La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 874
Capítulo 874:
Todo este tiempo, Marcus se limitó a suponer que habían reavivado su amor.
Marcus recordó que Melissa visitó su apartamento bajo la lluvia. Debía de estar ansiosa por verle.
Sin embargo, él la había forzado, impulsado por la ira.
Melissa, malinterpretando sus acciones, creyó que Marcus había cambiado de opinión y que tal vez estaba pensando en pedirle matrimonio cuando vio el anillo.
Se dio cuenta de la verdad cuando Marcus le ofreció dos millones de dólares por un único encuentro íntimo y le entregó un cheque con la orden de comprar píldoras del día después. Fue entonces cuando comprendió que no la consideraba más que un juguete.
De repente, Marcus detuvo el coche.
El Cullinan negro brillaba bajo las luces de neón de la ciudad.
Pero estaba de mal humor.
Con la mente consumida por la imagen de Melissa partiendo entre lágrimas, Marcus se vio incapaz de conducir. Ni siquiera le había sugerido que se diera una reconfortante ducha o se cambiara; simplemente le ordenó que partiera después de satisfacer sus deseos.
En ese momento, eran las tres y media de la madrugada y estaba lloviendo.
¿Cómo se las arregló para volver? ¿Llevaba dinero?
Tales consideraciones no se le habían pasado por la cabeza, pues había renunciado a preocuparse por ella.
Marcus levantó la cabeza y su nuez de Adán se movió con inquietud.
Finalmente, llamó a Sylvia y le dijo: «Localízamela».
Sylvia respondió en tono áspero: «Entendido».
Impulsada por la directiva de Marcus, Sylvia aprovechó la influencia de la familia Fowler para rastrear todos los rincones de Duefron, incluido el hotel donde se alojaba Melissa.
Sylvia, meticulosa en su proceder, llegó a indagar hasta el último detalle y sorprendentemente encontró la llave. La recepcionista mencionó la visita de un respetable caballero.
Sylvia consiguió acceder a las grabaciones de vigilancia.
Al ver las imágenes, Sylvia se quedó atónita. El hombre en cuestión no era otro que Thomas Smith.
La conexión entre Thomas y Melissa dejó perpleja a Sylvia.
A las nueve de la noche, el coche de Marcus estaba aparcado junto a la carretera.
No tenía apetito y esperaba ansiosamente noticias.
Su teléfono señalaba un mensaje entrante de Sylvia.
Junto al vídeo, una importante revelación acompañaba al mensaje de Sylvia.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar