Capítulo 1070:

Adoraba mucho al niño.

Tras casarse, Vanessa tuvo dos hijos, pero debido a la genética de su padre, ambos niños tenían discapacidades mentales y no pudieron hacerse cargo del negocio familiar.

Matthew parecía amable e inteligente, pero tenía una fragilidad que resultaba entrañable.

Thomas le tenía mucho cariño.

También sentía un profundo respeto por Melissa. Comprendiendo su difícil pasado, admiraba su valor y determinación. No muchas tenían las agallas de alejarse de un hombre como Marcus como había hecho ella.

Con tono respetuoso, Thomas miró a Melissa y le dijo: «¿Te están costando las cosas en la empresa? He oído que ha habido algunos problemas con la financiación. Conozco a algunas personas que podrían ayudarte».

Melissa prefería mantenerse alejada de todo lo relacionado con la familia Smith.

Mientras ponía la mesa junto a Julie, respondió en voz baja: «Me las arreglaré sola».

Julie, arreglando los platos, le ofreció una cálida sonrisa y dijo: «Sr. Smith, es muy generoso de su parte. Melissa tiene suerte de contar con su apoyo. ¿Por qué no cena con nosotros? He preparado algo especial. Disfrutemos juntos de la comida».

Entonces, Julie se apresuró a traer la comida de Matthew, dispuesta a darle de comer, cuando éste se aferró a Thomas, declarando: «Quiero que el abuelo Thomas me abrace».

Melissa lanzó una mirada al niño, aconsejándole: «No te refieras a él de ese modo».

Thomas, con una sonrisa, respondió: «No pasa nada. Matthew me ha cogido cariño y es bastante adorable. Si…»

Melissa lo cortó suavemente: «¡Empecemos nuestra cena!».

Julie, que se limpiaba las manos en el delantal, estaba desconcertada por la frialdad de Melissa hacia Thomas, que parecía tan amable y refinado.

Se preguntó si habría un conflicto oculto entre ellos.

Matthew fue el único que disfrutó de la comida.

Melissa no hizo ademán de echar a Thomas, pero tampoco le agradaba su presencia. Y lo dejó claro mientras comía en silencio.

En cuanto a Thomas, no era tonto. Podía percibir claramente lo que ella sentía por su presencia allí, así que decidió marcharse una vez terminada la comida. Antes de irse, sin embargo, se acercó al chico y le dio un beso en la mejilla. Para alegría de Thomas, Matthew no rechazó el gesto e incluso le sonrió.

Thomas no pudo evitar contemplar al chico durante un largo instante.

Sin duda, Matthew había heredado la apariencia de su padre, pero su temperamento era obviamente como el de su madre. Tenía el mismo fuego y testarudez que aquella mujer.

Adoraba mucho al niño.

«Pasaré a verte de nuevo».

Thomas cogió su abrigo y se dirigió a la puerta. Para su sorpresa, Melissa también se levantó, diciendo: «Te acompaño».

Thomas sólo pudo parpadear al verla durante unos segundos, pero rápidamente se recuperó de su asombro.

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