Capítulo 835:

«Marcus, por favor. ¿Podemos hablar? Sólo media hora, o tal vez sólo diez minutos».

Su voz estaba impregnada de humildad.

Marcus, sin embargo, estaba más allá de la paciencia.

Con un movimiento suave pero firme, liberó su brazo y dio un paso atrás para mirarla con frialdad. «¿Y entonces qué? ¿Debo creerte, planear nuestro futuro, trazar el camino a seguir… sólo para encontrarme de nuevo con el engaño y tu confesión de indiferencia hacia mí?».

Su voz estaba teñida de desesperación reprimida.

Finalmente, Marcus encontró las palabras. «No te concederé el perdón tan fácilmente todo el tiempo, Melissa.

Tu arrepentimiento, para mí, es insignificante.

Me casaré, tal vez con alguien de igual posición. Tal vez no habrá amor, ni alegría. Pero al menos, no tendré que descifrar constantemente sus pensamientos o temer que se vaya. Mi vida está demasiado llena para romances tan juveniles».

Habló con una sensación de finalidad. Una vez que terminó, Marcus no sintió ninguna razón para demorarse.

Se dirigió a Sylvia y le dijo despreocupadamente: «Atiende sus necesidades, si las tiene».

Y acto seguido se marchó, sin mirar atrás a Melissa.

En la silenciosa sala del Grupo Fowler reinaba un gran silencio. La verdad tácita estaba clara para todos: Melissa y Marcus habían terminado de verdad.

El personal femenino, antes envidioso, ahora sentía cierta lástima por Melissa.

Tras un prolongado silencio, Sylvia rompió suavemente la quietud.

«No has comido, ¿verdad? Vamos a cenar», susurró.

Melissa se limitó a negar con la cabeza.

Con la mirada fija en el sushi desechado en el cubo de la basura, los pensamientos de Melissa vagaban a la deriva. La voz de Sylvia la interrumpió. «El Sr. Fowler sigue enfadado, de ahí sus duras palabras. Habla con él más tarde, Melissa».

Las lágrimas ahogaron la voz de Melissa mientras susurraba un asentimiento.

«Me voy ya», murmuró.

Sylvia hizo un movimiento para detenerla, pero Melissa fue rápida y desapareció de su vista en unos instantes.

Sylvia se quedó, y el ambiente se fue animando poco a poco a su alrededor.

Los empleados se marchaban, algunos cotilleaban, otros especulaban sobre la relación entre Marcus y Melissa.

Sylvia observó la escena con voz firme. «¿Queréis perder vuestro trabajo?

El enfado de hoy del señor Fowler podría convertirse en cariño mañana».

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Nota de Tac-K: Tengan un excelente inicio de semana lindas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (^◡^ )

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