Capítulo 741:

No se oía nada fuera. El criado debió de asentir en silencio.

Después de que Leonel organizara las cosas, se lavó las manos y se dirigió escaleras abajo.

Alexis y Evelyn ya estaban sentados a la mesa, esperándolo.

En cuanto llegó, Evelyn le suplicó: «Papá, ¿podemos no ir mañana al hospital? Cada vez que voy, me ponen inyecciones. Me duele el culo».

Leonel miró a Alexis, con una ceja levantada.

Alexis también se sentía impotente. A decir verdad, normalmente era Calvin quien manejaba tales situaciones, así que ahora, ni siquiera ella sabía cómo engatusar a Evelyn.

Hablando de Calvin, Alexis recordó de repente que hacía tiempo que no lo veía.

Calvin había ido a Braseovell para recibir tratamiento.

Alexis se preguntó si debería visitarlo allí antes de quedarse embarazada.

Naturalmente, era consciente de que Leonel tenía sus reservas al respecto.

Leonel creía que Alexis y Calvin tenían una conexión romántica previa. Al principio, Alexis había optado por no aclararlo con Leonel, ya que lo consideraba innecesario. En ese entonces, ella esperaba que él siguiera adelante, por lo que creer que ella estaba involucrada con otro hombre le facilitaría las cosas. Sin embargo, ahora que se embarcaban en un periodo importante de convivencia, consideraba crucial darle una explicación.

Alexis pensó que debía planteárselo a Leonel.

Supuso que él estaría contento si lo entendía todo e incluso estaría dispuesto a ir a Braseovell con ella a visitar a Calvin.

Pensando en esto, Alexis se decidió.

Al ver que Alexis no decía nada, Leonel tomó la iniciativa de consolar a Evelyn y la engatusó para que aceptara ir al hospital.

En cuanto levantó la vista, vio la sonrisa que se dibujaba en la comisura de los labios de Alexis. Se quedó de piedra. Parecía que hacía mucho tiempo que Alexis no sonreía de forma tan relajada. No es que llevara una cara seria todo el tiempo, sino que sus sonrisas parecían un poco forzadas últimamente.

«¿Por qué estás tan contenta?», le preguntó.

Al observarlo, Alexis recordó la decepción que había quedado grabada en su rostro aquella tarde en casa de sus padres. Cayó en la cuenta de que debía de haber oído la conversación con su madre.

Se acercaba su cumpleaños. Si Alexis le decía ahora que Calvin y ella nunca habían sido pareja, se alegraría, ¿no?

Estaban algo distanciados debido a la separación, pero su amor era real.

Alexis sonrió.

No dijo nada y se limitó a bajar la cabeza para comer.

Tal vez porque estaba de buen humor, esta noche comió más de lo habitual.

Cuando por fin se levantó de la mesa, se tocó suavemente el vientre, pensando que si Leonel la veía hacer esto, eliminaría sus malos deseos hacia ella.

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