La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 923
Capítulo 923:
«Te llevaré a casa», dijo con voz firme.
En la enérgica noche de luna, Violette dudó sólo un instante antes de obedecer y subir al coche.
Marcus condujo muy rápido.
En menos de veinte minutos había detenido el coche en la entrada de la casa de los Finch. Dado lo avanzado de la hora, no era el mejor momento para hacer visitas, pero aun así Marcus siguió a Violette al interior de la mansión.
El personal de la casa Finch se percató rápidamente de su llegada e informó discretamente a los padres de Violette.
Los padres de Violette se alegraron de la noticia. Pensaron que Marcus por fin había aceptado a Violette y que podría pasar allí la noche.
Sin embargo, Violette sintió que algo iba mal. Su rostro se volvió ceniciento y se preparó para lo que creía que era el final de su relación.
Sentada en el salón del piso de arriba, con las manos entrelazadas sobre las rodillas, Violette se esforzó por exponer sus argumentos. «¡Creo que soy mejor partido para usted! La señorita Brown, después de todo, no viene de un entorno rico como el mío. Además, siempre está con el señor Waston, que tiene fama de mujeriego», argumentó Violette con calma.
Marcus la fulminó con la mirada y Violette se quedó callada.
Después de lo que pareció una eternidad, Marcus dijo con voz fría: «Tienes dos opciones. La primera es que terminemos aquí y ahora. La segunda, llevaré dos proyectos a la familia Finch, y tu padre sabrá qué hacer. Pero esto viene con una condición…»
Cuando Violette escuchó sus palabras, se encontró aturdida.
Una situación así le era ajena. Había vivido una vida de cuento de hadas.
Violette se quedó desconcertada en ese momento. Nunca había imaginado que el hombre al que más admiraba estuviera negociando con ella, por el bien de otra mujer.
¿Cómo podía Violette aceptarlo tranquilamente? Protestó en voz baja: «¡Ella no vale la pena! Vosotros dos terminasteis las cosas hace mucho tiempo».
Sin embargo, Marcus permaneció en silencio.
En el fondo, se encontraba en una encrucijada respecto al inesperado regreso de Melissa, pero estaba seguro de que necesitaba aclarar su postura a Violette. Su falta de sentimientos hacia ella y su actual desinterés por el matrimonio le llevaron a plantearle esas dos opciones.
Para cualquiera que prestara atención, la decisión correcta estaría clara.
La estancia de Marcus fue breve. A su llegada, la residencia Finch estaba llena de luz, como a plena luz del día. Pero a su partida, diez minutos después, sólo quedó encendida una pequeña lámpara de noche, ya que todos creían que se quedaría a dormir. Así, los padres de Violette se sorprendieron cuando se enteraron de que se había ido.
Fueron corriendo a la habitación de Violette y preguntaron: «¿Qué ha pasado? ¿Por qué se ha ido Marcus? ¿Por qué no le convenciste para que se quedara a dormir?».
Luna, la madre de Violette, expresó su preocupación y confusión.
Estaba deseosa de que su hija se comprometiera con Marcus, y esperaba que esto les reportara el apoyo de la familia Fowler. Así, el futuro de la familia Finch sería brillante y exitoso.
Cuando Violette escuchó todas aquellas preguntas, no pudo contener las lágrimas.
«¡Marcus quiere terminar nuestra relación!»
Esta noticia dejó incrédulos a los padres de Violette, que se sorprendieron aún más cuando supieron el motivo. No podían creer que su hija pudiera ser superada por una secretaria cualquiera…
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