Capítulo 1549:

Alexis, debilitada por su terrible experiencia, cogió el teléfono con delicadeza y sus dedos temblaron al encenderlo. Casi de inmediato, el teléfono sonó, la voz de Waylen rompiendo el silencio. «¡Alexis! ¿Dónde estás?»

Tras una pausa, Alexis respondió en un ronco susurro: «Estoy en Merblune».

Tres días después, un jet privado volaba de regreso a Duefron desde Merblune, portando el emblema de la familia Fowler. Mientras tanto, Leonel subía a otro avión privado, que le seguía a la zaga. Regresaron a Duefron.

A Waylen le sorprendió la fragilidad de Alexis y la herida autoinfligida, pero fue la noticia de su embarazo lo que realmente lo destrozó.

Las palabras del médico flotaban en el aire: «El estado actual de la señorita Fowler no permite la interrupción del embarazo. Lo mejor es llevar el bebé a término».

La sorpresa de Waylen aumentó. Con expresión severa, ordenó a Marcus: «Llama a Leonel. Tengo preguntas para él».

Cuando Marcus se disponía a marcharse, Leonel llegó. Un criado se quedó fuera del estudio, anunciando cuidadosamente: «El señor Douglas está abajo».

La agitación de Marcus era palpable. «Por fin llega ese bastardo. Ahórrame el viaje. Papá, voy a buscarlo».

Cuando Marcus terminó de hablar, se dio cuenta de que Leonel se demoraba en la puerta. A diferencia de Marcus, Waylen era menos impulsivo y mantenía la calma. Miró brevemente a Leonel antes de dirigirse a su hijo: «Marcus, ve a ver cómo están tu hermana y Evelyn. Cierra la puerta detrás de ti».

Marcus asintió, pero al acercarse a la puerta no pudo resistirse a lanzar un puñetazo a la tripa de Leonel. «¡VETE A LA MIERDA! ¿Qué te debe mi hermana para merecer todo esto?».

Leonel se mantuvo firme, preparándose para el golpe. Se había anticipado a este enfrentamiento, listo para afrontar lo que viniera. Tal vez terminaría maltrecho, o podría perderlo todo.

«Ve a visitar a Alexis», dijo Waylen con calma.

Comprendiendo la intención de Waylen, Melissa apretó suavemente el hombro de Marcus y murmuró en voz baja: «Claro».

Marcus se encogió de hombros ante la caricia de Melissa, con una actitud más dura de lo que pretendía. Percibiendo la agitación de Marcus, Melissa se la quitó de encima y asintió a Waylen. Marcus, al darse cuenta de su grosería, sintió una punzada de culpabilidad. Agarró la mano de Melissa y dijo: «Vamos».

Su amor era palpable, avivando una punzada de celos en Leonel. Waylen hizo un gesto tranquilo a Leonel para que entrara, cerrando la puerta tras ellos.

Esta vez no hubo regaños ni golpes. Waylen ya lo había dejado claro: Leonel ya no era su hijo. Sus lazos se habían roto por completo cuando Alexis se divorció de él.

Waylen miró a Leonel con calma. «¿Cuál es tu plan para el bebé?».

Leonel y Waylen se miraron fijamente, pero ninguno de los dos dijo nada. Leonel miró al hombre que tenía delante y que una vez le había dado mucho cuidado y apoyo.

Waylen fue una vez un hombre apuesto y fuerte, pero en este momento, estaba profundamente preocupado por sus hijos.

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