La segunda oportunidad en el amor
Capítulo 645

Capítulo 645:

Leonel, observándola con agudeza, dijo con un deje de sarcasmo: -Si le dices a Evelyn que soy su padre biológico, probablemente no le importe quedarse. A menos que estés demasiado unida a Calvin… Alexis, ¿estás dispuesta a dejarlo?».

Conociendo demasiado bien la naturaleza de Leonel, Alexis replicó con sorna: «Si digo que no quiero dejar a Calvin, ¿aceptarías que formara parte de nuestras vidas?».

Su respuesta agitó visiblemente a Leonel.

En un movimiento impulsivo, atrajo a Alexis en sus brazos, su beso apasionado e intenso.

Alexis cedió a su abrazo, su resistencia desapareció.

La voz de Leonel, áspera por la emoción, rompió el beso. «¿Todavía piensas en él? ¿Hasta el punto de mencionar su nombre delante de mí?».

Su beso fue ferviente, dejando a Alexis momentáneamente aturdida.

Leonel parecía incapaz de contenerse, con la mirada fija en su expresión ligeramente aturdida.

En un momento de cruda honestidad, confesó: «Realmente necesito cogerte», sus palabras mezclaban anhelo y frustración. Su actitud había cambiado desde su reencuentro, marcada por una cruda urgencia y una indiferencia hacia los sentimientos de ella, impulsada por su propio y abrumador deseo.

En esos momentos, Alexis sabía que no debía provocar a Leonel.

Parecía preocupado, pensando en Evelyn. Sus acciones no parecían tener tanto que ver con un enfado genuino como con irritarla, tal vez incluso ponerla a prueba.

Con la tensión algo disipada, Leonel podría haberse enfadado con ella.

Pero con un niño enfermo, las preocupaciones de los padres suelen prevalecer sobre los agravios personales.

La dejó con unas breves palabras e inició su lento ascenso escaleras arriba, su silueta estirándose en la luz.

Alexis lo miró irse, debatiéndose entre seguirlo y ver cómo estaba Evelyn.

Sin embargo, al recordar sus duras palabras, prefirió volver a hacer las maletas, con la mente llena de preocupaciones por el futuro de Calvin.

Mientras tanto, en el piso de arriba, la pequeña Evelyn se había despertado.

Se sentó en la cabecera de la cama y se frotó los ojos. En aquel ambiente desconocido, casi tenía miedo de llorar, pero encontró consuelo en la compañía de Ollie y logró contener las lágrimas.

Miró esperanzada a Leonel cuando éste entró en la habitación.

Leonel se detuvo a observarla, se acercó y se sentó junto a la cama.

Le tocó suavemente la cabeza y le preguntó: «¿Todavía te duele?».

Evelyn, sacada de sus pensamientos somnolientos por la presencia de su padre, se acurrucó en su abrazo. «Todavía me duele», susurró.

Leonel masajeó con ternura el punto dolorido, tranquilizándola.

Medio dormida en brazos de su padre, Evelyn murmuró que tenía hambre.

Leonel se dio cuenta de la hora y sonrió al ver que había recuperado el apetito.

Levantó a su hija y la llevó escaleras abajo.

A pesar de que ella no quería caminar, Leonel asumió plenamente su papel de padre cariñoso.

La casa estaba bien preparada para Evelyn, equipada con todo lo que una niña podía necesitar. En la cocina, Leonel colocó una sillita rosa e hizo que Evelyn se sentara allí mientras él cocinaba.

Decidió preparar una comida sustanciosa, previendo que Alexis se uniría a ellos más tarde.

Mientras cocinaba, Leonel entabló conversación con Evelyn, deseoso de ponerse al día sobre los años de infancia que se había perdido.

Su interés por sus primeros años era evidente. Estaba ansioso por saber más de su hija.

Evelyn tenía una memoria extraordinaria para una niña tan joven, y recordaba con claridad incluso recuerdos lejanos, para deleite de Leonel.

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Nota de Tac-K: Perdonen la demora lindas personitas, quería publicar más capítulos en lugar de unos pocos así que por eso termine esperando hasta hoy lunes, el día viernes sin falta seguimos con nuevos capítulos, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (>‿=)✌

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