La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 2053
Capítulo 2053:
Olivia asintió.
En realidad, amaba profundamente a Mark y le resultaba imposible ocultar su tristeza.
Durante la cena, Olivia forzó una sonrisa en la mesa.
Cuando miró a Mark, sus ojos se llenaron de afecto.
Al darse cuenta, Mark bromeó: «¿Qué pasa, cariño? ¿Te arrepientes de no haberme llevado de compras contigo esta tarde?».
Al oír sus burlas, Olivia no pudo contener las lágrimas por más tiempo y casi se derramaron por sus mejillas.
Sintiendo que podía perder la compostura, se apresuró a ir al baño.
«¿Habéis vuelto a discutir?» Edwin se volvió hacia Dylan y preguntó.
La sonrisa de Dylan era amarga.
«Sí, otro escupitajo justo antes de la cena».
Mark se muestra preocupado: «¿Por qué no vas a consolarla? Al menos debería terminar de comer. Después, podéis arreglar lo que necesitéis».
Dylan asintió y se dirigió al baño.
Cuando llegó, encontró a Olivia ya lavándose la cara.
Sintió pena por ella, pero le frotó suavemente la nariz y le dijo en voz baja: «Mírate. ¿Vas a terminar la cena o no, pobrecita?».
Olivia negó con la cabeza, recelosa de revelar demasiado delante de su madre.
Dylan permaneció en silencio, cogiéndole la mano mientras se marchaban juntos.
Entraron en el estudio de Mark.
La pequeña tienda seguía allí, pero a Olivia se le había quedado pequeña y ya no cabía dentro.
Dylan se sentó en el suelo junto a Olivia, instándola a compartir historias de su infancia.
Sin embargo, Olivia no quiso profundizar en ello.
Dylan se volvió para mirarla y habló en voz baja.
«Si no te gusta compartir tu historia, no pasa nada. Escucha la mía, ¿vale? Déjame contarte lo que me pasó cuando era más joven».
Olivia murmuró con descontento: «¿Quieres que escuche la historia de tu ex amante?».
Dylan se rió, sacudiendo la cabeza.
«¡Niña tonta! No seas ridícula. Ya he olvidado todas esas cosas».
Entonces empezó a rememorar los viejos tiempos, cuando Olivia y él acababan de conocerse.
Por aquel entonces, Olivia era joven pero atrevida; tuvo el valor de tocar a Dylan en la piscina.
Dylan le cogió la mano y se la rodeó por la cintura.
Luego dijo en voz baja: «Olivia, me perdones o no, siempre estaré a tu lado».
Olivia permaneció en silencio, apoyando la cabeza en su hombro.
No estaba de humor para contemplar un futuro con Dylan.
Dylan se volvió para besarla brevemente.
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