Capítulo 1348:

No muy lejos del baño, Axell estaba sumido en una conversación con su colega. Parecían estar discutiendo el reciente interés de Albert por invertir en el campo de la medicina, y el colega aconsejó a Axell que estuviera más atento y aprovechara la primera oportunidad que se le presentara.

Justo entonces, Axell vio salir a su novia.

Jessie tenía los ojos un poco llorosos. Cuando estaba a punto de preguntarle qué había pasado, vio que Albert venía detrás de ella desde el servicio de señoras…

La expresión de AxelL se ensombreció.

En ese momento, todo empezó a tener sentido. Comprendió por qué Jessie se negaba a enseñar al hijo de Albert y por qué mantenía las distancias.

Sin embargo, Albert, a pesar de su estatus, estaba dispuesto a entretenerla.

Tenían una historia.

Y Albert, después de haber perdido a su mujer, estaba claro que quería reavivar su antiguo amor.

La expresión del rostro de Axell era inconfundible.

Jessie le siguió con la mirada, y su rostro perdió el color al ver a Albert detrás de ella.

Sus ojos se encontraron con los de Albert, que le devolvió la mirada.

Al cabo de un momento, Axell le cogió suavemente la mano. «¿Vamos a saludar a mis otros colegas?», susurró.

Jessie asintió lentamente.

Más tarde, no recordaba cómo había salido del banquete. Cuando por fin recobró el sentido, se encontró en el coche de Axell, con la lluvia cayendo sobre el parabrisas mientras los limpiaparabrisas se movían rítmicamente de un lado a otro, distorsionando las luces de neón de la ciudad.

«¿Has tenido alguna relación con él antes?».

La voz de Axell vaciló. Era una pregunta difícil para él, sabiendo que no era rival para Albert. Axell había echado un vistazo al impresionante currículum de Albert en el baño.

Un antiguo piloto de carreras convertido en presidente del Grupo Waston. Axell no podía competir con eso. Comparado con la ilustre vida de Albert, Axell se sentía como un lienzo en blanco, sin haber conseguido gran cosa.

«Estuvo casado antes», añadió cuando Jessie guardó silencio.

La voz de Jessie era ronca y baja cuando finalmente contestó: «Fue antes de casarse».

Con esas palabras, Jessie sintió que un peso sofocante se asentaba sobre ella.

El coche se sumió en un pesado silencio. Era evidente lo profundamente afectado que estaba Axell por esta revelación. Apreciaba a Jessie, disfrutando de su belleza y vivacidad.

Con ella, sentía que los años de duro trabajo habían merecido la pena. Incluso imaginaba un futuro en el que sería conocida como la Sra. Calderón.

Pero la realidad asestó a Axell un duro golpe.

Jessie tenía una historia con Albert, y parecía que mucha gente lo sabía. Axell no podía evitar preguntarse cómo le percibirían los demás. ¿Cómo debía comportarse en presencia de Albert? ¿Y si Jessie reavivara su relación con Albert, a pesar de su devoción?

Aunque Axell se negara a reconocerlo, no podía negar la gran disparidad que había entre él y Albert.

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