La segunda oportunidad en el amor
Capítulo 1668

Capítulo 1668:

«Sabes, papá no ha sido realmente feliz desde que mamá murió hace dos años. Si no lo consigue esta vez, al menos volverá a estar con mamá en el cielo. No creo que se arrepienta de nada».

Cuando Rena oyó esto, se sintió aún más triste.

Estaba segura de que Korbyn se arrepentiría.

Cuando Waylen fue a firmar el formulario de consentimiento antes de la cirugía, Korbyn había recuperado brevemente la conciencia, y Rena estaba con él en ese momento.

Aunque Korbyn apenas estaba consciente, seguía gritando el nombre de Leonel.

Sabía que todos los demás volverían, pero Leonel podría no volver nunca.

Este pensamiento le hizo sentirse preocupado e inquieto.

Mientras seguía gritando el nombre de Leonel, de repente abrió los ojos y vio a Rena. Inmediatamente, la cogió de la mano y murmuró: «Trae a Leonel de vuelta. Si no lo haces, puede que nunca encuentre el camino de vuelta a casa. ¿Adónde puede ir si no es a casa?».

Tras decir esto, Korbyn volvió a caer inconsciente.

Todo esto hizo que Rena se sintiera muy disgustada.

En ese momento, Marcus estaba apoyado contra la pared, mordiéndose el puño con impaciencia. Sabiendo cómo se sentía, Melissa se puso a su lado.

Al cabo de un rato, Marcus sacó su teléfono y marcó un número.

Llamaba a Leonel.

El teléfono fue descolgado al primer timbrazo, pero antes de que pudiera decir nada, Leonel dijo de inmediato: «Enseguida voy».

Marcus se sorprendió.

Se quedó mirando el teléfono un momento antes de guardárselo en el bolsillo. Luego se volvió hacia Waylen y Rena, y dijo: «Pronto estará aquí».

Cuando Leonel llegó, el estado de Korbyn había empeorado. Los médicos tuvieron que llevarlo rápidamente al quirófano, pero pronto se dieron cuenta de que no respondía realmente al tratamiento.

Unos 30 minutos más tarde, el médico salió del quirófano. Tras quitarse la mascarilla, le dijo a Waylen: «Sr. Fowler, lo siento. Lo hemos intentado, pero no podemos hacer nada más. Sin embargo, aún queda algo de tiempo. Puede aprovechar para despedirse del paciente».

A Waylen le temblaban las manos mientras escuchaba al médico decir esto.

Rena se apoyó en su hombro, incapaz de contener más las lágrimas.

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