lazos familiares.

Sin embargo, a Marcus se le daba muy bien ocultar sus verdaderos sentimientos.

Sentado, Marcus mantuvo la compostura.

«No te preocupes, Julie».

Marcus y Shawn entablaron una conversación informal de negocios. Shawn parecía animado, como si hubiera encontrado un tesoro. Charlaba animadamente mientras atendía a Marcus. Tanto a Julie como a Melissa les resultaba difícil tolerar el obsequioso comportamiento de Shawn.

Marcus ofreció a Shawn información sobre algunas opciones de compra de acciones.

Sirviendo a Marcus una taza de café, Shawn se dirigió a él con afecto.

Julie experimentó una mezcla de preocupación y alegría, sus instintos maternales teñidos de culpa por influir potencialmente en la dinámica de Melissa con Marcus.

La perspectiva de Melissa era diferente.

Cuando regresó al dormitorio para ponerse la ropa de trabajo, Marcus buscó en el armario una corbata. Mientras lo hacía, Melissa entró en la habitación en silencio.

Al notar su presencia, sonrió y le preguntó burlonamente: «¿Qué es esto? ¿Quieres echarme una mano con la corbata?».

Los labios de Melissa formaron una línea apretada mientras hablaba en voz baja.

«¿Qué estabas haciendo hace un momento?».

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