La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 2052
Capítulo 2052:
Llena de emoción, se lanzó a los brazos de Dylan.
Con Leyla en un brazo, Dylan observó a Cecilia y Olivia salir del coche con sentimientos encontrados.
Le preocupaba que Cecilia se enfadara si veía el informe médico.
Con esto en mente, lo guardó tranquilamente por ahora.
Luego besó a Leyla y le preguntó: «¿Qué te ha comprado hoy mamá?».
«Mamá me compró chicles», respondió Leyla alegremente.
Sonriendo alegremente, Dylan dijo: «¿Tiene sabor a fresa? Huele de maravilla. Tienes que darme otro beso». Al oír eso, Leyla le plantó un gran beso en la mejilla.
En ese momento se acercaron Cecilia, Olivia y Laura.
El conductor le seguía de cerca, cargado con varias bolsas de la compra.
Todo el mundo estaba muy animado.
Incluso Mark y Edwin salieron de la casa con brillantes sonrisas en sus rostros.
Sin embargo, Dylan parecía bastante despistado entre ellos.
Tras muchas dudas, no pudo evitar confiar en Olivia.
Estaba ordenando los artículos que había comprado esa tarde.
Habían pasado varios meses desde que dio a luz a Eason y su figura casi había vuelto a la normalidad, así que se había comprado algunos conjuntos de invierno.
No pudo evitar tocar la ropa cariñosamente mientras la guardaba en el armario.
De repente, Dylan la abrazó por detrás.
Olivia forcejeó y susurró: «Déjame en paz. Si no, gritaré».
Dylan se limitó a abrazarla con fuerza, permaneciendo en silencio durante largo rato.
Presintiendo que algo iba mal, Olivia, que le conocía bien, preguntó preocupada: «¿Qué pasa?».
En voz baja, Dylan dijo: «Tu padre se está haciendo viejo y el resultado de su informe médico no tiene buena pinta. Necesita ser hospitalizado y tratado».
A continuación, entregó el informe a Olivia.
Bajo la suave luz de la lámpara de cabecera, Olivia leyó repetidamente el informe médico.
Le temblaban las manos mientras agarraba con fuerza el informe.
Después de un largo rato, la dejó sobre la cómoda y se sentó despacio.
Dylan le rodeó el hombro con el brazo, ofreciéndole un suave consuelo.
Tratando de no molestar a sus padres, Olivia sollozó en voz baja.
Esto era lo último que quería para su padre.
Al diagnosticársele una enfermedad así a su edad, el tratamiento parecía más bien una tortura.
Pensando en esto, lloró con contención, temiendo que Cecilia quedara destrozada si se enteraba.
El sol desciende poco a poco tras el horizonte.
Al encenderse la luz del dormitorio, se revelaron los ojos hinchados de Olivia.
En ese momento, Eason se despertó y empezó a llorar a gritos, sobresaltando a ambos.
Dylan palmeó a Olivia en el hombro y le dijo suavemente: «Voy a por él. Ve a lavarte la cara o tu madre sospechará».
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