Capítulo 702:

Era de algodón puro.

Desprendía un leve aroma a ropa recién usada, con un toque de masculinidad que hizo que sus mejillas se sonrojaran.

Se preguntó si en el futuro se encargaría de limpiar cosas tan íntimas.

Clase de cocina, clase de arreglos florales y todo eso… Por muy inconsciente que estuviera Melissa, podía comprender las expectativas implícitas de Marcus, aunque él se abstuviera de verbalizarlas.

En ese momento, Melissa sintió el impulso de escapar.

Sin embargo, cuando se dio la vuelta, encontró a Marcus apoyado en la puerta, mirándola en silencio. Tras una pausa, dijo: «No hace falta que te ocupes de eso. Anoche me quedé despierto hasta tarde y se me olvidó atenderlo».

Melissa respiró aliviada.

Bajó la mirada y murmuró: «Entonces te lo colocaré en el baño».

Marcus permaneció en silencio. Cuando ella salió del baño, le dijo en voz baja: «Puedes quedarte aquí si quieres. Hay cinco habitaciones disponibles».

Melissa negó suavemente con la cabeza.

En realidad, sentía una punzada de culpabilidad hacia Marcus. Consciente de lo que él sentía por ella, no podía negar que se había aprovechado de la situación…

Se sentía en deuda. Por eso se esforzó en cocinar platos a su gusto. Tal vez no estuviera tan furioso el día de su dimisión.

Afortunadamente, durante sus posteriores interacciones, Marcus siguió siendo tan exigente como siempre.

Tuvo la sensación de estar dándole demasiadas vueltas a las cosas.

¿Cómo podía un hombre tan orgulloso como Marcus sentir algo por ella? Quizá sólo necesitaba una secretaria competente, que también pudiera hacer las veces de ama de llaves.

Para expresar su gratitud, Melissa aprendió con diligencia más de 30 platos en una semana.

También se familiarizó con la rutina diaria de Marcus.

Manteniendo el apartamento meticulosamente, la ropa de Marcus tenía siempre un aspecto pulcro, con una sutil pero agradable fragancia.

Sentado en su despacho, Marcus bajó la cabeza y olfateó su manga.

Se la había lavado a mano.

¿Acaso aquella niña tonta no se daba cuenta de que lavarse las manos con frecuencia le pasaría factura?

Reconoció la importancia que ella concedía a su papel y pensó que debería decirle la verdad. Quizá debería decirle que deseaba una relación con ella y que no buscaba sólo una asistenta.

Sin embargo, la recientemente intrigante vida le despertó el deseo de disfrutar más.

Esta noche, Marcus decidió hacerla comer zanahorias.

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