Capítulo 604:

«Y si no acepto, no harás los arreglos, ¿verdad?».

Alexis le retó juguetonamente.

Se le escapó una ligera risita, teñida de deleite.

Alexis se quedó momentáneamente sin habla.

Leonel preguntó entonces: «¿Te sorprende? Vamos, ¿cuál es tu respuesta?».

La respuesta de Alexis fue menos vacilante. «Muy bien, adelante, arréglalo».

«De hecho lo voy a hacer», afirmó Leonel.

Alexis quería de verdad a Leonel y llevaba mucho tiempo pensando en casarse con él. Su propuesta pudo haber sido abrupta, pero ella no dudó en aceptar. Sin embargo, se sintió un poco sorprendida.

La sonrisa de Leonel se ensanchó. «Estoy pegado a ti desde el jardín de infancia. ¿Quién está realmente en desventaja aquí?».

Alexis soltó un bufido juguetón. «Pero tú fuiste el que se fue a la mitad».

«Aquí estoy. Alexis, ¿de verdad necesitas volver a sacar a relucir ese viejo esqueleto en mi armario?». Preguntó Leonel con un deje de jocosidad.

«¡Claro que sí! Lo recordaré mientras viva», respondió Alexis, con un tono de seriedad fingida.

Sus bromas, aunque enmarcadas en una queja, tenían un trasfondo cómodo y dulce.

Pronto, la noticia de su próximo matrimonio llegó a sus familias.

Mark y Cecilia hicieron un viaje especial desde Czanch para discutir la fecha de la boda y diversos preparativos con Waylen y Rena.

Mientras Leonel discutía con ellos, Alexis se encontró con un poco más de libertad para relajarse.

La fecha de la boda se fijó para junio.

A medida que se acercaba junio, Alexis expresaba su desconcierto. «¿Por qué vamos a celebrar la boda tan pronto? Va a hacer mucho calor, y llevar un vestido de novia con este calor será incómodo».

Al principio, Alexis sospechó que se trataba de una sugerencia de Waylen.

Sin embargo, Rena no tardó en aclarar: «En realidad fue idea de Leonel. Dijo que quería casarse contigo lo antes posible».

Volviéndose hacia Leonel, Alexis dijo en voz baja: «Así que fuiste tú todo el tiempo».

Leonel sonrió. «¿Qué te pasa? ¿No quieres casarte conmigo antes?».

No fue así.

Sin embargo, Alexis no podía evitar la sensación de que todo iba demasiado deprisa. Desde el fallecimiento de Kenneth, parecía haber un sutil cambio en Leonel.

Era un cambio que los demás no veían, pero Alexis lo sentía profundamente como alguien que compartía la cama con Leonel.

Últimamente, Leonel se había acostado sobre una almohada en su cama, mirando en silencio a Alexis mientras dormía. Ella yacía abrazada a él y, sin embargo, él la vigilaba cada noche como si temiera que pudiera desvanecerse en el aire.

Perdida en sus pensamientos, Alexis volvió al presente cuando un criado le entregó un vaso de zumo de espino.

El aroma inquietó de inmediato a Alexis. Se tapó la nariz y corrió al baño. «Claribel, ¿qué es esto? ¿Por qué me da náuseas?»

Claribel respondió con inocente sorpresa: «Es sólo zumo de espino.

Me lo acaban de exprimir esta misma mañana».

¿Por qué Alexis tenía náuseas?

Las mujeres solían sentirse así cuando estaban embarazadas, y Claribel no podía evitar preguntarse si ése era el caso de Alexis.

Un cambio dramático se produjo en la expresión de Claribel. Esa especulación pronto llamó la atención de los demás en la casa, sus ojos se volvieron hacia Leonel.

Pero Leonel se había sometido a una vasectomía.

¿Cómo podía Alexis quedarse embarazada?

Antes de que Leonel pudiera aclararlo, Alexis, apoyándose débilmente contra la pared, salió y dijo débilmente: «Acabo de salir a correr. Es imposible que esté embarazada».

Las lágrimas brotaron de los ojos de Alexis mientras miraba a Leonel, una súplica silenciosa en su mirada.

Sólo Leonel podía leer realmente la emoción en sus ojos, y deseaba abrazarla.

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