Capítulo 654:

El tono rojo complementaba su larga y rizada melena castaña, acentuando su feminidad.

Se puso lentamente las finas medias de seda, se calzó los tacones de aguja y recogió el abrigo. Tenía que reconocer que Leonel tenía un agudo sentido de lo que le sentaba bien. Cuando estaba terminando, la puerta se abrió de golpe.

Los ojos de Leonel brillaron brevemente y luego parecieron volverse más intensos.

Alexis se dio cuenta de que su atuendo hacía juego con el de ella.

¿Era intencionado?

¿No iba demasiado arreglado para una cita en el hospital?

No fue hasta que estuvieron sentados en el coche cuando Alexis, con la voz baja, preguntó por fin: «¿Qué hacemos exactamente?».

Leonel la miró por el retrovisor, con un tono inesperadamente amable. «Nos vamos a casar».

La respiración de Alexis era agitada, una sinfonía caótica sonaba dentro de sus pulmones.

¿Casarnos? ¿De verdad Leonel pensaba casarse con ella?

Teniendo en cuenta su situación, la idea del matrimonio parecía poco convencional. ¿Qué podía estar pasando por la cabeza de Leonel?

Sintiendo su incertidumbre, Leonel agarró el volante y miró hacia delante. Después de una pausa, dijo con indiferencia: «Soy un hombre tradicional.

Ya que esperamos un bebé, pensemos primero en casarnos».

Evelyn observó con gran interés.

Sus padres esperaban otro hijo, aunque ya la tenían a ella.

¿No estaban casados?

La decepción se instaló en el interior de Evelyn.

Ajeno a los sentimientos de Evelyn, Alexis, ensimismado, cuestionó el conservadurismo de Leonel. Frunció los labios e inquirió: «¿No mencionaste ponerme una demanda?».

Leonel bajó la mirada y pronunció con calma: «Si dudas en casarte, está bien. Quiero la custodia de los dos niños en ese caso».

Tras su declaración, se encontró con la mirada de Alexis en el espejo retrovisor.

Parecía sereno, sin signos visibles de nerviosismo, pero sus dedos sobre el volante palidecían por el esfuerzo.

Alexis sintió la necesidad de reflexionar.

Sin embargo, Leonel no podía concederle tiempo. La observó en silencio, anticipándose a su decisión.

Los labios de Alexis se crisparon ligeramente.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar