La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 1052
Capítulo 1052:
Pero su enfermedad le hacía inquieto y difícil de calmar. Se retorcía en los brazos de Melissa e incluso llamaba a Marcus en sueños.
Cuando se acercaban las diez de la noche, Melissa, desesperada, sacó el teléfono. «¿Qué tal si llamamos a papá para que hables con él?», sugirió, con la esperanza de levantarle el ánimo.
Al oír hablar de su padre, Matthew se animó y sus ojos brillaron de expectación.
Melissa dudó un momento antes de marcar el número de Marcus.
Tras una breve espera, llegó la voz ligeramente ronca de Marcus. «Hola, ¿qué pasa?».
Melissa se tomó un momento antes de responder: «Matthew quiere hablar contigo… ¿Tienes un momento?».
Su voz era tentativa, llena de esperanza.
Apoyado en la encimera de mármol de un lujoso club, Marcus no pudo evitar una mueca de desprecio. «¿Qué está tratando de decir, señorita Brown?
Cree que estoy metido en algo, ¿eh?».
Aunque Marcus parecía relajado, su tono destilaba sarcasmo.
Melissa, que no quería escalar las cosas, replicó suavemente: «¿No podemos hablar como personas normales? Marcus… Puede que hayamos tomado caminos distintos, pero eso no significa que tengamos que ser enemigos, ¿de acuerdo?».
Le preocupaba que Matthew pudiera oírla y por eso mantuvo la voz baja.
Marcus hizo una pausa, asimilando sus palabras.
Luego, con un tono aún más frío, preguntó: «¿Y por qué iba yo a aceptar eso?».
Melissa sintió que su paciencia se agotaba, pero consiguió mantener la calma.
Respiró hondo y se recompuso antes de decir: «Voy a pasarle el teléfono a Matthew».
Esta vez, Marcus no se resistió.
Cuando Matthew recibió el teléfono de manos de Melissa, se miró la mano conectada al goteo intravenoso. Con una voz llena de pena, preguntó: «Papá, ¿dónde estás? ¿Por qué no me has visitado? Estoy enfermo y me duele mucho… Si no apareces por el hospital, me enfadaré mucho».
Marcus frunció el ceño y sintió una punzada en el corazón al oír aquellas palabras.
A pesar de los problemas entre él y Melissa, sabía que no podía dejar que eso afectara a Matthew. En un tono suave y tranquilizador, preguntó: «¿Dónde estás, amigo? Pásale el teléfono a mamá, por favor».
Matthew, con los ojos llorosos, le pasó el teléfono a Melissa, diciendo: «Papá quiere hablar contigo».
Melissa dejó escapar un suave suspiro al oír esto.
Al coger el teléfono, se oyó la voz de Marcus: «¿En qué hospital estás? Mándame un mensaje con la dirección. Iré inmediatamente».
Sin pensarlo, Melissa respondió: «No hace falta. Ya es tarde… Quizá puedas visitar a Matthew mañana».
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar