La pequeña novia del Señor Mu
Capítulo 538

Capítulo 538:

Mark no dijo ni una palabra. Siguió su ejemplo y se dirigió también hacia la playa. Arianne lanzó un suspiro de alivio y le siguió lentamente por detrás. De vez en cuando levantaba la mirada y observaba a Mark.

Sólo podía verle la espalda, pero estaba claro que tenía muy buena figura: bien proporcionada, músculos firmes y piel clara. Aquellas piernas largas y musculosas eran realmente… atractivas.

Mark aminoró la marcha, probablemente porque sintió que ella lo miraba fijamente. Se dio la vuelta y la miró: «Camina más deprisa».

Ella, temerosa, se dio la vuelta: «Entendido…».

Hoy el sol estaba tan caliente como siempre, tanto que era suficiente para freír a un hombre hasta dejarlo crujiente. Tiffany sacó un tubo de crema solar y se lo tendió a Jackson cuando llegaron bajo una sombrilla.

Luego se tumbó en una tumbona: «Pónmelo. Extiéndelo uniformemente. Estaré fea si me quemo con el sol».

Jackson, por supuesto, estaba dispuesto a soportar la carga. Se lo aplicó meticulosamente. Tiffany se dio cuenta de que Arianne seguía de pie en el mismo sitio e instó: «Pídele a Mark que te ponga crema solar a ti también. Podemos ir a bañarnos cuando acabemos. Nunca recuperarás tu cutis si te pones demasiado morena. Además, se te pelará la piel. Da miedo».

Arianne se puso tensa. No era la primera vez que sentía ganas de pegar a Tiffany. La boca de la mujer no tenía un filtro adecuado. No es que no fuera consciente de las tensiones entre ella y Mark. ¿Lo hacía a propósito?

En medio de su estado de agitación, Mark cogió sin emoción la loción solar y le dijo: «Túmbate».

No estaba armando ningún escándalo, y ella no parecía encontrar una excusa para armar un escándalo. Le pareció bien dejar que la ayudara a ponerse crema solar. Le dio las gracias y se tumbó en una tumbona: «Ayúdame con la espalda, el resto me las arreglo sola».

«Mm», respondió Mark. Sus ojos recorrieron su piel clara. Si no recordaba mal, apenas tenía lunares, y mucho menos una marca de nacimiento. El único defecto era la cicatriz de la vez que se clavó un cuchillo por él… realmente sería una pena que una tez tan hermosa se estropeara por las quemaduras del sol.

Su proceso de aplicación fue aún más meticuloso que el de Jackson. Sus dedos acariciaron su piel muy suavemente. En ese momento, su mente se distrajo, y su respiración se hizo gradualmente más pesada. Por suerte, pronto terminó. Dejó la crema solar y entró en la piscina, dirigiéndose directamente a la parte más profunda. Siempre había sido un buen nadador y era un experto en natación desde muy joven.

Arianne se quedó perpleja. No entendía por qué se había marchado de repente. Al menos debería haber dicho algo después de terminar. El hombre estaba tan frío y distante como siempre.

Tiffany, que estaba a su lado, había terminado de aplicarse la crema solar y se metió también en el agua. Arianne miró a Jackson.

“¿No te estás poniendo crema solar?», preguntó con curiosidad en la voz.

Jackson se tensó: «N-no… es demasiado femenino».

Se sentía culpable porque Tiffany estaba de su lado, lo que significaba que también estaba del lado de Mark. Ambos esperaban que Arianne entrara en razón. Después de todo, él le había quitado a su mejor amiga. Por supuesto, se sentía culpable.

Arianne se quedó mirando el agua brillante de la piscina y sonrió: «Si alguna vez arrastras a Tiffany a tus perversos planes, te lo haré pagar».

En el fondo, Jackson se quejaba sin cesar: «No lo hice… nunca lo haría. Pero en serio, Mark no es tan malo como crees. Después de todo, es lo más cercano a ti en el mundo, aparte de tu madre. Si eres capaz de dejarlo ir, así como así… eres demasiado cruel. Te arrepentirás si descubres que este asunto no es tan sencillo como crees».

Arianne notó que algo no encajaba, basándose en sus palabras: «¿Qué quieres decir? ¿No es lo que creo que es? Si es así, ¿De qué se trata?»

Jackson le había prometido a Mark que mantendría la boca cerrada, así que sus labios estaban sellados.

“Quizá lo averigües algún día, pero no será por mí. Si quieres una respuesta clara, pregúntale a Mark. Sólo él puede decidir si te lo cuenta o no. Seguramente no es la primera vez que te planteas dejarle. ¿Realmente importa la verdad si ya has tomado una decisión? Si se lo preguntas, significa que quieres entender la situación y enterrar el hacha de guerra con él».

Arianne no contestó. Jackson sabía que no se enfrentaría a Mark.

Después de todo, ya no había mucha preocupación en torno a aquel accidente aéreo.

Arianne se quedó en la parte menos profunda del agua, ya que no sabía nadar. Su estatura sólo le permitía permanecer en partes de la piscina que le llegaban al pecho. Con este clima y en esta estación, la cantidad de gente que había en el parque acuático era equivalente a la de los centros comerciales con aire acondicionado. Había chicas hermosas en bikini por todas partes. Como resultado, Jackson tenía demasiado miedo de mirar a ninguna parte. Ya tenía la cara arañada; desde luego, no quería desfigurársela para siempre.

Tiffany quería jugar en la parte más profunda, donde había una máquina de olas, un programa que formaba parte de las atracciones del parque acuático y que soltaba olas de un metro de altura continuamente. Era muy emocionante, pero, por supuesto, no quería dejar a Arianne sola en la parte menos profunda de la piscina. Así que arrastró a Arianne, que no sabía nadar, a la parte más profunda.

Arianne estaba muy asustada. Sus pies no tocaban el suelo y sentía pánico. Se agarró a la mano de Tiffany y utilizó un flotador para equilibrarse.

Había mucha gente a su alrededor y Mark no aparecía por ninguna parte. De repente, una enorme ola se desprendió de la esclusa.

“¡Contiene la respiración, no querrás ahogarte con el agua!». le recordó Tiffany.

Antes de que Arianne pudiera reaccionar, la ola la empapó por completo y, naturalmente, se ahogó con el agua. Tosió hasta que se le puso roja la nariz y casi fue arrastrada por la ola. Se secó el agua de la cara: «No puedo. Tengo que volver a tierra. No sé nadar. Tengo miedo…»

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