La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 952
Capítulo 952:
Señalando hacia su estudio, Marcus la invitó a seguirle. «Vamos; hablemos de ello».
Con un suspiro resignado, Melissa lo siguió hasta el estudio.
Al entrar, cerró la puerta tras de sí. Marcus estaba sentado detrás del escritorio y sacó un documento de un cajón.
Lo deslizó por el escritorio.
Luego le indicó que tomara asiento y echara un vistazo.
La confusión nubló la mente de Melissa mientras se sentaba y hojeaba el documento. Al cabo de un momento, levantó la vista, con los ojos desorbitados por la incredulidad.
«¿Qué es esto?
El expediente lo dice todo, señorita Brown. ¿Necesita que se lo lea?».
Apretando los dientes, Melissa negó con la cabeza. «No, gracias.
Ojeó el documento con rapidez y sus músculos se tensaron mientras miraba a Marcus con recelo.
El documento le prometía una fortuna.
Habría una gran casa para ella y Matthew, y se transferiría a su nombre. Además, Marcus le daría cinco millones de dólares al mes para su manutención. También cubriría la educación de Matthew, y éste heredaría otras propiedades de la familia Fowler cuando alcanzara la mayoría de edad. Como padre de Matthew, Marcus podía venir a visitarlo en cualquier momento. Si quería, podía incluso pasar la noche con Matthew.
Pero no había ningún plazo adicional para Melissa.
Pero sí había una salvedad: si ella se casaba, Matthew quedaría al cuidado de Marcus. Aunque parecía que Melissa tenía la sartén por el mango, Marcus movía silenciosamente los hilos, guiando no sólo su destino sino también su vínculo matrimonial.
«No me lo creo», dijo Melissa con firmeza.
A Marcus no le sorprendió su negativa.
Si hubiera cedido fácilmente, habría sido sospechoso. Aquella decisión había roto sus lazos tres años antes.
Marcus hojeó el documento despreocupadamente con sus finos dedos.
«¿Seguro de esto? Piensa en la batalla por la custodia de Matthew. ¿Estás preparada?»
Melissa negó con la cabeza, decidida. «¡No harías esto! No si te importa Matthew. Marcus, aún eres joven. La señorita Finch y tú siempre podéis tener vuestros propios hijos. No deberías llevarte a Matthew contigo».
«Si tengo a Matthew, no necesito casarme», replicó Marcus.
Melissa lo miró incrédula. ¿A qué juego estaba jugando?
En cualquier caso, no iba a seguirle el juego.
Levantándose bruscamente, declaró: «Se acabó. Me largo».
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar