La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 745
Capítulo 745:
La enfermera, al notar el parecido con su padre, comentó con una sonrisa: «La niña se parece mucho a su padre».
Leonel ofreció una sutil sonrisa, provocando el sonrojo de la enfermera. Consciente de su condición de joven adinerado más cotizado de Duefron, recién casado, la enfermera se sorprendió al saber que su hija tenía ya casi tres años.
Durante la espera de los resultados del laboratorio, Leonel invitó a Evelyn a desayunar, y Alexis optó por no acompañarlos.
En su lugar, Alexis se quedó a hablar con el médico, consiguió la receta de Evelyn y esperó en un banco dentro del hospital.
Tras una espera considerable, una sombra apareció frente a ella.
Suponiendo que eran Leonel y Evelyn que regresaban, Alexis levantó la vista. Para su sorpresa, la persona que estaba ante ella no era otra que Darwin.
Desde su regreso, Alexis no había mantenido ningún contacto con él.
En el fondo, Darwin le desagradaba.
Darwin parecía más desaliñado que en el último encuentro de Alexis con él, con la ropa desaliñada y el pelo sin lavar. Limpiándose la cara, preguntó a Alexis: «¿Puedo sentarme?».
Alexis permaneció en silencio, lo que provocó una sonrisa amarga de Darwin.
Se miró la ropa gastada y hecha jirones, reconociendo la disparidad actual entre sus mundos.
Tras coger un cigarrillo, Darwin recapacitó y lo apagó.
Luego preguntó: «¿Podrías prestarme algo de dinero?».
Alexis se sorprendió de verdad, no por la situación de Darwin, sino por su inesperada petición.
Reconociendo su atención, Darwin habló con humor autocrítico.
«Eres el conocido más rico que he conocido, Alexis.
La verdad es que Serenity se enfrenta a una enfermedad incurable. Unos fondos adicionales facilitarían su fallecimiento. No tengo segundas intenciones; simplemente deseo asegurarle una despedida digna».
Bajando bruscamente la cabeza, Darwin expresó su remordimiento: «He fallado a todos los que me han importado. Si ahora puedo hacer algo bueno al menos a una persona, es un acto positivo».
Alexis no compartía su sentimiento.
Darwin sonrió y continuó: «¿Podrías prestarme el dinero? Consideré pedirle prestado a Leonel, pero reunirme con él parece imposible.
En realidad, conocer incluso a su tercera secretaria es todo un reto. Está muy enfrascado en una importante aventura empresarial. En realidad tiene sentido que vuelvas con él».
Alexis prefirió no dar explicaciones, pero se mostró dispuesta a prestarle dinero a Darwin.
No era que fuera una buena persona, sino más bien debido al hecho de que la familia Larson había sido destrozada por Leonel. Alexis, poco inclinada a acorralar a la gente y llevarla al límite, accedió a hacer este pequeño favor a Darwin.
«Tengo poco dinero en efectivo. Vayamos al banco de enfrente».
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