La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 653
Capítulo 653:
Con voz suave, ella sugirió: «Leonel, no tenemos que seguir luchando así. Han pasado tres años- Tal vez sea hora de dejar atrás el pasado. No necesitamos forzarnos a estar juntos».
La respuesta de Leonel fue cortante. «Entonces tal vez podrías hablarme amablemente en vez de llevarme a la cama».
Se levantó y se inclinó hacia él, sus delgados dedos pellizcaron suavemente la barbilla de Alexis.
«Ya es tarde para eso», dijo, antes de subir a cambiarse.
Cambió su atuendo informal por un traje y una corbata, añadiendo un alfiler de solapa que le daba un aire de sofisticación.
Alexis se preguntó por qué se vestía tan formal para una simple visita al hospital.
Al bajar la escalera, Leonel captó la mirada perpleja de Alexis.
Mirándola, le dijo rotundamente: «Tú también deberías cambiarte».
Alexis pensó que su atuendo era apropiado: una camisa blanca y una falda hasta la rodilla, adecuadas para su juicio de la tarde.
Sin embargo, mientras Leonel se sentaba en el sofá con Evelyn en brazos, que jugaba con su alfiler de solapa, comentó despreocupadamente: «Tu ropa es demasiado sencilla». ¿Qué importaba que su atuendo fuera sencillo para una visita al hospital?
Sin embargo, subió a cambiarse, con el enfado a punto de estallar.
Al entrar en el dormitorio principal, Alexis se detuvo sorprendida.
Sobre la cama había un vestido de suave lana roja, acompañado de un abrigo fino de color oscuro y un par de medias.
Imaginó que el conjunto le parecería muy femenino.
¿Leonel se lo había preparado? No entendía por qué había elegido semejante atuendo.
Quería preguntárselo, pero sabía que él no se lo explicaría, y menos delante de Evelyn.
Sentada en el borde de la cama, Alexis pasó suavemente sus finos dedos sobre la ropa, mientras sus pensamientos se dirigían a su pasado con Leonel.
Una vez habían estado bien juntos.
Si Serenity no hubiera entrado en escena, tal vez habrían tenido una vida feliz juntos. Pero la vida era impredecible, llena de giros inesperados.
Lo que realmente se interpuso entre ellos no fue Serenity, sino su propio estado de ánimo.
Perdido en sus pensamientos, Alexis no se dio cuenta de cuánto tiempo había pasado hasta que oyó que llamaban a la puerta. La voz de Leonel, aún con un deje de frialdad, rompió el silencio. «¿Estás lista?»
«Un momento», respondió ella.
En lugar de utilizar el vestuario, Alexis decidió cambiarse allí mismo, al borde de la cama.
La ropa le quedaba perfecta y favorecía su figura.
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