La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 784
Capítulo 784:
A pesar de sus bromas juguetonas, no eran intencionadas. Melissa añoraba aquellos momentos, pero comprendía que eran irrecuperables. Marcus le guardaba rencor.
Ingirió mecánicamente dos tazones de fideos, a pesar del malestar que le roía el estómago.
Recostada en la cama, el persistente aroma de Marcus impregnó el edredón.
Inhaló profundamente.
A lo largo de la noche, las lágrimas corrieron por su rostro.
A los ocho años, Melissa perdió a sus padres. Adoptada por la familia de Ryan, se sintió muy unida a él. Más adelante en su vida, cuando entregó 800, 00 dólares a la familia Jenkins, ellos aceptaron el dinero pero la tacharon de desvergonzada.
Melissa saldó su deuda con ellos.
Sin embargo, otra deuda persistía con Marcus.
Melissa nunca se había quejado abiertamente de su pasado, pero aquella noche se permitió contemplarlo en soledad. En ese momento, reflexionó sobre cómo habría sido si hubiera tenido un origen diferente, si la familia Jenkins no la hubiera adoptado, si Ryan no estuviera en el panorama y si la carga de los 800.000 dólares no pesara sobre ella. Era la única vez que se permitía pensar en lo que podría haber sido si las circunstancias hubieran sido distintas.
Habría tenido el valor de confesarle sus sentimientos a Marcus.
No tenía nada que ver con la posición social de Marcus ni con su aspecto, simplemente le tenía cariño. Incluso apreciaba el placer que mostraba cuando se burlaba de ella.
El destino la unió a un linaje desfavorable.
Su pasado estaba marcado por experiencias desafortunadas.
Tal vez, en adelante, Marcus la encontraría repulsiva. Una vez que se lo pagara, juró desaparecer de su presencia para evitarle más disgustos.
Marcus se retiró a su hotel.
Se había abstenido de comer desde el mediodía, y un sutil dolor le palpitaba en el estómago.
Sin embargo, el dolor más pronunciado resonaba en su cabeza.
Mientras fumaba apoyado en el sofá frente a la ventana francesa, se ridiculizó internamente. «Marco, eres verdaderamente despreciable.
Continuamente has mostrado un corazón blando, ofreciéndole excusas y oportunidades para reconocer sus errores y buscar el arrepentimiento.
Pero todo lo que ella parece percibir es que te debe 800.000 dólares.
Te estás engañando a ti mismo».
Marcus, atribulado por un dolor de estómago, apagó el cigarrillo y llamó al servicio de habitaciones, pidiendo un tazón de fideos.
Diez minutos después, sonó el timbre de la puerta. Se acercó con la intención de recibir al camarero.
Para su sorpresa, no era el camarero, sino su nueva secretaria, Sophia.
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