La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 1726
Capítulo 1726:
La sonrisa de Alexis flaqueó. Qué sentido tenía una discusión tan larga? Al fin y al cabo, ella solo estaría aquí para esta comida.
El incidente de anoche fue un accidente, y Alexis no le dio demasiadas vueltas.
Si Leonel hubiera cambiado de opinión, no se habría marchado temprano esta mañana, sino que se habría quedado con ella.
Después de ducharse y cambiarse de ropa, Alexis examinó durante largo rato los pequeños cortes de su brazo.
Bajó a desayunar, donde el criado seguía hablando, con la clara esperanza de que Alexis y Leonel se reconciliaran.
Alexis escuchó en silencio hasta que terminó el último bocado de leche. «Gracias por lo de anoche y, por favor, transmita también mi gratitud a Leonel. Además, por favor, absténgase de dirigirse a mí como señora Douglas a partir de ahora».
Alexis se miró el dedo anular desnudo y sonrió.
«Ahora estoy soltera».
La criada se quedó sorprendida. Creía que se habían reconciliado anoche y había oído los gemidos. ¿Por qué decía Alexis que ahora no?
Después del desayuno, Alexis se marchó.
La noche anterior había sido tormentosa, pero por la mañana brillaba el sol.
Alexis se sentó en el coche y esperó un momento en silencio antes de enviar un mensaje a Leonel. «Leonel, el sábado hay cena en casa y va a venir todo el mundo. Papá quería que te preguntara si tú también vienes».
Tras enviar el mensaje, tiró el teléfono a un lado y arrancó el coche.
A medida que el coche abandonaba la villa, las plantas y los árboles parecían retroceder lentamente, como si su relación quedara finalmente atrás.
Ahora no eran más que familia.
Alexis reflexionó sobre el hecho de que tal vez toda relación tuviera una fecha de caducidad.
Después de la noche anterior, se sentía tranquila e indiferente.
Quizás esta era la mejor manera de convivir con Leonel. Aunque aún sintieran algo el uno por el otro, en los próximos días, cada uno podría encontrar a otra persona que los acompañara, llenando el vacío en sus corazones.
Mientras el costoso coche atravesaba la intrincada verja tallada, Alexis se apretó los dedos contra el pecho.
El vacío de su corazón sólo lo había llenado Leonel.
Leonel recibió el mensaje de Alexis. Era breve, pero lo leyó durante largo rato.
Se comprendían profundamente.
Podía discernir sus palabras no dichas. Ella ya no lo perseguía románticamente, sino que le ofrecía cariño fraternal. Incluso si algún día encontraba novia, ella le desearía lo mejor.
El amor de Alexis por él consistía ahora en dejarse llevar.
Pero él no era lo suficientemente valiente.
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