La novia más afortunada
Capítulo 563

Capítulo 563: 

«Ethan, ¿Qué tienes en mente?» Janet dio un vistazo a su sombrío marido de forma interrogativa.

Ethan estaba sentado tranquilamente en el sofá con las cejas fruncidas y el ceño muy fruncido.

«¿Pasa algo malo?» Janet frunció los labios con preocupación.

«Nada. Es sólo el trabajo. Vine corriendo desde el trabajo cuando me enteré de que estabas en el hospital» respondió Ethan con displicencia.

«Tú deberías volver entonces. Estaré bien aquí». Janet sonrió.

Justo entonces, la puerta de la sala se abrió de golpe.

«¡Janet! ¿Te sientes mejor?»  Garrett entró con varias bolsas de tónicos.

Al ver a tanta gente en la sala, se detuvo en seco y pidió perdón.

Llevando los regalos, se acercó a Ethan en el sofá. Los agudos ojos de Garrett captaron al instante la melancolía de Ethan. Bajó la voz y preguntó: «¿Qué pasa?».

Janet estaba en la cama, y entonces volvió a mirar a Ethan. «Janet está bien, ¿Y esa expresión de circunstancias?». Ethan no respondió.

Sus fríos ojos recorrieron a la gente de la sala. En voz baja, le dijo a Garret: «Hablemos fuera» Mientras hablaba, se levantó y se dirigió a la puerta.

Una vez fuera, sacó su teléfono y llamó a Frank «Hace meses que no te pones en contacto conmigo. Pensé que te habías olvidado de mí».

El tono de Frank era plano y contundente. Tal vez seguía enfadado porque Garrett y Ethan no le habían llamado desde que se mudaron a Barnes.

«Le pediré a mi asistente que te reserve un vuelo. Necesito que vengas a Barnes de inmediato» Sin decir nada más, colgó antes de que Frank pudiera responder.

Al escuchar la conversación de Ethan hace un momento, Garrett se dio cuenta de la gravedad de la situación. «¿Está Janet enferma?»

«No». Ethan negó con la cabeza. Sus ojos estaban tan oscuros y nublados como el cielo nocturno. «El asesino de hace veinte años ha reaparecido».

Después de decir eso, volvió a la sala y dio algunas instrucciones al personal médico que lo atendía. «Por favor, saquen un poco de su sangre y guárdenla para las pruebas».

Todos dieron un vistazo a Ethan con confusión.

Janet también frunció el ceño y preguntó: «¿Por qué? ¿Qué pasa?».

Ethan no entró en detalles. Simplemente se acercó a su cabecera y le acarició el cabello gentilmente. «Hay algo que quiero comprobar».

Frank aterrizó en Bames alrededor de la medianoche, y Ethan vino a recogerlo personalmente.

«¿Qué pasa? Tú parecías muy serio por teléfono antes», preguntó Frank.

Ethan le entregó la muestra de sangre de Janet y le dijo: «Comprueba si hay algo sospechoso. Puedo conseguirte el equipo de pruebas que necesites».

Frank tomó la muestra de sangre, confundido, pero no hizo más preguntas.

Unos días después, Frank llamó a Ethan con los resultados. Su voz sonaba sorprendida. «¿De quién es la sangre que me has dado? Hay rastros de veneno en ella. El dueño de esta sangre fue envenenado».

Cuando Ethan recibió la llamada de Frank, estaba en casa con Janet. Cuando escuchó lo que Frank tenía que decir, su expresión se endureció.

«Espera», le dijo a Frank en voz baja. Desde que Janet fue dada de alta del hospital, le habían dado unas cortas vacaciones para que pudiera recuperarse adecuadamente en casa, Janet no creía que le pasara nada grave. Aun así, se alegraba de tener un tiempo libre para hacer compañía a Ethan.

«Quédate en la cama, cariño», le dijo Ethan a Janet gentilmente. «Enseguida vuelvo».

Tras arroparla, Ethan se levantó y salió de la habitación, asegurándose de cerrar la puerta tras de sí. Bajó las escaleras y continuó su conversación con Frank por teléfono.

«¿De qué tipo de veneno estamos hablando?»

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