La segunda oportunidad en el amor
Capítulo 1674

Capítulo 1674:

Al cabo de un rato, cogió la mano de Hester.

Alexis los miró con calma y en silencio. Pudo ver que Leonel alardeaba de su nueva relación en su cara.

«¿Cómo te va con ese tal Hank?». Preguntó de pronto Leonel.

Alexis no pudo evitar soltar una risita. «¿Qué respuesta quieres oír?», le preguntó.

Leonel no dijo nada al principio. Pero después de un momento de silencio, dijo con una risita: «Olvídalo. Sólo quiero presentarte a mi novia. Ella es Hester».

Lo dijo de un modo tan despreocupado como si nunca hubiera pasado nada entre él y Alexis.

Hester se sintió un poco incómoda por todo aquello, pero Leonel parecía totalmente indiferente. «Ella es Alexis. Es mi hermana», le dijo a Hester.

Como sólo la habían contratado para hacer de novia de Leonel, y ahora él había presentado a Alexis como su hermana, Hester no podía hacer otra cosa que tratarla como tal.

«Hola, soy Hester Molina», le dijo a Alexis mientras le extendía la mano para que se la estrechara. «Soy la novia de Leonel».

Alexis miró su delicada mano pero no la tocó. En cambio, volvió a centrar su atención en Leonel, tratando de leer su expresión. Quería saber si realmente pretendía cortar el último vínculo emocional que aún existía entre ellos.

Pero Leonel sólo parecía indiferente y no parecía importarle. Estaba claro que estaba decidido a distanciarse de lo que una vez tuvieron por culpa de su nueva novia.

Como resultado, Alexis sintió que ya que Leonel podía ser tan despreocupado sobre su pasado, no había necesidad de que ella se aferrara más a él.

De hecho, ya no debería importarle si Leonel quería casarse con otra persona o romper definitivamente los lazos con ella.

Así que, con una leve sonrisa, estrechó la mano de Hester y le dijo: «¡Felicidades! A partir de ahora, somos familia».

Hester intentó sonreír al oír aquello. La situación le seguía pareciendo un poco incómoda.

Pero Leonel rodeó con el brazo la delgada cintura de Hester y empezó a charlar un poco más con Alexis. Alexis no prestó mucha atención a la conversación porque estaba distraída por sus emociones.

Para cuando se dio la vuelta y se marchó, sentía como si su corazón se hubiera hecho añicos.

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