Capítulo 1978:

La interacción entre el sonido y la vista era sencillamente impresionante.

Dylan se lamentó suavemente: «Ojalá pudiera echar una mano con eso. Sin embargo, no tengo tetas».

Concentrada en dar de comer al pequeño Eason, Olivia replicó juguetona: «Deja de comportarte como un granuja, Dylan».

Con una tierna sonrisa, Dylan se acomodó en el borde de la cama, ofreciendo su hombro para que Olivia se apoyara en él, asegurando su comodidad mientras atendía al bebé.

Al principio vacilante, Olivia cedió.

Mientras amamantaba al bebé, Dylan amasaba con ternura sus hombros tensos.

Con el tiempo, Eason estaba satisfecho.

Era típico que los recién nacidos se durmieran justo después de comer, mostrando una interacción mínima con los adultos más allá de sus necesidades básicas.

Cuando Dylan volvió a colocar al niño en la cuna, su mirada se detuvo en la diminuta figura que tenía delante y su corazón se llenó de calidez.

Este era el vástago de Olivia y él.

Eason tenía un parecido asombroso con Leyla, aunque los rasgos de ésta eran más delicados, propios de una niña.

Era evidente que Eason se convertiría en un joven apuesto.

Al darse cuenta de ello, Dylan no pudo evitar una sensación de satisfacción por tener un par de hijos así.

Cuando Dylan se dio la vuelta, vio a Olivia intentando levantarse de la cama.

Apresurándose a su lado, le ofreció ayuda con tono amable: «Hola, ¿qué tal? ¿Necesitas ir al baño? Deja que te eche una mano».

Olivia aceptó su ayuda y le permitió que la guiara hasta el baño.

Sin embargo, cuando la puerta se cerró, Olivia frunció el ceño.

Cuando Dylan vio su expresión, le dijo suavemente: «Te esperaré aquí fuera. Llámame cuando hayas terminado».

Una vez hecho esto, salió y esperó pacientemente.

El tiempo pasaba, pero Olivia no llamaba.

No pudo evitar ponerse un poco ansioso.

Golpeó ligeramente la puerta, pero no obtuvo respuesta.

Finalmente, empujó la puerta y entró en la habitación.

Cuando Dylan entró en el cuarto de baño, le sorprendió la visión que le recibió.

Frente al lavabo, Olivia se extraía suavemente leche del pecho.

Aunque era lamentable que Eason no pudiera consumirlo todo, tenía que aliviar la presión.

De lo contrario, sus pechos se tensarían e hincharían.

Cuando nació Leyla, no tuvo que recurrir a este método, ya que entonces no tenía tanta leche.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar