Capítulo 26:

POV Sofía.

“Eres”, su respiración era apresurada, incluso entre cortada.

“Mia”, sonreí contra su boca y luego nos arrimamos, para quedar de lado el uno con el otro.

“Y nunca te dejaré ir Sofía, nunca”.

No sé si estaba loca o qué, pero amé que lo dijera, y amé que, en este yo realmente me sentía completamente suya.

“Señora Koch, estos son los análisis de hoy”.

Acepté la carpeta de la asistente de Gael, sonreí y me puse a trabajar en la computadora.

Me parecía increíble que hubiese pasado un mes y algunos días después de todo lo que había disfrutado en mi cercanía con Gael y una relación que estábamos disfrutando al máximo. Y si esto era un sueño, simplemente no quería despertar.

Después de la charla con Helena, había entendido que Gael no quería hablar del tema por ahora, y me había centrado en nuestra relación, en compartir el tiempo juntos, y sobre todo, en romper todos los niveles, que se había vuelto nuestro juego favorito.

Sonreí recordando cómo muchas noches nos quedábamos despiertos. Gael me había dicho que tenía planes de viajar pronto a E$tados Unidos y yo estaba emocionada.

Incluso podía llevar mi universidad a donde fuera, mientras estuviera con el hombre que.

Me detuve parpadeando varias veces, quité la mano del mousse, y solté el aire.

Estaba enamorada de él, y eso era innegable.

Pero ¿él estaba enamorado de mí? ¿O solo sentía el mismo deseo que a mí también me consumía por completo?

Las cosas con Fernanda aquí en la empresa estaban en una balanza. Cuando Gael estaba presente, ella era la mujer más atenta de todas, pero cuando no, trataba de generar caos en mi estabilidad emocional de forma sutil con sus pequeños dardos, pero era algo a lo que ahora mismo no le estaba gastando, ni mi tiempo, ni mi interés.

Los toques de la puerta me alertaron, casi no usaba mi oficina y Gael casi no permanecía en esta empresa, pero cuando vi a Fernanda pasar, le ofrecí una sonrisa. Era parte de mi muro para con ella.

“Buenos días”.

“Hola, Sofía”, ella era demasiado atrevida, aun así, le seguía el juego.

“Hola… ¿Necesitas algo?”.

“Sí… no sé si recuerdas que hoy tenemos una reunión del mes”.

Asentí.

“Claro”, miré mi reloj de pulsera.

“Es en media hora, ¿No?”.

“Sí, vine por si lo habías olvidado… ya sabes, estamos aquí para ayudar”.

«¡Qué bonita eres…!”.

“En serio. Muchas gracias… te mandaré a llamar si necesito algo”.

La mujer apretó su mandíbula y asintió de forma lenta. La seguí con mis ojos hasta que salió, pero ella tenía una mirada diferente hoy, incluso enigmática y luego me reí cuando desapareció de mi vista.

Cerré algunos archivos, me encantaba trabajar aquí y sentir que Gael me respaldaba en todo, pero en el momento cuando me fui a colocar de pie, sentí que me faltaron las fuerzas.

Puse las manos en el escritorio y me apreté los ojos, pero el estómago se me revolvió enseguida y casi corrí al baño de la oficina, mientras todo mi cuerpo se puso frío.

Vomité el desayuno completo y tuve que tomarme el tiempo para recuperarme, y cuando volví a la mesa, noté que Gael me estaba llamando al celular.

“Hola”, mis manos estaban frías, y mi cuerpo algo tembloroso, así que me senté.

“Mi amor”, sonreí mientras mis labios aún titilaban.

“¿Cómo estás, cariño?”.

“Un poco ocupado… pero hay una reunión de mes, en veinte minutos”.

“Sí… ya casi voy”.

“Por supuesto, eres yo mismo cuando estoy ausente ¿Estás bien? Te noto algo extraña”. negué

rápidamente.

“No es nada… Ammm… ¿Te veré en la tarde?”

“Sí… de hecho… debo ir a la mansión pronto, Parece que la abuela necesita que vaya”.

“Vale… ¿Te veo allá entonces…?”.

“Perfecto… Una cosa más”.

Me pegué más el teléfono y me recosté a la silla.

“¿De qué se trata?”.

“¿Me has necesitado tanto como yo? Porque me muero de ganas por verte”, mi boca se frunció en una sonrisa y asentí.

“Creo que te gano”.

“Eso es imposible”, reí, y él hizo silencio.

“Me encanta escuchar ese sonido… además de tus g$midos, es mi favorito”.

Mis mejillas se calentaron y no me quedé atrás.

“Tampoco puedo negar que tus sonidos son cosas del otro mundo”.

Escuché la risa de Gael y eso me encantó.

“Te dejo, me cuentas cómo fue en unas horas… me gustaría salir hoy contigo”.

“¿A bailar?”, Nos reímos de nuevo.

“A donde desees, yo te llevaría a donde tú quieras”.

“Perfecto… ¿Gael?”.

“¿Sí?”, lo dudé por un momento, quizás el malestar en mi estómago aumentó mis nervios, pero no podía rétenlo por más tiempo.

“Te amo”, su silencio fue largo, y me adelanté para decir.

“No tienes que decir nada… solo, me era necesario confesarlo”.

“Sofí… mi amor”.

“Espera… sé que debería decirte esto en persona y lo diré… pero quiero que lo sepas… y también de que, aparte de salvarme la vida, eres el sueño de cualquier mujer”.

“Solo quiero ser el tuyo”, me estremecí completamente, pero alguien habló a Gael, y supe que debía colgar.

“No es el momento… así que podemos seguir más tarde”.

“Por supuesto que continuaremos. Te envío un beso”.

Finalicé la llamada con una sonrisa, que se desvaneció cuando miré mi estómago. Tomé el teléfono de la oficina y comprobé la hora.

“Hola… ¿Puedes hacerme un favor?”.

La asistente llegó tan rápido como pudo, y se fue a la farmacia mientras yo entré a la reunión.

No era mi intensión estar distraída, pero la duda me carcomía. Y aunque embarazarme no era un pecado, sabía que no era el mejor momento, ni el deseo de Gael.

“¿Qué piensa de las gráficas, Señora Koch?”.

Levanté mi mirada a la pregunta de Fernanda y allí estaba de nuevo esa sensación en mi estómago.

Negué varias veces hacia todos.

“Lo siento… no me estoy sintiendo nada bien”, me levanté rápidamente, algunos se notaron preocupados, pero la reunión estaba casi finalizando cuando me excusé con el personal.

Tomé la muestra en el baño de la oficina, y preparé mis cosas para salir mientras esperaba.

La única vez que no me había cuidado con Gael, había sido aquel día que yo misma lo llevé al límite, y me puse la mano en la frente, pensando que tal vez había sido mi error.

Regresé al sillón con la tira en mis manos y demoré más de diez minutos en ver el resultado.

Sin embargo, cuando dos rayas rojas y pronunciadas se mostraron ante mis ojos, incluso sentí que iba a desmayarme, y se me bajara la presión.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar