La novia más afortunada
Capítulo 899

Capítulo 899:

Dolores dejó el Estudio W Marks hace dos días. Ahora mismo, Tasha estaba ocupada ocupándose de los borradores de diseño.

Dolores ordenó los proyectos que había estado manejando y se los entregó.

«Tasha», dijo con cierta reticencia. «¿Es posible que entre en el taller de confección por última vez? Quiero echar un último vistazo a los vestidos. No creo que vuelva de nuevo a W Marks».

Tras un breve momento de vacilación, Tasha accedió a dejarla entrar. Una vez dentro, Dolores cerró la puerta tras de sí y arremetió contra el vestido de Estella, haciéndolo pedazos.

«¡Me gustaría ver cómo le explicáis esto a Estella después, z%rras!».

Dolores esperó entonces a que Estella apareciera para hacer una escena en el estudio, tal y como había hecho la Señora Fuller la última vez. Para su consternación, esperó y esperó, pero W Marks seguía tranquilo.

¿Cómo podía ser que Estella no montara un escándalo? Al final, Dolores no pudo contener su ansiedad y llamó a Estella.

«¡Cómo te atreves a llamarme! No tenía ni idea de que habías dimitido hasta que fui a buscar mi vestido». Estella estaba obviamente de mal humor y estaba a punto de colgar cuando Dolores la detuvo rápidamente.

«Antes de irme de W Marks, me enteré de que un diseñador torpe estropeó tu vestido. ¿Te compensó el estudio por ello?».

«El vestido de noche que diseñaste para mí era demasiado llamativo. Realmente no me gusta, me harán un conjunto nuevo, así como una elección de reserva. Es responsable y muy capaz, y estoy satisfecha con ella. Tú, en cambio, Dolores… ¡Ni siquiera me dijiste que pensabas renunciar! Muy negligente por tu parte. Con esa actitud, ¿Quién crees que te contrataría como diseñadora en el futuro?». Estella era conocida por su lengua afilada.

Se aseguró de regañar a Dolores antes de terminar la llamada, lo que dejó a Dolores furiosa. Así que cuando los rumores de la relación entre Janet y Draco llegaron a Dolores, no perdió el tiempo y sobornó a varios periodistas deshonestos para que sacaran a la luz este supuesto romance.

Quería arruinar la reputación de Janet de una vez por todas. Por desgracia, la prensa sensacionalista fue rápidamente suprimida por el Grupo Larson.

No sólo eso, sino que Dolores recibió cartas legales poco después, tanto del Grupo Larson como del Estudio W Marks.

Con la posibilidad de una condena de cárcel cerniéndose sobre su cabeza, Dolores recogió sus cosas y abandonó la ciudad.

Con Brandon, por supuesto. Era conocido por su crueldad, y a menudo se le comparaba con el mismísimo Satán. Ni que decir tiene que Dolores se arrepintió de todo lo que había hecho.

No debería haber hecho nada. ¡Intentó sabotear a Janet!

Dolores seguía furiosa por sus circunstancias cuando volvió a mirar por el retrovisor. Esta vez, vio que varios coches la seguían a una velocidad alarmante.

De hecho, estaban a punto de adelantarla. «¿De dónde ha salido toda esta gente?». Dolores no estaba segura de quién los había enviado. Puede que le gustara cotillear, pero nunca había provocado a nadie a la cara. Al segundo siguiente sonó su teléfono.

Llamaba un número desconocido. Dolores pulsó el botón de respuesta con una buena dosis de inquietud. «¿Quién es?“

Una voz femenina y aguda sonó en la línea. Era la Señora Fuller.

«Hola Dolores, ¿Qué se siente al ser el enemigo público número uno? ¿Recuerdas lo que te dije? En el momento en que salgas del Estudio W Marks, vendría a buscarte. Ahora que has ofendido tanto a la Familia Larson como a la Familia White, estás condenada. Desearía poder deshacerme de ti yo mismo, perra. ¿Pero sabes qué? No voy a hacer eso. Sólo te entregaré a Brandon, y cuando lo haga, te arrepentirás».

Dolores sintió que un escalofrío le recorría la espina dorsal, y colgó rápidamente «¡Tú eres la z%rra! Todas son unas z%rras!» Gritó dentro del coche y pisó el acelerador.

En un intento de despistar a sus perseguidores, cambió de carril y condujo por el lado contrario de la carretera. Antes de que pudiera ganar distancia, la cegó un haz de luz que venía de su izquierda.

Sobresaltada, vio que un camión doblaba una esquina y se dirigía a toda velocidad hacia ella.

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